La esperanza viajó en tren

Cientos de paraguayos residentes en Buenos Aires partían en tren el viernes 18 para ejercer su derecho a elegir autoridades en Paraguay. Los votantes, habilitados en el padrón pero con restricciones para ejercer su derecho en el exterior de Paraguay, salieron al mediodía del viernes y llegaron a la fronteriza ciudad de Encarnación, apenas unas horas antes de la apertura de las urnas.

«Tren de la Esperanza» se dio en llamar el vehículo que transportaba a cientos de paraguayos deseosos del cambio en el Paraguay. La cita de partida era a las 11 de la mañana pero ni el retraso contenía la alegría: cánticos en altavoces, banderas paraguayas y argentinas flameaban desde las ventanas del tren celeste de la estación Federico Lacroze.

Baudelio Mancuello Duré había empacado unos abrigos, su guitarra y estaba arriba del tren al mediodía. «Yo voy a Ayolas, y voto ahí. Siempre trato de informarme de lo que sucede en mi país, pero nunca viajé exclusivamente para votar, como lo estoy haciendo ahora. Soy pintor de obras y aprovecho que ahora estaba solamente trabajando en mi casa, para ir a poner mi granito de arena para el cambio», decía el hombre que pertenece a un conjunto de música paraguaya: «Los Diamantes del Paraguay».

Jorge Cañete, de 21 años, es estudiante de Medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA). «Hace tres años que estoy en Argentina y creo que es hora de que haya un cambio en el Paraguay. No podemos seguir en esta situación de extrema pobreza. Nuestro país tiene que salir adelante», expresaba con alegría, mientras se arreglaba la remera de la albirroja que llevaba puesta.

La joven Ruth Arrúa se sumó a la travesía de la esperanza. «Me voy porque quiero votar, creo que es necesario darle una lección a los gobernantes que hasta ahora no han hecho más que beneficiar a unos pocos», dijo. «Yo voto en Capital y todavía no sé bien cómo voy a hacer para llegar desde Posadas, porque el tren nos deja allí. Sabemos que vamos a pasar frío y nos querrán poner excusas para no dejarnos pasar las fronteras, pero vamos a votar!», dijo con decisión Ruth mientras tomaba uno de los altoparlantes y preguntaba: «¿Dónde están los paraguayos?». «Presente, presente», «Aquí, allá, la lucha triunfará»… fueron las respuestas de los que ya estaban colocados plácidamente en sus asientos.

«La presidenta Cristina Kirchner sacó un decreto mediante el cual nos libera de los aranceles por multa en estos días. Es decir, que si sus entradas al país están vencidas y les quieren cobrar, no deben pagar. No vamos a regalar ni un guaraní en la frontera», prevenía uno de los viajantes.

A pesar de muchas dificultades en el camino, los paraguayos que viajaron con sus esperanzas arriba del tren desde Buenos Aires lograron convertirlas en alegría tras el resultado de las elecciones que favoreció a Lugo.

Entre ayer y hoy, la mayoría llegaba nuevamente a Buenos Aires para retomar sus trabajos diarios. Ruth Arrúa, sin embargo, sólo llevaba pasaje de ida y apostó por lo más difícil: participar de la reconstrucción del Paraguay desde allí.

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