H5N1: cuáles son los orígenes de un virus que podría golpear a la humanidad

Por Causa Popular.- El virus de la gripe aviar que comenzó a extenderse por el Viejo Continente, aún no llegó al continente Americano, ni se espera que esto suceda, al menos en el corto plazo. El virus que transmite esta gripe mortal se encuentra en la fase en la que sólo se puede contagiar en contacto con animales enfermos. Los científicos, sin embargo, alertan que el virus podría llegar a mutar y transmitirse entre los seres humanos. Si eso pasara, las inmediatas comunicaciones que posibilitan el desarrollo del transporte en el mundo, podría lanzar a nivel mundial, la tan temida cuarta pandemia de gripe. Esta vez de un virus diez veces más mortal que el que mató en 1918 a 20 millones de personas.

Según Miguel Angel Cevallos, doctor en investigación biomédica básica, que trabaja en el Centro de Investigación de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en una nota difundida por el Argenpress.info el caso merece una precaución mucho mayor de la que recibe.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gripe o influenza aviar es una enfermedad contagiosa causada por virus que afecta principalmente a las aves de corral y en menor grado a los cerdos. Según informa esta organización desde mediados de diciembre de 2003, varios países asiáticos reportaron brotes de gripe aviar en patos y pollos, así como en varias especies de aves silvestres y cerdos. La enfermedad se ha propagado con gran rapidez por varios países, lo cual no había pasado antes.

Para la OMS, un hecho que resulta alarmante es que se detectó una cepa del virus altamente contagiosa, conocida como H5N1, responsable de la mayoría de los brotes. Esta variedad del virus es muy peligrosa porque puede intercambiar material genético con los virus de la gripe humana y dar origen a un híbrido altamente nocivo y mortal para el hombre y la mujer.

Una persona infectada con ambos virus, puede servir como medio para que se de este intercambio genético. Si el nuevo virus tiene suficientes genes humanos, la transmisión de una persona a otra es más fácil y, si esto ocurre, las condiciones para el comienzo de una pandemia se habrán dado.

A la fecha, los equipos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están apoyando estudios para la rápida detección de la enfermedad, aplicación de medidas de control y la caracterización del virus H5N1.

Por ahora, la única forma conocida de evitar su contagio es sacrificando todas las aves infectadas o expuestas a la enfermedad, la cuarentena y desinfección de las granjas avícolas, además del control de la circulación de aves vivas dentro de un mismo país o entre países. Los últimos brotes en África son producto de la inmigración de pájaros desde Asia a ese continente.

La OMS asegura que no se puede estar seguro de que existan las condiciones para prevenir una pandemia a nivel mundial. “Los virus que producen la gripe son altamente inestables y su comportamiento desafía cualquier predicción, pero la OMS opina que si se realizan las acciones correctas, una pandemia de este virus puede ser prevenida”, este es el objetivo al que la OMS dice estar abocada.

“La epidemia que viene”

Miguel Angel Cevallos, doctor en investigación biomédica básica, escribió en una nota llamada “La epidemia que viene”, publicada por la revista de divulgación de la UNAM ¿Cómo ves?, algunos datos muy interesantes para comprender el comportamiento de este virus y las posibilidades ciertas de una pandemia mundial.

Cevallos comienza su artículo, aclarando por qué se trata de una nueva epidemia. Para el científico “desde hace ya varios años vivimos en el filo de la navaja: desde 1997 vienen apareciendo evidencias claras de que pronto volveremos a encontrarnos con un viejo y cruel enemigo, pero con un nuevo rostro: el virus pandémico de la gripe A H5N1.”

Luego de aclarar las características que tiene la gripe a la que estamos acostumbrados que nuestras defensas corporales combaten eficazmente, recuerda que “de vez en cuando surgen virus de la gripe cuyas características son tan novedosas que impiden que nuestro sistema inmune pueda identificarlos y hacer su trabajo como debiera. Los resultados pueden ser epidemias, de proporciones globales (pandemias), como las que ocurrieron el siglo pasado.

La primera de ellas apareció en 1918 y le costó la vida al menos a 20 millones de personas; muchas más de las que fallecieron en la Primera Guerra Mundial. La segunda surgió en 1957; la tercera, en 1968. Las dos últimas no tuvieron las dimensiones de la de 1918, pero aun así, perdimos a muchos cientos de miles de congéneres (véase ¿Cómo ves?, No. 51, ‘La influenza de las estrellas. Breve historia de la gripe’).”

“Desafortunadamente, -continúa Cevallos- las evidencias nos indican que en breve nos enfrentaremos a uno de estos virus especialmente malignos; en esta ocasión se trata de una variedad del virus de la gripe A, el H5N1, que infecta a las aves pero que puede tener consecuencias funestas cuando se trasmite a los humanos”, tal como lo aclara la OMS.

Conocer la gravedad del caso permite entender por qué todos encienden la alarma ante el virus que se está expandiendo: “No todos los virus de la gripe son iguales. De hecho, existen tres tipos básicos, el A, el B y el C, (…). El del tipo A infecta a las aves, al hombre y a otros mamíferos; los virus que originaron las pandemias de gripe del siglo pasado pertenecen a este tipo. El tipo B afecta sólo a los humanos, especialmente a los niños, y produce una enfermedad menos severa que la del tipo A. Por último, el tipo C también infecta exclusivamente a los humanos pero no produce ningún síntoma, por lo que no se le considera peligroso.”

