El Proyecto Sur, la fuerza que llevó al cineasta Fernando «Pino» Solanas como candidato presidencial registró el mejor resultado del arco de izquierda y puso en la escena nacional varios temas que la campaña no tocó. Pero eso no fue todo, ya que los argumentos en boca de esta fuerza han logrado lo que casi nunca se pudo: unir a la izquierda en aspectos elementales como la nacionalización del petróleo y los recursos naturales, la lucha contra el saqueo y la contaminación y la pelea por la distribución del ingreso. Más de un punto y medio a nivel nacional, y números en Capital que oscilaron entre un 4 y un casi 8 por ciento, confirman la reorganización de un espacio que poco tiene que ver con el viejo electorado progre de la Capital y que apunta a configurar un movimiento político y social que podría devolverle al espacio de la izquierda nacional (y no tanto) una vitalidad necesaria y un programa posible. Tema no menor a la hora de sintetizar las luchas de los últimos años, más aun cuando buena parte de los espacios más creativos del movimiento social no participan de las elecciones, pero sí de la política.
Tras una campaña que no pudo ocultar su bajo presupuesto, pero que logró poner en la calle varias de las reivindicaciones más legítimas del “espacio de la izquierda nacional y latinoamericanista”, «Pino» Solanas, relanzó el viernes 7 su agrupación política y aseguró que «ampliará las bases» de su sector para competir en las elecciones legislativas de 2009 y presidenciales de 2011, aunque no son pocos los que esperan definiciones más políticas y menos electorales en el corto plazo, ya que la profundidad de las banderas que levanta el Proyecto Sur también convoca a corrientes de acción y opinión que encuentran en el cineasta a un referente, pero que en muchos casos difieren de plano con la opción electoral.
Con esos desafíos de aquí en adelante, el dirigente peronista y cineasta encabezó el plenario nacional de Proyecto Sur, donde convocó a sus seguidores a «conformar un gran movimiento de masas para recuperar el petróleo y el gas».
El plenario de Proyecto Sur se realizó en el Comité Nacional del Partido Socialista Auténtico, ubicado en Sarandí 56, Capital Federal, donde se acordó organizar el sector en todas las provincias. Allí participaron delegados de Misiones, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, La Pampa, Chaco, Buenos Aires y Capital, entre otros distritos.
También tomaron parte los dirigentes Claudio Lozano, Alcira Argumedo, Luis Brunatti y Angel Cadelli, entre otros, que acompañaron a Solanas como candidatos a diferentes cargos en las elecciones del domingo último. Solanas también anunció que su sector organizará una serie de actividades al cumplirse cien años del descubrimiento del petróleo y el gas, en la Argentina.
La celebración consistirá en una semana de actividades que se iniciarán el 13 de diciembre y culminarán con un acto en la Capital Federal, en el que también participarán dirigentes e invitados especiales de países de América Latina.
«Frente a la resignación, a la derechización de Kirchner y de Carrió y a la imposibilidad de controlar las elecciones en siete provincias, estamos felices por lo conseguido porque hemos plantado una bandera», afirmó Solanas.
Al referirse a las características del espacio que integra como máximo referente, Solanas indicó que «es el fruto de años de militancia, un espacio al que se ha sumado mucha gente, distintos referentes políticos que vienen trabajando desde hace muchos años y en diversos temas».
El autor de «La Argentina Latente», entre otros films, hizo alusión de esta manera a dirigentes como los integrantes del Grupo Moreno -que brega por la nacionalización de los hidrocarburos-, pero también a hombres y mujeres como Claudio Lozano, Víctor De Gennaro, Ana Lorenzo y a Alcira Argumedo. Y también a Carlos Del Frade y Hugo Kofman, candidatos a diputados nacionales por Proyecto Sur en la provincia de Santa Fe.
En el terreno del análisis de las propuestas alternativas al modelo «kirchnerista», que Solanas criticó fuertemente, por «representar claramente a la centroderecha, privilegiando los negociados por sobre el interés nacional», en clara referencia a la política de este gobierno en materia de hidrocarburos, minería y recursos naturales, el candidato a presidente por Proyecto Sur manifestó que «el electorado deberá analizar las opciones existentes.
Nosotros, desde este espacio, pretendemos claramente desarrollar una estrategia de desarrollo nacional y popular, potenciando como actor decisivo al Estado. Dentro de la oposición al modelo kirchnerista nadie plantea lo que nosotros venimos denunciando y pretendemos revertir a través de políticas claras, que es la entrega absoluta y descarada de los recursos naturales argentinos, el petróleo, el gas, la minería, entre otras cosas.
Esto no lo han planteado ni Lavagna, que era ministro de Kirchner, ni por supuesto proyectos netamente liberales como el de López Murphy. Por eso decimos que representamos la verdadera izquierda nacional y popular nacional».
Párrafo aparte merece para Solanas la pretendida calificación «progresista» de la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió. «Está claro, más allá de algunas confusiones existentes, que el proyecto político de Elisa Carrió nada tiene que ver con el progresismo. Es una mujer sumamente autoritaria, que no ha trepidado en acallar los cuestionamientos existentes en su propio espacio para imponer sin ninguna clase de consenso su postura. Carrió no sólo quiso una alianza con López Murphy, un hombre que pretendió castigar los bolsillos de los trabajadores durante el gobierno de la Alianza y fue expulsado por una rebelión popular, sino que en esa coalición también hay gente como Patricia Bulrich, ministra de trabajo de De la Rúa, o la misma hija de José Estenssero, un hombre ligado a la privatización de YPF.
Pero la frutilla del postre, si se quiere, es la nominación de un liberal como Alfonso Prat Gay como eventual ministro de economía de la nación si ganaban.
Es incomprensible cómo una mujer que integró una comisión parlamentaria que estudió y denunció el saqueo financiero perpetrado por los bancos durante décadas en Argentina, ahora presenta a Prat Gay como conductor posible del país en materia económica, justamente un hombre que fue presidente del Banco Central durante la época de Duhalde y desde ese lugar legitimó la estafa perpetrada por los banqueros a los ahorristas argentinos durante el año 2001. Nada menos», finalizó Solanas.