Informe especial: Colombia, la operación “Emmanuel” y la oscura intervención de Estados Unidos

Contra la mayoría de los pronósticos, que preanunciaban un desenlace feliz, y a la altura de semejante esfuerzo internacional, el operativo de rescate de tres de los rehenes que se encuentran en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, fue cancelado a poco de que terminara el año. Cuando todo parecía encaminarse a su final, la guerrilla argumentó a través de un comunicado que la razón de la marcha atrás eran los «intensos operativos» desplegados en la zona por las Fuerzas Armadas de Colombia. ¿Qué sucedió? ¿Quién gana y quien pierde? ¿Alguien puede creer que el gobierno colombiano del conservador Álvaro Uribe no tuvo nada que ver? Intrigas, preguntas y dudas que reclaman respuesta.

Cuando los días de espera comenzaban a despertar las peores sospechas, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, leyó el comunicado de las FARC en la última tarde del 2007. El texto señalaba que «por ahora» no devolverán a Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González. De esa forma, la comitiva de garantes internacionales encabezada por el ex presidente Néstor Kirchner se veía ante la posibilidad de emprender el regreso con las expectativas frustradas.

Al conocerse la determinación del grupo guerrillero, Chávez reclamó un «cese al fuego» por parte de las Fuerzas Armadas de Colombia para destrabar la entrega de los cautivos, pero el presidente colombiano Alvaro Uribe respondió minutos después con una conferencia de prensa en Villavicencio donde aseguró que su gobierno ofrecía abrir un «corredor» libre de operaciones militares para facilitar la entrega.

«Acabamos de aceptar ante los delegados humanitarios y el canciller de Venezuela que se cree ese corredor libre de nuestra parte de operaciones militares activas para facilitar que las FARC traslade a los rehenes», afirmó Uribe.

En una conferencia de prensa desde Villavicencio, adonde llegó para reunirse con el grupo de delegados internacionales que encabeza Kirchner, Uribe desmintió que el ejército de su país haya realizado «combates» en el área prevista para la liberación de los rehenes.

«Aquí no ha habido combate, nosotros desconocemos el área (elegida para liberar a los rehenes)», afirmó Uribe, con lo que salió al cruce del comunicado de las FARC donde argumentaba que la operación se frustraba por la actividad militar en la región.

Las FARC explicaron en el texto enviado a Chávez que «estamos seguros que tanto usted y los comisionados interesados (en la entrega de los rehenes) entenderán está situación… insistir en ello en estás condiciones sería poner en riesgo» la vida de los rehenes «y de los mismos guerrilleros para cumplir esta misión», añadió la misiva.

Sorpresivamente, en su mensaje, el mandatario colombiano deslizó la hipótesis de que «probablemente» Emmanuel, hijo de la secuestrada Clara Rojas que nació en cautiverio, no estaría en poder de la guerrilla FARC, sino que fue entregado al «sistema de bienestar familiar» del país.

Uribe se fundó en información de los servicios de inteligencia y estimó que la situación podría ser la razón del fracaso en la liberación de los rehenes, que de confirmarse la hipótesis, serían sólo las dos mujeres.

«Probablemente Emmanuel se encontraría en Bogotá en el sistema de bienestar familiar», afirmó Uribe, quien detalló que el niño podría haber sido bautizado como Juan David Gómez y estaría en un hospital perteneciente al estado colombiano. El presidente colombiano adelantó que al chico encontrado le van a practicar un examen de ADN a familiares de Clara Rojas para ver si es su hijo.

La punta del ovillo

Pero lo cierto es que detrás de los aparentes buenos oficios del gobierno colombiano apareció la larga mano de Washington, aunque desde el 31 los voceros de Uribe repiten hasta el cansancio las «plenas garantías» por parte de su gobierno a los representantes internacionales que viajaron a Villavicencio para participar del operativo. Pero mientras los personeros uribistas dicen sentir «angustia» porque la prensa «argentina, ecuatoriana y boliviana» publicó que no se habían «dado por parte del gobierno colombiano las debidas garantías a los delegados humanitarios», lo innegable es que poco antes de que Uribe hablara en conferencia de prensa, mantuvo una prolongada conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, donde analizaron los últimos acontecimientos en torno al operativo, según informó el portavoz del gobierno norteamericano, Scott Stanzel.

