La alianza Macri, López Murphy y Sobisch: nueva quimera de una derecha sin programa

Por Causa Popular.- Luego de varios meses de silencio, la derecha intenta construir un espacio político que le permita un “digno” caudal de votos en las elecciones presidenciales del 2007. Prácticamente descartan disputarle la presidencia al Kirchnerismo el año próximo, pero la apuesta de Mauricio Macri, Jorge Sobich, y Ricardo Lopez Murphy -aunque este último dejó ver algunas diferencias con el neuquino- es para el 2011, año en el que esperan competir electoralmente con Cristina Fernández de Kirchner. Ni propios, ni extraños. Sin duhaldistas, sin poder convocar a figuras que les laven las caras noventistas que representan, y por si fuera poco, con el CEMA apoyando la política económica del gobierno, la derecha política naufraga y extraña los viejos tiempos.

Con los duhaldistas alineados cada vez en mayor cantidad bajo la figura de Kirchner, y con hasta ahora leves caudales electorales provenientes de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Neuquén, la “Alianza” de derecha busca sumar a figuras más respetables en términos públicos que las que ellos mismos representan en la actualidad.

Desde que Roberto Lavagna dejó de ser ministro de Economía, los guiños hacia su figura no escasearon por parte de Jorge Sobisch y Mauricio Macri, los dos presidenciables con los que la derecha cuenta en la actualidad. Lopez Murphy, en cambio, con una pésima elección en la provincia de Buenos Aires en el 2005, declaró no ver con buenos ojos a Lavagna.

El ministro de Economía de De la Rua, quedó relegado en el armado, y se muestra dispuesto a disputar el juego de las minorías, para las cuales la mejor forma de posicionarse con identidad propia es diferenciándose permanentemente de las posiciones mayoritarias.

Yo pertenezco al centro progresista. No tengo nada que ver ni con las expresiones de derecha ni con la izquierda, por eso es que tantas veces dije que no me ubico ni con el setentismo ni con el noventismo”, afirmó el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, incluso diferenciándose del gobierno.

Su declaraciones coincidieron esta vez con el anunció de Jorge Sobisch y Mauricio Macri de la construcción de una confederación de partidos de derecha, con la que piensan construir una fuerza que compita en las elecciones presidenciales del 2007, y para la cual dejaron trascender que buscarán sumar a Lavagna.

Después de afirmar que no impulsaron acuerdos políticos con Lavagna, en el entorno de Macri volvieron con la embestida, y destacaron que “sienten un gran respeto” por la figura del ex ministro.

La ambigua desmentida del macrismo no involucra a los seguidores de Sobisch. El gobernador de Neuquén había manifestado su deseo de sumar a Lavagna. “Ojalá venga a nuestro espacio a competir con nosotros”, sostuvo Sobisch hace un mes.

El gobernador de Neuquén y el diputado nacional y presidente de Boca Juniors, definirán recién a principios del año próximo cuál de los dos será el candidato de la centroderecha para las elecciones presidenciales de 2007.

El postulante será “el que mejor posicionado esté” frente a la sociedad, de acuerdo con las encuestas que se realicen hacia fines de este año, declararon voceros partidarios a la prensa, un método que trata de emular la lógica interna del PJ: alineamiento automático (pese a quien le pese de toda la estructura al candidato que mejor soporte las encuestas. Ambos dirigentes acordaron una agenda de trabajo conjunta para el 2007 y por ello decidieron mostrarse juntos en una seguidilla de recorridas por el interior del país que emprenderán desde los primeros días de marzo.

Ni con la propia tropa se puede

Lejos está de correr por carriles aceitados el nuevo lanzamiento de la derecha. Luego de la reunión entre Macri y Sobisch en Neuquén, el líder de Recrear e integrante de Propuesta Republicana (PRO), Ricardo López Murphy, tomó distancia del proyecto de crear una confederación de partidos de centroderecha capaz de enfrentar al kirchnerismo en las presidenciales de 2007.

Según distintas versiones periodísticas, el lanzamiento de esa confederación impulsada por el macrismo se concretaría el 15 de marzo próximo, nuclearía a partidos provinciales y a Compromiso para el Cambio. López Murphy ya anticipó que no estará en el convite, señal de largada de la feroz interna entre Macri y Sobisch en medio de algo que intenta parecerse a un partido.

López Murphy declaró hoy que si el anuncio de la confederación se realizará el 15 de marzo como se anunció, “obviamente” que no cuenten con su partido debido a que la prioridad son las elecciones internas del dos de abril en las que Recrear renovará autoridades.

