Isidoro Blaisten, un destello en la oscuridad

El 28 de Agosto se cumplen 4 años de la desaparición del gran escritor argentino Isidoro Blaisten. A modo de homenaje, esta nota rescata para los lectores de ZOOM su obra primera y más desconocida, “Sucedió en la lluvia”.

“El poeta es el único ser que se baña dos veces en el mismo río, el único que se moja dos veces en la misma lluvia”, respondía Isidoro Blaisten en las páginas de su libro “Anticonferencias a la pregunta formulada acerca de qué era y para qué servía un poeta. Obviamente, no eran las únicas sentencias que pronunciaba frente a esta cuestión harto transitada en sus ensayos, entrevistas y relatos.

Así y todo, quien suscribe estas líneas considera que la mejor manera de definir a ese “alguien que corre envuelto en fuego con algo en la mano que tiene que entregar” podría encontrarse en las páginas del primer título publicado por Blaisten: “Sucedió en la lluvia”.

Editado en 1955 por Stilcograf, con un subsidio concedido por el Fondo Nacional de las Artes, este libro podría considerarse, con justicia, el germen de su posterior obra literaria. En los versos de esta primigenia producción, anidan la melancolía, la rabia, la tristeza y el dolor del adiós que tan bien sabía tamizar nuestro recordado escritor entrerriano con sus siempre lúcidas ráfagas de humor y ternura a prueba de balas y de críticos “oblicuos”.

Baste leer tan sólo la dulce y desgarrada esperanza de “Ida y vuelta hacia mi madre muerta” para darse una pálida idea de la altura alcanzada por su ala poética, a la temprana edad de 33 años.

… Si es cierto que estás yo quisiera llegarte/ trepando por el brillo de una estrella/ o volando a gaviota de un suspiro/ o montado a babucha de un enano con botas/ o subido en las hojas que vuelan por otoño…”

A lo largo de los 29 poemas que conforman la obra, ilustrada con los grabados de su cuñada Judith Blaisten y con una reseña de solapa del entrañable poeta y amigo Mario Jorge de Lellis, el autor “descorre el velo de la belleza” para mostrarnos la naturaleza de un verdadero hacedor de la literatura argentina.

Es un alegre hallazgo poder toparse con este puñado de poemas juveniles, preludio de una madurez que traería piezas fundamentales de nuestra prosa como “Dublín al sur”, “Al acecho”, “El mago” las ya citadas Anticonferencias ” y las geniales crónicas en clave autobiográficas de “ Cuando éramos felices ”.

Un hallazgo que nos devuelve una fase casi olvidada de este poeta que a cuatro años de su partida, nos sigue acompañando con el brillo de sus palabras felices, como estas que elegimos a modo de homenaje para esta fecha tan especial:

“Creo que un momento poético es un destello en la oscuridad, porque uno no puede pasarse la vida saludando en el ascensor, pagando el monotributo y hablando del riesgo país. La vida son momentos, momentos que son siempre algo para recordar, y ahí está la literatura, y ahí está la poesía, y el humor que emana de la poesía. Somos los momentos poéticos que vivimos. Nada más que eso” (1)

(1) Latinoamérica: El humor de los poetas, Isidoro Blaisten, La Nación, Bs. As., Argentina, 12/06/02.

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