La guerra informativa: EEUU no quiere que Telesur sea la Al Jazzera de América Latina y organiza su boicot

Por Causa Popular.- Antes de comenzar su transmisión, Estados Unidos le declaró la guerra mediática a la emisora regional Telesur, impulsada por Venezuela para contrarrestar el poder de desinformar a los latinoamericanos que ostenta la CNN. La enmienda votada por la cámara de representantes de los Estados Unidos, autoriza textualmente al gobierno estadounidense a realizar transmisiones de radio y televisión, por espacio de 30 minutos, que ofrezcan a los venezolanos una “fuente de noticias precisa, objetiva y completa” y contrarrestar “el antiamericanismo” de Telesur. La televisora satelital, de la que también participa Argentina, Uruguay y Cuba, comenzará su transmisión el domingo 24, y representa una de las bases fundamentales del proyecto de integración de los países del sur. Canal 7 transmitirá este domingo a las 13 la ceremonia de lanzamiento.

Para el ministro de Información venezolano el canal intentará ser “un instrumento para la integración, una ventana donde podamos vernos nosotros mismos, los países del Sur, no solamente en cuanto a la información, que va ser eje fundamental, sino también en cuanto a sus expresiones culturales, audiovisuales”.

Chávez amenazó con “neutralizar” cualquier transmisión de radio y televisión que viole el espacio radioeléctrico venezolano, e intente que los latinoamericanos no puedan verse con sus propios ojos.

No conforme con la “dictadura mediática” -como la denominó Hugo Chávez- que ejerce a través de la cadena televisiva CNN y el flujo de información de las agencias de noticias internacionales que domina en un 60%, la Cámara de Representantes -diputados- del Congreso Norteamericano aprobó el pasado jueves una enmienda para iniciar transmisiones radioeléctricas en Venezuela que contrarresten “el antiamericanismo” de la televisora Telesur.

La misma fue acompañada por la aprobación de fondos por 18 millones de dólares para apoyar a grupos que promueven la abstención en las elecciones de concejos municipales del 7 de agosto y la desobediencia civil en Venezuela.

El ministro de Información venezolano, Andrés Izarra, especificó que estos 18 millones, de ser ratificados por el senado norteamericano serán usados entre 2006 y 2007 para “desestabilizar a Venezuela”.

Izarra expresó también que “nos llama la atención los 9 millones de dólares que fueron aprobados para el 2006 y 2007 cada año, para un fondo de apoyo económico que busca apoyar partidos políticos, actividades en defensa del Estado de derecho, la sociedad civil, los medios independientes y promover la gobernabilidad democrática de Venezuela”, dijo.

Izarra afirmó que los grupos que recibirán los 9 millones de dólares “son los que están llamando a la abstención y a la desobediencia civil” en las elecciones para renovar en Venezuela concejales y juntas parroquiales el 7 de agosto.

Según denunció el gobierno venezolano al conocerse la noticia, iniciativas como las aprobadas por el Congreso de Estados Unidos, no son un hecho aislado sino que están perfectamente articuladas con grupos que trabajan dentro de Venezuela para desestabilizar al gobierno.

“Conocemos la historia de estos financiamientos”, dijo Izarra al evocar el financiamiento que otorgó el National Endowment for Democracy (NED) a grupos en Venezuela que promovieron el golpe que sacó al presidente Hugo Chávez del poder por 47 horas en abril de 2002.

Todas las sospechas del gobierno de Hugo Chávez apuntan al interés norteamericano porque este no salga fortalecido de las próximas elecciones que se realizarán en Venezuela el domingo 7 de agosto.

No sería la primera vez, que para justificar su acusación al gobierno de Chávez de ser un gobierno elegido democráticamente, “pero que gobierna de manera autoritaria”, los Estados Unidos busquen realizar acciones al interior de Venezuela que genere un clima que intente desestabilizar el clima electoral que se vivirá el domingo 7, y ponga un manto de duda sobre su legitimidad.

Dos días antes de que se conociera la enmienda del congreso de los Estados Unidos , el inminente comienzo de la transmisión de Telesur, estuvo presente también en la Cumbre Andina de Naciones. Los contenidos que transmitirá esta emisora, propiedad de cuatro estados latinoamericanos, parece que no sólo le preocupa a los Estados Unidos.

En un hecho que marca la impotencia de los opositores al proyecto de integración de los países del sur ideado por Chávez, el diario colombiano «El Tiempo», citando a “fuentes de inteligencia”denunció a Telesur por “incluir referencias” a la banda terrorista ETA en el estribillo de la melodía durante la presentación de la cadena.