Es que a todas luces, el único beneficiado en que una iniciativa humanitaria de estas dimensiones corra peligro, es el gobierno de Álvaro Uribe, principal aliado de Washington en la región y claramente empeñado en imponer por la fuerza la recuperación de los rehenes, algo que los familiares consideran una barbaridad, ya que de ese modo todos corren peligro.

Sin embargo, la dimensión del acuerdo internacional para lograr el rescate humanitario habla de una voluntad multilateral impensable años atrás. Es la primera vez en más de una década que Colombia recibe una propuesta alternativa a su prolongado conflicto por fuera de las propuestas de Washington, es decir: el Plan Colombia y la intervención militar.

Qué dijeron los garantes

Los representantes internacionales que debieron abandonar Colombia por el fracaso del operativo redactaron un comunicado que fue leído por el ex presidente Néstor Kirchner: «Hemos venido a Colombia como delegados de pueblos y gobiernos amigos, con el objetivo de ofrecer acompañamiento internacional a la «Operación Emmanuel», cuyo fin humanitario es concretar la liberación de Consuelo, Clara y Emmanuel, anunciada ante la opinión pública internacional por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)».

«Agradecemos la confianza en nosotros depositada por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en su calidad de impulsor de la Operación Emmanuel».
«Agradecemos al presidente de la República de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, al Comité Internacional de la Cruz Roja, y a todos aquellos que han sumado esfuerzos para que las dos primeras fases de la Operación Emmanuel se hallan desarrollado rápida y exitosamente».

«Hoy nos encontramos en la última fase de tan importante operación humanitaria, la cual ha sufrido dificultades que, hasta ahora, han impedido su concreción. Se trata del más delicado y crucial momento, donde es necesario reunir todas las condiciones para garantizar la seguridad de todos y el éxito de la entrega».

«Ante esta situación, los comisionados consideran conveniente la suspensión provisoria de su presencia en el territorio colombiano».
«Cuando estén dadas todas las condiciones para la entrega de Consuelo, Clara y Emmanuel, la comisión de delegados internacionales inmediatamente continuará con su misión».

«A fin de facilitar lo antes posible el óptimo desarrollo de la operación, la comisión de delegados internacionales insta al gobierno de Colombia a crear un espacio humanitario seguro que permita el traslado de los secuestrados hasta su lugar de liberación».

«Asimismo, insta a las FARC a abstenerse de realizar acciones durante la operación humanitaria».
«Frente al sufrimiento de Consuelo, Clara y Emmanuel, a la angustia de sus familiares, a las esperanzas del pueblo colombiano y a la expectativa de la comunidad internacional, la comisión de delegados exhorta a todos los involucrados en esta operación humanitaria a que hagan sus mejores esfuerzos para garantizar su rápida y exitosa conclusión».

Tras la lectura del comunicado, al día siguiente, el presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó a su par de Colombia, Alvaro Uribe, de «dinamitar» el operativo de rescate: «Él fue a lanzar una bomba sobre el proceso humanitario y debe asumir su responsabilidad ante el mundo como presidente de Colombia, porque no tengo la menor duda de que es su Gobierno y sus acciones las que están tratando de abortar el procedimiento», aseveró Chávez al dialogar anoche con la prensa.

“¿Por qué va justo hoy a Villavicencio con su equipo a lanzar esa hipótesis cuando él ha podido terminar de comprobarla antes de venir? Todo el tiempo que utilizó para lanzar esa bomba ha podido utilizarlo para pedir una prueba al supuesto padre. Ojalá fuera cierta su hipótesis pero tengo razones para dudar de Uribe; muchas razones para dudar lo que diga su alto comisionado de paz y muchísimas razones más para dudar de lo que diga el ministro de la Defensa. Uribe fue a dinamitar esta fase de la operación con esa bola de humo, lanzando una hipótesis que hubieran podido corroborar”.

Pero en política internacional, no hay primera sin segunda, y seguramente, la suerte le puede ser esquiva a Uribe en el repechaje.

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