La batalla cultural se llenó de espías y valijeros

La crisis interna de La Libertad Avanza expuso la construcción de un poder “cloacal” a nivel internacional. Por Lea Ross

Tal como explicó Ricardo Ragendorfer en el presente portal, la geometría del poder actual se llenó de buchones. Esas internas entre los vértices que integran esa figura conformada por los hermanos Milei y Santiago Caputo expuso la existencia de valijas, espías, y sospechas de lavado de dinero. Y todo para librar la tan mentada batalla cultural a escala global. Requiere conocer en detalle esas flamas que terminaron fundiendo al triángulo de hierro.

El espía que no se arrepintió

El nombre de Leonardo Scatturice ya tiene repercusión mediática. El “Lázaro Báez” de Milei, titularon algunos. Dicen los que saben que, en realidad, trabajó en los servicios de inteligencia en los años noventa. Todo espía acumula contactos y conocimiento sobre manejos informáticos. Por eso no sorprende que, exiliado hace más de una década en Miami, creó un fondo de inversión llamado COC Global Enterprise, que en junio de este año anunció la compra de la empresa FlyBondi para vuelos low cost.

Paralelamente a eso, se coló una revelación de la periodista Florencia Donovan, para el diario La Nación, donde confirma que otra empresa de Scatturice, llamada Tactic COC LLC, entabló un acuerdo con los propios Servicios de Inteligencia (SIDE) para el arreglo de “reuniones entre oficiales de la Argentina y de los Estados Unidos para temas dedicados al comercio y la inversión”. El pacto fue firmado por el director de la SIDE, Sergio Neiffert, y la presidenta de Tactic, la argentina Soledad Cedro. Aquí hay otro punto clave: Scatturice tiene relaciones corrientes con asesores del presidente estadounidense Donald Trump, entre ellos Barry Bennett. Todos ellos organizan la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que congrega a los principales referentes de las nuevas derechas del mundo, en su afán por librar la “internacional” de la derecha. La CPAC se hizo por primera vez en Argentina el 4 de diciembre de 2024, en Buenos Aires.

El 14 de abril pasado, Bennett y Cedro tuvieron una reunión con el presidente Javier Milei y su asesor en las sombras Santiago Caputo, quien estaba ubicado al lado de la empresaria que firmaría el acuerdo con la SIDE. En las redes oficiales de la presidencia, Cedro fue presentada como la CEO del CPAC Argentina.

Sin embargo, existe también una tercera empresa de Scatturice, llamada OCP TECH S.A., que en este caso brinda servicios del rubro informático en nuestro país. Según pudo chequear Zoom, y que se está volviendo en boca de todos, OCP TECH trabajó como proveedor de la Procuración General de la Nación, donde ganaba licitaciones en dólares para otorgar cableado, aplicaciones web, equipamiento de networking y hasta capacitación para el manejo de Linux, por lo menos desde abril de 2023. Pero el 12 de mayo de este año, entre la reunión del Presidente con los de OCP/CPAC y la compra de Flybondi, OCP TECH tuvo su primer negocio con ARCA o ex-AFIP, ganando de manera licitatoria el pedido de “solución de enrutamiento core modular”, con un recibimiento de $ 131,8 millones y otros USD 758 mil o sus equivalentes. Distintos analistas advierten que la SIDE, el ARCA y la Aduana funcionan bajo la órbita de Snake Caputo, el vértice más endeble del triángulo de poder, frente a Karina y Javier Milei.

El avión de la discordia

El Ministerio Público Fiscal es donde funciona la Procuración que firmó los mencionados contratos con Scatturice. Y ese mismo departamento confirmó, recientemente, la existencia de vuelos irregulares, ocurridos en el mes de febrero, y que hasta entonces eran expuestos por la prensa a partir de comentarios en off.

El famoso dictamen de 47 carillas, firmado por los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Leonardo Rodríguez, donde incluye registros fotográficos y que también fue revisado por Zoom, saca como conclusión que hubo “una serie de inconsistencias significativas”, ocurridas el 25 de febrero de 2025.