Si bien todos los subtipos del virus de la gripe A, la más fuerte, son combatidos en forma eficiente por nuestro sistema inmunológico con tan sólo unos días de reposos, “todo parece indicar -aclara Cevallos- que algunos nuevos subtipos del virus de la gripe A quieren ocupar como territorio a la especie humana, porque, agresivos en las aves, también tienen la potencialidad de infectarnos y causarnos una enfermedad que puede hacer peligrar nuestras vidas.

Esto desde luego es poco común, pero cuando ocurre suele ser muy peligroso, ya que nuestro sistema inmune no los conoce y, por lo tanto, no sabe cómo defenderse adecuadamente de ellos. Por esta razón, una epidemia grave de gripe aviar en una granja de pollos es un problema que debe preocupar no sólo a los dueños de las rotiserías, sino también a aquellos responsables de la salud humana”, sentencia.

“La primera advertencia de que se avecina una pandemia de gripe aviar -recuerda este investigador- entre los humanos surgió en Hong Kong, en 1997. Dieciocho individuos que trabajaban en granjas de pollos que en ese momento pasaban por un episodio de gripe aviar enfermaron. Todos tuvieron que ser hospitalizados y seis no sobrevivieron. Las autoridades, en el afán de evitar nuevos contagios, eliminaron en un tiempo récord a todos los pollos de la isla (alrededor de 1.5 millones de animalitos).

Después se determinó que el virus involucrado pertenecía al subtipo H5N1, el cual, por cierto, no era nuevo para la ciencia, ya que se aisló por primera vez en 1961, en golondrinas marinas sudafricanas. La acción rápida y decidida de las autoridades de ese país contuvo, esa vez, la epidemia.”

La velocidad de propagación es enorme y las respuestas humanas bastante limitadas hasta ahora. Vale recordar el caso de las 6000 aves que murieron en cuestión de un mes en China. Cevallos aclara: “A primera vista, la muerte de 6.000 aves pudiera parecer intrascendente (…) pero el fondo del problema radica en que estas aves son migratorias y están transportando al virus mucho más allá de las fronteras chinas, e iniciando brotes epidémicos en otras regiones del mundo: en julio se reportaron en Rusia y en Kazajstán brotes de gripe aviar tanto en aves migratorias como en algunas granjas de pollos.

Posteriormente se encontraron aves infectadas con el virus H5N1 en Tibet, Mongolia, Rumania y en Turquía. Se teme ahora que algunas aves migratorias lleven el virus desde el norte de Rusia hasta el África oriental, donde el impacto de la gripe aviar sería inmenso, ya que los pobladores de esa región del mundo viven en extrema pobreza y su sustento depende, en gran medida, de las aves de corral”.

“Si por desgracia se establece la gripe aviar en alguna granja de esas comunidades irremediablemente habrá que sacrificar a todas las aves de corral de esa granja y las de los alrededores. Acción que, por una parte, evita que se extienda la epidemia pero por otra condena a los pobladores a la inanición.” Esta semana el virus llegó al Africa Oriental tras conocerse varios casos en Egipto.

Una pandemia humana de gripe aviar no ocurre de un solo golpe sino en etapas más o menos predecibles. La primera etapa empieza cuando una variante de un virus de la gripe prospera en aves acuáticas silvestres con hábitos migratorios.

La segunda se origina cuando un ave migratoria infecta, a través de sus heces u otros fluidos corporales, a un ave de corral y se inicia una epidemia de gripe en esa granja avícola y posteriormente la enfermedad se extiende a otras granjas.

La tercera etapa comienza cuando surge una mutante entre los virus de la gripe aviar que es capaz de afectar a los humanos, pero su habilidad de “saltar” de una persona a otra es limitada. En la cuarta etapa la pandemia se inicia cuando el virus adquiere un cambio genético que le permite propagarse con agilidad entre seres humanos.

La vida de 200 millones de personas según los cálculos de este investigador, dependen de que el virus no pase a la cuarta etapa.

Pero si el lector aún se encuentra un poco incrédulo por lo que pueda pasar con la gripe aviar, la real dimensión del problema puede ser comprendida si se tiene en cuenta que “de las 125 personas que se han contagiado de la gripe aviar, 64 ya no están entre nosotros.

Esto quiere decir que el virus tiene una mortalidad del 50%, lo cual lo hace extremadamente peligroso. Al parecer, lo que ha limitado su propagación es su escasa capacidad de “saltar” de humano en humano. (…) Para sopesar esto adecuadamente, pensemos que el virus de la epidemia de 1918 tuvo una mortalidad del 5%, y se llevó a la tumba cuando menos a 20 millones de personas.

El virus H5N1 tiene una mortalidad 10 veces mayor; si este virus llegara a tener la misma capacidad de producir contagios humano-humano, esperaríamos la muerte de cuando menos 200 millones de personas, y quizá éste sea un número conservador, puesto que ahora somos más y podemos viajar con mayor facilidad.”

“Algunos modelos matemáticos predicen que si se inicia la pandemia, en tan sólo seis meses 52 ciudades resentirían sus efectos y entre ellas la pobladísima Ciudad de México. En este momento la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muchos científicos y médicos a todo lo largo y ancho del mundo están desarrollando herramientas y estrategias para evitar, o al menos mitigar, esta potencial tragedia”.

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