Por Causa Popular.- “El petróleo más que un elemento económico, es un elemento político y geopolítico”, expresó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con motivo de la realización de la cumbre energética de mandatarios del Caribe que finalizó el pasado jueves 30. Luego de dos días de debate, en los que no estuvieron ausentes los ya cotidianos intentos de boicot del imperialismo norteamericano, 14 de los 16 países participantes firmaron un acuerdo para la creación de Petrocaribe. La multinacional caribeña que propuso Chávez, es una “plataforma institucional” que se encargará de coordinar la producción, refinación, transporte y suministro de petróleo venezolano y sus derivados a los países participantes en la cumbre. Petrocaribe se enmarca en la búsqueda de la integración latinoamericana por parte del gobierno venezolano, y en su arduo camino por disminuir la dependencia económica de este país con los Estados Unidos, a donde exporta el 50% del petróleo que produce. “Cueste lo que nos cueste, seremos libres” de toda dominación, arengó Chávez.
Los dos últimos días del mes de junio se realizó en tierra venezolana, el Primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe. El estado petrolero de Anzoátegui recibió a 16 mandatarios de países caribeños que discutieron la conformación de Petrocaribe. Al comenzar la cumbre, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dejó establecido el marco político-económico de su realización su proyección estratégica. Ante la presencia de sus pares de Cuba, Fidel Castro; República Dominicana, Leonel Fernández; del primer ministro de Jamaica, Persival Patterson y delegaciones de 16 países del Caribe, el mandatario venezolano afirmó que todos los pueblos de América “cueste lo que nos cueste, seremos libres” de toda dominación.
Chávez expresó que la importancia de la conformación de Petrocaribe quedaba más que demostrada con la agudización de la crisis energética mundial. La idea del gobierno venezolano es que la integración cooperativa de la región permita minimizar los efectos negativos que sobre los países de la región tienen los altos costos de la energía, originados por factores especulativos y geopolíticos.
Luego se explayó sobre las “causas estructurales” que disparan los precios del crudo y reiteró sus críticas al modelo de desarrollo de los países del norte, con un “desmesurado e irracional” consumo, que avanza más velozmente que la capacidad de explotación y producción actual de petróleo. Igual se mostró optimista y expresó que “las crisis son positivas porque las turbulencias generan caminos nuevos”.
La empresa regional Petrocaribe, propuesta por Venezuela -quinto exportador mundial de crudo- a los gobernantes del Caribe, incluye un plan “estratégico” de suministro de petróleo y un fondo social para los países de la región. De este modo se extenderían los beneficios de los previos acuerdos de Caracas y San José -éste último junto a México- por los que Venezuela suministra petróleo a bajo costo y con financiación preferencial a los países caribeños, principalmente a Cuba.
Chávez destacó la importancia geopolítica de la integración energética del caribe -similar a la que propuso con el Mercosur en Sudamérica- y recordó para argumentarlo que todos los gobiernos de su país que manejaron el petróleo soberanamente fueron “derrocados, incluyendo el nuestro en (abril) de 2002”, cuando fracasó un golpe de estado.
Suscribieron el documento Leonel Fernández (República Dominicana), Keith Mitchell (Granada), Percival Patterson (Jamaica), Jules Rattankoemar (Surinam), Willmoth Daniel (Antigua y Barbuda), Earls Asim Martin (San Cristóbal y Nevis), Petrus Compton (Santa Lucía), Wildo Marín (Belice), Leslie Miller (Bahamas), Ralph Gonsalves (San Vicente y las Granadinas), Samuel Hinds (Guyana), Roosevelt Skerrit (Mancomunidad de Dominica), Fidel Castro Ruz (Cuba) y Hugo Chávez (Venezuela). Trinidad y Tobago (productor de petróleo), y Barbados (refinador) solicitaron tiempo para estudiar bien la propuesta.
En que consiste Petrocaribe
La multinacional caribeña que propuso Venezuela y, se podría decir, está apadrinada por Cuba, es una “plataforma institucional” que se encargará de coordinar la producción, refinación, transporte y suministro de petróleo venezolano y sus derivados a los países participantes en la cumbre. Un Consejo Ministerial conformado por los ministros de Energía caribeños se reunirá “obligatoriamente” una vez al año para revisar los avances del convenio, mientras que la secretaría ejecutiva estará a cargo del ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez.
Chávez explicó que el plan estratégico establecido en Petrocaribe prevé en una primera etapa la distribución de petróleo desde Venezuela hacia tres puntos del Caribe: Cuba, Jamaica y el oeste caribeño, y en segundo lugar República Dominicana y Haití. El último eje abarca el suministro hacia el Caribe oriental, desde la refinería venezolana en Curazao.
PDV-Caribe, la nueva filial de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) instalada en Cuba, se encargará de la distribución del crudo a través de los buques del grupo venezolano, sin intermediarios, con el objeto de reducir los costos de transporte. Además, Venezuela ofreció instalar tanques de almacenamiento en países que carecen de infraestructura energética, como Granada y Antigua y Barbuda.
Ante una escalada del barril de petróleo, que en los últimos días superó la barrera de 60 dólares, Petrocaribe ampliará el financiamiento, que es de 5 por ciento con un barril a 20 dólares, 40 por ciento si el barril venezolano llega a 50 dólares o 50 por ciento si supera los 100 dólares, explicó el mandatario. El período de gracia pasa de uno a dos años y el pago diferido a 17 años si la cotización del crudo no supera los 40 dólares, por encima de ese valor el período de pago se ampliará a 25 años.
Además, Venezuela está dispuesta a aceptar como parte del pago los bienes y servicios de los países caribeños y a ofrecer precios preferenciales del petróleo a naciones en grave situación económica, explicó Chávez.
