Arturo Jauretche solía recordar que el mayor mérito de Forja había consistido en convertir el pensamiento nacional en hábito.
Veinte años después de que aquellos jóvenes yrigoyenistas comenzaran su tarea en 1935, Arturo Peña Lillo daría inicio a la suya al editar en 1954 la Historia Argentina de Ernesto Palacio.
Más de un centenar de títulos y decenas de miles de ejemplares editados lograrían en las dos décadas siguientes que el pensamiento nacional fuera también hábito para las jóvenes generaciones de entonces. El retorno de Perón y la masividad de los libros de Arturo Jauretche, José Maria Rosa y Jorge Abelardo Ramos serán así mojones inseparables de esa etapa de victoria nacional y popular.
El librero de la patria, nacido en Chile, editor en la Argentina, aún hoy, con su vida y con su obra editorial y autoral (Los encantadores de serpientes; Memorias de papel) nos recuerda la vigencia del compromiso intelectual y militante con los pueblos de la nación latinoamericana.
El 4 de Setiembre de 2006 Se realizará en el Centro Cultural Torcuato Tasso y con motivo de su cumpleaños Nº 89, un homenaje al escritor y editor nacional Arturo Peña Lillo.
Solicitamos su adhesión a la comisión de homenaje y o asistencia.
Cena homenaje a Arturo Peña Lillo
– Centro cultural Torcuato Tasso
– Defensa 1535 – Parque Lezama –
– 4 de setiembre de 2006 – 21 HS –