Internet, el octavo continente, seguirá bajo control de Estados Unidos

Por Causa Popular.- Entre el pasado miércoles 16 y el viernes 18 se realizó en Tunez, la segunda fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), -la primera se había realizado en Ginebra en diciembre de 2003- impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Una vez más, un encuentro multilateral del que participaron 18 mil enviados de 176 países del mundo, pero al que sólo asistieron 50 presidentes, fue testigo de la soberbia del poder económico mundial. Los países centrales expresaron no estar dispuestos a ceder el manejo del apetitoso mercado de las telecomunicaciones, que según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo designado por la ONU para la organización de la Cumbre, casi triplicó su valor entre 1990 y el 2003, pasando de 374 millones de dólares a 1.120.000 millones. La nota sobresaliente de la Cumbre una vez estuvo protagonizada por Estados Unidos, que antes de que ésta empezara logró mantener en sus manos el control de Internet, de cuyo gobierno, el conjunto de los países centrales, no quieren quedarse afuera.

La celebración de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, fue aprobada por la ONU el 21 de diciembre de 2001. En la misma se establecía la realización de una primera fase a realizarse en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003, mientras que la segunda tendría lugar en Túnez dos años después, entre el 16 y el 18 de noviembre de 2005. La misma resolución dispuso que el organismo de las Naciones Unidas encargado de la organización de la Cumbre sea la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Según las ONU la realización de la CMSI iba a permitir abordar de manera multilateral el problema de la llamada brecha digital, un abismo cultural y técnico, que no hace más que reflejar las diferencias entre países ricos y países pobres.

En una nota publicada por el diario La Nación el mismo día que comenzó la CMSI en Tunez, el propio Secretario General de la ONU Kofi Annan decía: “El principal objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), que se inicia hoy en Túnez, es garantizar que los países pobres puedan aprovechar al máximo los beneficios que las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), incluida Internet, aportan al desarrollo económico y social.”

Luego de tres días de debates y discursos encendidos los 18 mil participantes provenientes 176
países – que por otra parte convirtieron a la cumbre mas concurrida jamás organizada por la ONU-, culminó el pasado viernes con un “Compromiso de Túnez” y una “Agenda de Túnez para la Sociedad de la Información”.

Ambos acuerdos no hicieron más que reafirmar las promesas hechas en la primera CMSI, realizada dos años atrás en Ginebra, de intensificar los esfuerzos para ayudar a los países pobres a obtener los beneficios económicos y sociales de la Tecnología de la Información.

A pesar de la importante concurrencia, hay que destacar que sólo asistieron unos 50 dirigentes mundiales, en su mayor parte de estados africanos y árabes, pero ningún gran país occidental envió a sus jefes de Estado o de gobierno.

Además de los acuerdos mencionados, al finalizar se estableció una agenda común, en la que se detalló el plan de la comunidad internacional para acabar con la “brecha digital” entre el Norte y el Sur.

Sin embargo, y como muchos esperaban que sucediera, los países centrales se negaron a comprometerse a contribuir en forma obligatoria a un Fondo de Solidaridad Digital. Este fondo, fue lanzado en el 2003 durante la primera fase realizada en Ginebra con el fin de aportar al desarrollo tecnológico de los países pobres, pero hasta ahora sólo recaudó 9,4 millones de dólares, cuando sus promotores anhelaban lograr anualmente decenas de millones.

Una de las intervenciones que se desatacaron en la Cumbre de Tunez fue la del presidente de Senegal, Abdulaye Wade, que recordó cómo Africa sigue “desconectada” del mundo moderno, con el mismo número de teléfonos que en la isla de Manhattan, en Nueva York. Los países en vías de desarrollo registraron un importante crecimiento en los últimos 13 años, pero según señaló la UIT en 2003 el Sur del mundo sólo contribuía en un quinto a las ganancias totales del mercado global de las telecomunicaciones.

Nada nuevo bajo el sol en el control de Internet

Uno de los debates que más se esperaban en la Cumbre de Túnez era la posibilidad de encontrar los acuerdos necesarios para el control multilateral de lo que muchos hoy denominan el octavo continente: Internet.

Sin embargo, no se había realizado la apertura de la CMSI cuando ya los Estados Unidos habían logrado mantener el control de internet, cediendo sólo a la creación de un foro para el 2006 que discuta todo lo relativo a la red.

“No hemos modificado nada en lo que respecta al papel de la administración norteamericana sobre los aspectos técnicos que nos preocupaban mucho”, declaró el principal negociador estadounidense en la reunión, David Gross, quien igual, diplomático, se mostró satisfecho del compromiso alcanzado antes de la Cumbre para crear el futuro “foro” internacional.

Tal y como esperaba Estados Unidos, este foro no toca el estatuto actual de la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (Icann), una firma californiana que se encarga de atribuir los llamados “dominios” que acompañan los nombres de los sitios de internet (.com, .org, .es o .ar). Desde la realización de la primera fase en el 2003, los países centrales que disputan con los Estados Unidos el mercado económico mundial, buscan imponer una estructura internacional por encima del Icann, que es actualmente supervisado por el gobierno estadounidense.

En consecuencia el papel del sector privado en el control de internet quedará intacto, como quería Washington. Con un trillado argumento Washington se opuso firmemente a que la Icann fuera tutelada por un órgano de la ONU, aludiendo que daría un poder indebido sobre internet a gobiernos de países en los cuales no hay libertad de expresión.

Cumbre nueva para viejos ganadores

En la actualidad sólo el 11% de la población mundial está conectado a internet, y de ese 11%, 90% vive en países desarrollados. Pero cuando de nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se trata, el desarrollo tecnológico que éstas requieren, y debido al alto valor agregado que necesitan que se encuentra concentrado en un puñado de empresas a nivel mundial, el problema de la llamada brecha digital está marcado por los intereses económicos que entran en juego a la hora de expandir el negocio de las TIC por el mundo.

Fue el propio Kofi Annan, el Secreario General de la ONU, quién a dedo, y sin mediar consulta alguna a los países que integran la ONU, designó por organizador de la CMSI a la UIT, cuyo órgano consultivo está constituido por Siemens, Motorola, Bell, Nec, Alcatel, Ericsson y AT&T. Es difícil pensar que aporte al “desarrollo económico y social” de los países pobres del mundo que dice anhelar el secretario General de la ONU, puedan realizar estas empresas.

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