La centroizquierda tiene que fortalecer su tercer lugar en el parlamento y no diluirse en una alianza con la derecha. Hay tres sectores importantes en el Congreso: el oficialismo, la oposición de derecha y la centroizquierda. Es un grave error que el progresismo resigne el rol para el que fue votado, para aliarse con uno de los otros dos sectores.
El progresismo tiene que ser autónomo y, en unidad, hacer valer su lugar en el Congreso. Con las otras dos patas sin mayoría propia, la centroizquierda tiene el deber y la posibilidad de fortalecer su lugar, sin necesidad de diluirse en acuerdos con sectores que tienen otra agenda y otras conveniencias.
La oposición no es todo lo mismo; es un error histórico que parte del progresismo constituya mayoría con la derecha. ¿Qué los uniría? ¿Sería una mayoría para llevar adelante qué proyectos? ¿Con qué rumbo?
En el parlamento, el progresismo, unido y autónomo, debe y puede frenar a la oposición de derecha y condicionar por izquierda el rumbo del gobierno. Su rol es instalar su propia agenda y construir una alternativa de mayorías.