El dirigente sostuvo además que “no se ve” dentro de una coalición sin antes “no hacer una reflexión interna” tras la contundente derrota que sufrió su espacio en las últimas elecciones legislativas.

López Murphy cuestionó el armado de esa coalición al declarar que aún no están definidas “las reglas con las cuales se va a gobernar, qué programa va a defender, con qué criterios va a resolver los diferendos, qué objetivos políticos se van a fijar y cómo se van a direccionar las candidaturas”.

Además de su principal aliado en PRO, el macrismo muestra problemas para contener también a su propia tropa. La diputada nacional Paola Spátola renunció el pasado jueves al bloque de PRO, acusando al macrismo de utilizar métodos “ausentes de democracia” y conformó una bancada propia denominada “Guardia Peronista”.

Spátola, una especialista en seguridad que integró los equipos menemistas, con su decisión dejó al bloque macrista con sólo 10 legisladores, dos menos que los obtenidos en la última elección.

La partida de Spátola se suma al resonante abandono anticipado del bloque de PRO que realizó Eduardo Lorenzo “Borocotó”, quien se sumó al kirchnerismo poco después de las elecciones legislativas y aún antes de asumir como legislador.

“El bloque ha carecido en estos meses de la dinámica propia de una coalición que debe amalgamar en un marco de pluralidad las visiones de un conjunto de cuadros políticos dispuestos a darle al país una alternativa válida de poder en un contexto de plena vigencia de la democracia”, subrayó en un comunicado.

La frutilla del postre: el CEMA apoya al gobierno

Por si las señales que muestran que los tiempos no están a favor de la derecha política fueran pocas, el emblemático centro de estudios económicos de los 90, el CEMA, salió a respaldar la política económica de Kirchner.

El rector de la Universidad CEMA, Carlos Rodríguez, y ex viceministro de Economía durante la gestión de Roque Fernández, afirmó en declaraciones radiales que la “inflación está bajo control” porque “el Gobierno puede dejar de comprar dólares en cualquier momento” para frenarla.

El economista, que se autodefinió como “ortodoxo”, subrayó además la importancia de la cancelación total de la deuda con el Fondo Monetario, y la reestructuración de la deuda en manos de los bonistas.

“Kirchner dijo que iba a pagar la deuda al 7 por ciento. Yo di conferencias en las que pedía el 30 por ciento, y Kirchner pagó al 33 por ciento ¿Cómo me voy a oponer?”, explicó, aunque aclaró que “con lo que no estoy de acuerdo es con que se pague de mala manera”.

Sobre la cancelación con reservas de los 10 mil millones de dólares adeudados al Fondo Monetario Internacional, el rector de la Universidad que más propagó y justificó las recetas de este organismo durante los últimos años, enfatizó: “Yo lo recomendaba. Hizo lo que yo quería”.

Luego, elogió que “el superávit fiscal es enorme. El presidente está corriendo con el riesgo de movilizaciones obreras, porque les está tocando el Impuesto a las Ganancias”. Y agregó “es bueno que lo que se recauda no se lo gasta”, opinó el ex viceministro de Economía durante la gestión de Menem. «Yo haría una reforma tributaria profunda», recomendó, al tiempo que advirtió que «tampoco es bueno mantener el Estado con servidores públicos súper mal pagos. Y muchos».

Claro que no todos fueron elogios para el gobierno. Sin sonrojarse, Rodríguez sostuvo que “en el ingreso per cápita, el año 1998 es el mejor año. Ahora, este sistema ya ha generado más riqueza per cápita que en 1998. Sin embargo, la pobreza antes era 14 por ciento, y ahora es 40 por ciento», criticó, sobre lo que concluyó que “este modelo, de cambio real alto, generó riqueza, pero más concentrada”.

Como representante de los sectores más concentrados de la economía, el rector del CEMA, crítico a la actual administración, “favorece a empresas pequeñas, que no son grandes tomadoras de mano de obra. No es un modelo que genere grandes inversiones productivas”, advirtió.

“Cuando a una idea le llega su época, su tiempo y su espacio, se convierte en la fuerza más poderosa que pueda existir”, dijó Chávez al conmemorarse 7 años de la revolución Bolivariana.

La derecha política en nuestro país tuvo su tiempo y su espacio en la década del 90, para desgracia de millones de argentinos. En el siglo XXI parecen soplar vientos desde otras latitudes, algunos sectores lo perciben y tratan de reciclarse tras los que expresan los nuevos tiempos y mantienen en alto algunas viejas banderas, otros no lo han hecho y en contra del mismo desarrollo histórico empiezan a construir su propia derrota.

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