El convenio de Petrocaribe también prevé el intercambio de tecnología y el otorgamiento de créditos para que los países beneficiados puedan desarrollar “programas y sistemas altamente eficientes en términos de consumo energético”, como la energía eólica y solar.
El Imperio vuelve a meter la cola
Si en otras oportunidades en las que Venezuela encabezó encuentros multilaterales, el Imperio norteamericano, sólo se limitaba a realizar operaciones de prensa para desprestigiar la revolución bolivariana y deslegitimar su política de integración regional, la táctica en ocasión de la cumbre caribeña, parece haber dado un giro. El miércoles, el presidente Hugo Chávez denunció que Estados Unidos envió a los países caribeños un documento en el que le “falta el respeto” al pueblo venezolano.
Que de los 16 países participantes hayan firmado sólo 14 -en un momento circuló una versión que indicaba que la mitad de los participantes no apoyarían la iniciativa-, en parte se explica por las presiones norteamericanas. Barbados y Trinidad y Tobago fueron las únicas naciones que se abstuvieron de suscribir el acuerdo, presionadas por las petroleras privadas que monopolizan la producción, refinamiento y distribución del crudo en estos países.
En la víspera de la cumbre petrolera, el Departamento de Estado norteamericano envió a los países miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) un documento en el que expresa su ya conocido discurso sobre el gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela. “Estados Unidos está seriamente preocupado por las recientes amenazas a la democracia en Venezuela, la concentración de poder en el ejecutivo, la politización del poder judicial y una autoridad electoral viciada que no inspira confianza y ataques a los derechos civiles básicos”, expresa la misiva leída por Chávez. Para que no quedaran dudas del emisario, la carta estaba identificada con el “escudo del gobierno de los Estados Unidos”, y en el se leía “Departament of State of the Unites States of America, fechado el 27 de junio”.
En el documento se exhortaba “conociendo la larga tradición y sólidos principios democráticos de la Caricom”, que esos países “tomen nota de la importancia que Venezuela respete la carta democrática interamericana y preserve su tradición democrática”.
“Este documento -reaccionó el presidente Venezolano- es una falta de respeto a nuestro pueblo y a nuestro gobierno. Me indigna porque es una agresión más, un intento más del imperialismo salvaje de los Estados Unidos”. El documento señala que “existen cada vez más pruebas de que Venezuela está utilizando activamente su riqueza petrolera para desestabilizar a sus vecinos democráticos, mediante la financiación de grupos extremistas y antidemocráticos en Bolivia, Ecuador y otras partes”.
Chávez replicó que “es Estados Unidos y no Venezuela el país que históricamente ha interferido, atropellado libertades y democracias en este continente”. Y luego acusó a Estados Unidos de tolerar y auspiciar el derrocamiento de gobernantes progresistas, que a la postre dieron paso a regímenes como el del ahora ex presidente chileno “Augusto Pinochet y a las dictaduras más salvajes que en este continente han llenado de sangre esta tierra. Si alguien atropella la democracia y la libertad es el gobierno de Estados Unidos. Ahí está la historia que lo señala con el dedo acusador”, recalcó
Al finalizar su alocución, Chávez lamentó la dureza de sus palabras, pero dijo que no tiene otra alternativa que “defender la dignidad de este pueblo”. Y luego agregó: “Hermanos, cuando uno defiende la dignidad de su propio pueblo está defendiendo la de todos nuestros pueblos, porque el atropello es contra todos, nos creen imbéciles”, enfatizó.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, finalmente declaró que tiene sobradas razones para romper relaciones con Estados Unidos por sus continuas agresiones, y sobre este punto advirtió: “no sé si lo haremos algún día.
Tanta falta de respeto, tantas agresiones injustas tienen un límite. Cristo decía que cuando le dan una cachetada a uno hay que poner la otra. Ya tenemos los dos cachetes morados de tanta cachetada”, dijo ante las delegaciones reunidas en Puerto La Cruz.
En mayo pasado, Chávez expresó que Venezuela reconsiderará sus relaciones diplomáticas con Washington si no extradita a Luis Posada Carriles, un cubano anticastrista buscado con relación al atentado contra un avión de pasajeros en 1976, en el que perecieron 73 personas.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han vivido varios momentos de tensión durante los seis años de mandato de Chávez, pero la dependencia económica entre ambos países hasta ahora ha evitado una ruptura en las relaciones políticas y diplomáticas
Mientras que Venezuela le suministra a los Estados Unidos el 10% del petróleo que éste consume, ubicándose así en el cuarto lugar entre los exportadores de crudo a este país, el 50 % de la producción venezolana -la mitad de las divisas que entran al país- es adquirida por los norteamericanos.
Este marco de dependencia mutua, con el que Chávez busca terminar, y que está en el fondo de los acuerdos energéticos, ha sido profundizado por Venezuela con los países de la región desde que su presidente fue revalidado en su cargo en el plebiscito realizado en agosto de 2004. “Tenemos ocho refinerías en Estados Unidos, con 14.000 estaciones de combustible, y estamos subsidiando a Bush, con 1,5 millones de barriles diarios de petróleo subsidiado.
Eso es colonialismo”, expresó el presidente venezolano en el marco de una de las tantas cumbres realizadas para establecer acuerdos petroleros con países sudamericanos.
En otras oportunidades Chávez dejó entrever, que así como un acuerdo sobre el carbón y el acero fueron la piedra fundamental de la Unión Europea, los recursos energéticos pueden serlo de la unidad latinoamericana, por ello “la creación de Petrosur va más allá del petróleo”.
Cambie Petrosur por Petrocaribe, y tendrá la explicación, no solo de la importancia de la realización de la primer cumbre energética de mandatarios del Caribe, sino también de las reacciones desesperadas y los arrebatos criminales de la Casa Blanca.