Todavía no hay muchas cosas claras después del voto decisivo de Cobos. Lo único claro es que la Resolución 125 ya no corre y que la Federación Agraria se quedó sin el pan y sin la torta.
También decíamos en notas anteriores que no van a alcanzar los maquillajes para salir de este atolladero. La encrucijada es mucho más aguda.
Y nos vamos a detener en este punto, porque es el gobierno el que tiene que tomar la iniciativa en la agenda pública y en la iniciativa política. Hoy, a casi una semana de la sesión histórica en el Senado, hay una suerte de silencio de radio no digo preocupante, pero por lo menos llamativo. Esperemos que el silencio sea la antesala a una respuesta contundente de cara a la sociedad, y en poco tiempo. De lo contrario, la agenda la van a imponer los que festejaron el jueves de madrugada, vía la patria mediática.
Como ya se dijo en ZOOM, de esto solo se sale con medidas de corte progresista y popular. ¿Con quiénes se ejecuta esta agenda en esta etapa? Convocando a los sectores que hasta hoy solo han sido llamados (o se han autoconvocado) para sostener esta dura pelea que se acaba de perder. No se trata solo de convocar individualidades, o en todo caso no alcanza. Hace falta profundizar en la participación política y en la organización para sostenerla. Para que la contra, como se decía antes, no nos marque la cancha o nos señale a los funcionarios a los que hay que darles salida. Tampoco hay espacio ya para el supuesto y perverso juego de “nos encerramos en mantener tal funcionario porque me lo apuntaron de afuera”.
Hay que despabilarse, porque la hora impone la templanza de los grandes dirigentes, aquellos que saben que tal vez no haya muchas oportunidades, pero que si pinta una la vamos a saber aprovechar como nadie.
Deseosos de señales, en estos días vimos a la presidenta por cadena nacional, brindando un discurso sobre la reestatización de Aerolíneas con todo el gabinete y los sectores involucrados festejando. Inmediatamente, por otro lado, miembros de ese gabinete anunciaban que la empresa va a ser reprivatizada lo más rápido posible. El hombre de a pie que comulga con este gobierno, incluso aquel al que le gustaría con ganas que le gustase un poco más este gobierno, el militante, o sea los sectores que estuvimos estos 130 días aguantando los trapos en la puja con la patronal del campo, esperamos mucho más que actitudes duales para dar vuelta la página y ponernos a trabajar en recuperar el terreno perdido.