La historia de la escultura que dará sentido al monumento es por demás curiosa.
La obra fue concebida por Andrés Zerneri, escultor autodidacta de solo 34 años, quien partiendo de un modelado en arcilla de 4 metros de alto se dispuso a concretar la escultura.
Zerneri buscó y encontró la manera de crear una obra en sintonía con los criterios políticos del Che: la participación popular y el internacionalismo. Para realizarla convocó a quienes quisieran colaborar donando llaves u otros objetos de bronce a fin de conseguir las 3 toneladas necesarias para erigir el monumento.
Su convocatoria fue todo un éxito. Durante dos años, 14.454 personas de los 5 continentes participaron donando 75.000 llaves. De esta manera logró recolectar 3.056 kilos de bronce.
Según el artista plástico, su objetivo es demostrar que una obra de esas características “se puede hacer sin ayuda gubernamental o de un partido político sino a partir del esfuerzo y la solidaridad del pueblo.”
Más información sobre el primer monumento al Che Guevara en la Argentina, aquí.