En ese entonces, un Bombardier Global 5000, matrícula N18RU, arribó en el aeroparque Jorge Newberry a las 8:15 horas. Allí viajó, además de los dos tripulantes, la ex-azafata Laura Belén Arrieta, socia de Scatturice y también organizadora de la CPAC. El jet, de color negro, tenía ploteado el logo de COC, el fondo de inversión que, luego, adquiriría Flybondi. Al momento de dar la Declaración General de Vuelo, anotado de manera manual, se consignó que venían desde el aeropuerto Fort Lauderdale (KFLL) de Miami y que cargaban solo cinco bolsos. Pero en base a las cámaras de vigilancia, se confirmó que habían desembarcado el doble de equipaje, y que incluso, con ayuda del personal de aduana, recorrieron los pasillos sin que los bolsos sean escaneados, ni revisados. La foto de abajo, es el momento donde se preparan para retirarse del aeropuerto. Arrieta usa una oportuna gorra que le tapa su rostro y manda un audio por teléfono.

Posteriormente, se confirmó que quien los ayudó a esquivar esas revisiones fue Silvana Abalsamo de Silva, vicejefa de la Aduana en Aeroparque. En la siguiente fotografía, resaltada en un círculo amarillo, guía a los tripulantes a un carril para evitar el chequeo.

Además, en base a los mensajes de Whatsapp de los pilotos, el despegue no se habría originado en KFLL, sino desde Opa-locka (KOFF), otro aeropuerto de Florida cuyas pistas están más reservadas para vuelos privados y, por ende, más fáciles de sortear algunos trámites.

A esto se le suma una revelación de la abogada Natalia Volosin desde sus redes sociales, donde expuso documentos sobre sospechosos negocios que realizó Scatturice en sus tierras no tan caribeñas. En 2022, junto a su pareja, habían comprado dos lofts en South Beach por U$S 6,72 millones, con ayuda intermediaria del venezolano Marco Tiné. El dueño de esas casas era Aurelio Tiné, su hermano mellizo. Lo extraño es que fueron los “propios vendedores” que le suministraron a Scatturice un préstamo de U$S 6.048.000, donde incluía una hipoteca y la cancelación del crédito a 30 meses y con intereses. El 25 de febrero de 2025, justo un día antes del vuelo de Arrieta a Buenos Aires, se firma una nueva promesa de pago, con nueva hipoteca y por un monto similar: U$S 5.909.864. “¿Será que, en realidad, [Scatturice] ya se les había pagado y que esta especie de préstamo no era otra cosa que un dibujo, que por cierto es muy habitual en las típicas operaciones de lavado de activos?”, se pregunta Volosin.

Un informe del Instituto de Inteligencia Estratégica de Miami (MSI2), que dice promover “la estabilidad, la democracia y la prosperidad en América Latina, frente al desafío global que plantea la República Popular China”, ha visto con malos ojos los vuelos realizados por COC Global Enterprise desde sus propias tierras cuasi-caribeñas: “Mientras los interesados continúan exigiendo rendición de cuentas y transparencia, las investigaciones en curso sobre Scatturice, Arrieta y sus asociados subrayan las complejidades de la geopolítica moderna y la urgente necesidad de reformar los mecanismos de supervisión. El recorrido de estos individuos sirve como un recordatorio de las posibles consecuencias de las líneas difusas entre negocios, política y legalidad en un mundo cada vez más interconectado”.

Como se puede contemplar, la batalla cultural que se libran en espacios como la CPAC se llenó de espías, vuelos misteriosos y bolsos sin revisar. La novela de los servicios, donde confluyen manejos espurios de financiamiento, encajan dentro de un panorama opaco en este tramo de la política argentina generando tantas inseguridades como la cotización del dólar.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Lágrimas, asados y padrinos cruzados: la defensa emotiva de Patricia Bullrich al comisario-candidato Bondarenko revela la trama detrás del “partido policial”. La Bonaerense sigue marcando el pulso. Por Ricardo Rangendorfer
Burguesías regionales, recursos y la ausencia de un proyecto nacional. Por Antonio Muñiz
El regreso más reciente del poema clásico de José Hernández es en un libro breve, en verso, de Martín Caparrós. En esta nota se repasan (algunos) amores y odios generados por esa obra emblemática, que, por suerte, no es intocable ni sagrada. Por Américo Schvartzman

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

ARTICULOS RELACIONADOS

Sin artículos relacionados