Chávez, no desaprovechó la posibilidad que le otorgaba la cumbre, y al asumir la Jefatura de la Comunidad Andina, reafirmó su confianza en el éxito del proyecto de televisión sudamericana y se quejó de las críticas vertidas por el diario colombiano.

El periódico basó su reclamo en la aparición de una joven que coreaba «eta, eta, eta», el nombre de la banda terrorista vasca, ante lo cual el ministro venezolano de Información, Andrés Izarra, aclaró que “lo que canta es el estribillo ‘A luz de Tieta’, del compositor brasileño Caetano Veloso”.

Ante las quejas de Chávez en Lima, el vicecanciller Reyes tomó la palabra saltándose el protocolo y censuró que en los primeros segundos de programación del nuevo canal se mostraran imágenes de “Tirofijo”.

Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda”, más conocido como “Tirofijo”, fue el fundador y máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sigue siendo el jefe principal del grupo guerrillero.“De los 44 millones de colombianos de bien escogió a Manuel Marulanda ‘Tirofijo’ en una presentación de pocos segundos del canal”, grito el vicecanciller colombiano.

La respuesta de Chávez no se hizo esperar y le recordó “en Venezuela hubo un golpe de Estado y por televisión se emitieron documentales, en casi todos ellos aparece autolamentándose aquel señor Carmona Estanga, asilado en Bogotá porque el Gobierno de Colombia le dio asilo”.

El 11 de abril de 2002, el empresario Pedro Carmona asumió la Presidencia tras un grave conflicto interno que suspendió temporalmente el mandato de Chávez, quien recuperó luego el mando del país y acusó a su temporal sustituto de golpista. “Yo inmediatamente autoricé la salida de Carmona del país,” pese a que “tiene causa abierta en Venezuela por 60 muertes y secuestrar a un presidente”, afirmó Chávez.

Por ahora la señal se lanzará sin interferencias al aire el domingo 24. Canal 7 transmitirá desde las 13 la ceremonia de lanzamiento y la presentación de Telesur. La nueva señal, que estará presidida por el venezolano Andrés Izarra y el uruguayo Aran Aharonian, como vicepresidente, contará con la argentina Ana de Skalon (directora de No ficción y Noticias de Canal 7), como una de sus directores.

Luego de la presentación, Canal 7 de Buenos Aires emitirá a partir de agosto un noticiero diario latinoamericano de media hora de duración en horario a determinar, mientras se terminan de ajustar los detalles para que la señal llegue al país en una emisión de 24 horas.

Según sus propios promotores la señal televisiva es una alternativa “frente al discurso único sostenido por las grandes corporaciones, que deliberadamente niegan, coartan o ignoran el derecho a la información”.

La lección de Irak

En la noche del 19 de marzo de 2003 para unos, la madrugada del 20 para otros, las redacciones de todo el mundo recibieron -palabras más o menos- el mismo flash o boletín de las agencias de noticias: “Estados Unidos ataca a Irak”. Minutos después, llegaba el primer eufemismo a modo de explicación: las bombas y los misiles que estaban sacudiendo a Bagdad iban destinados a “targets of opportunity”, según palabras del Departamento de Estado y luego del presidente George Bush.

Sin embargo hay que reconocer que la cadena Al-Jazzera -la televisora de lengua árabe fundada hace siete años sobre el modelo de la CNN y la BBC- se convirtió durante la guerra en una “piedra en el zapato” para sus competidoras estadunidenses y británicas, manifestándose como una fuente de información alternativa que buscó romper con la uniformidad de la información enviada desde la CNN y la BBC a todo el mundo.

Buena parte de la prensa extranjera apostada en América Latina, y en especial en Buenos Aires, coincide en identificar al incipiente proyecto de Telesur con la experiencia informativa acumulada por la cadena televisiva qatarí que hasta hoy sigue doblegando, sólo con decir nada más que la verdad, el tremendo poder de las operaciones de prensa desplegadas por Washington en Medio Oriente para continuar adelante con su campaña imperial.

Teniendo en cuenta el poderío de los grandes grupos informativos de Latinoamérica y su sumisión a los dictados del Departamento de Estado, es más que llamativo que el gobierno de Estados Unidos concentre semejante furia contra la iniciativa de Telesur.

Lo más seguro es que no quiera que la experiencia de la cadena televisiva árabe se repita y menos en nuestro continente.

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