Galvarino Apablaza, «Comandante Salvador»: Tengo confianza en que se va a negar la extradición y lograr el refugio acá en Argentina

Por Causa Popular .- El Lunes 29 de noviembre detuvieron en Moreno, Provincia de Buenos Aires, a Galvarino Apablaza (El mítico «Comandante Salvador»), quíen comandó el contingente de combatientes internacionalista en Nicaragua 1978 y también ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), que lucho contra la dictadura de Augusto Pinochet durante 30 años. La justicia chilena pidió la detención a su par argentina acusándolo de ser participe intelectual del asesinato en 1991 del senador chileno y consejero político de Pinochet, Jaime Guzmán. Mientras el destacado luchador trasandino pedía el refugio político en Argentina, del otro lado de la cordillera estalló una crisis en el cuerpo policial y dentro del palacio de la Moneda, sorprendidos por el operativo, se debatían buscando las causas del momento elegido para detener al «Comandante Salvador» cuando se difundían los informes sobre torturas a 35 mil chilenos durante la dictadura militar que Pinochet mantuvo con mano de hierro. (Ver notas relacionadas)

Organizaciones de Derechos Humanos argentinas se pronunciaron en contra de la extradición y por el refugio político el ex líder del FPMR. Desde la cárcel argentina Apablaza niega los cargos que se le imputan, en una entrevista que impactó fuertemente en la prensa chilena y que Causa Popular reproduce en exclusiva.

Desde el 29 de noviembre está detenido en la Argentina Galvarino Sergio Apablaza Guerra. El «Comandante Salvador» se encuentra a disposición del juez Federal Claudio Bonadío debido a un pedido de arresto solicitado por Interpol de Chile. Actualmente se encuentra alojado en la Brigada Antiterrorista de la Policía Federal Argentina.

Pero la historia de detenciones y persecución política del ex líder del FPMR comienza hace 30 años atrás, durante los cuales vivió en la clandestinidad y comandó el contingente de internacionalistas que contribuyó decisivamente en la liberación de Nicaragua de la dictadura de Somoza.

En mayo de 1974 fue detenido en el Centro Pedagógico de la Universidad de Chile, mientras cursaba el último año de la carrera de Química y presidía el centro de alumnos siendo dirigente de las juventudes comunistas de Chile.

A partir de esta primera detención durante la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet pasó por distintos centros clandestinos de la DINA chilena y campos de concentración. Estuvo en calidad de desaparecido varios meses, y fue brutal y sistemáticamente torturado.

Entre otros centros de detención estuvo alojado en «Londres 38″, «Estadio Chile«, y «Estadio Nacional«. Luego fue reconocido como preso político hasta septiembre de 1975, fecha en la que ante la negativa de exiliarse fue expulsado del país.

Con la expulsión, luego de pasar por Panamá, se dirigió a Cuba, donde pudo reunirse con su entonces esposa y nacen sus dos hijas mayores. En 1979 comandó el contingente internacionalista de jóvenes latinoamericanos que ayudó a liberar a Nicaragua de la tiranía de Anastasio Somoza.
En 1984 volvió a su país de manera clandestina asumiendo un rol protagónico, junto a muchos otros compañeros, en la lucha contra la dictadura.

En 1987 ya siendo militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, organización de resistencia contra la dictadura de Augusto Pinochet, fue autorizado a regresar a Chile, a pesar de estar buscado por las fuerzas de seguridad y militares.

A pesar del aparente retorno a la democracia, en 1990 la persecución y el hostigamiento no cesaron, lo que obligó a Galvarino Apablaza a mantenerse en la clandestinidad.

En su pedido de refugio político en Argentina el «Comandante Salvador» declara: «He sido un ferviente opositor al régimen de Pinochet. Fui miembro de una organización que ejerció el legítimo derecho a la resistencia a la opresión. Fui víctima de sus mazmorras y sus atrocidades. Aun hoy sigo siendo perseguido por todo ello.»

Vivía en la clandestinidad en la Argentina. Junto a su actual compañera Paula Chahín, y sus tres hijos argentinos lograron constituir su hogar en la ciudad de Moreno. El lunes 29 de noviembre fue detenido por la División Unidad de Investigaciones Antiterroristas de Argentina, junto con la Jefatura de Inteligencia Policial de Investigaciones (JIPOL) chilena. La justicia Chilena tiene ahora dos meses para pedir su extradición.

Crisis policial en Chile

La detención del ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Galvarino Apablaza, provocó una crisis interna en la Policía de Investigaciones chilena.
Funcionarios del gobierno, citados por medios de prensa trasandinos, indicaron que La Moneda no solo fue sorprendida por el operativo, sino que además se enteraron del mismo horas después del arresto, a pesar de que el proceso de investigaciones estaba en marcha desde mayo pasado.

Antes del arresto, la División Unidad de Investigaciones Antiterroristas de Argentina, junto con la Jefatura de Inteligencia Policial de Investigaciones (JIPOL) chilena, habían advertido a la policía bonaerense de la presencia de Apablaza en el partido de Moreno

Ambos organismos policiales, según se afirma, trabajaban en conjunto en las pesquisas, por lo que en el Ministerio de Interior José Miguel Insulza, cuestionó fuertemente al prefecto Carlos Tapia, jefe de JIPOL que estaba al mando de las indagatorias. Cuando el ministro le pidió explicaciones de lo ocurrido al director de Investigaciones, Arturo Herrera, éste le respondió que tampoco tenía conocimiento del operativo en Buenos Aires.

Por todo esto mientras que en La Moneda trabajaban en la estrategia para lograr la expulsión o extradición de Apablaza, paralelamente, esperaban una respuesta de los hechos por parte del alto jefe de la policía civil. Luego de estos hechos Herrera decidió el traslado inmediato del prefecto Tapia de la JIPOL, para que ocupara el cargo de jefe en la IV Región, un puesto de menor envergadura. La JIPOL, cuya jefatura ocupaba Tapia, es una de las unidades especializadas más importantes del país.

En el gobierno estiman muy grave que un funcionario de menor grado haya montado una operación de tal magnitud, que incluye coordinación con la policía de otro país, a espaldas de los altos mandos. Por ello, lo que se intenta dilucidar es quién decidió montar esta operación y quiénes trabajaron en la comunicación interna con las fuerzas policiales transandinas para lograr el arresto del también conocido como «Comandante Salvador«.

En el gobierno chileno tratan de establecer qué vínculo podría existir en la detención del ex jefe del FPMR con el informe sobre la tortura. La aprehensión se produjo a menos de 24 horas de que el Presidente Ricardo Lagos diera lectura al texto de la comisión Valech. A su vez, investigan por qué se decidió «reventar» la operación policial el lunes último, tomando en cuenta que el líder frentista ya estaba localizado y monitoreado por la policía de investigaciones hace varios días.

Una de las hipótesis que se manejan es que la fecha en que se capturó a Apablaza estuvo ligada con la coyuntura política que se vivía en Chile tras el informe de la tortura y se intentan esclarecer qué motivaciones podrían estar detrás de ello.

Los escenarios legales y juridicos

Los abogados chilenos Hugo Gutiérrez y Carlos Margotta apelaron a la decisión del Ministro Hugo Dolmestch de procesarlo en la causa de Jaime Guzmán, lo cual retraza la solicitud formal de extradición del gobierno chileno.

En tanto, el abogado argentino Rodolfo Yanzón peticionó formalmente la solicitud de refugio, gestión que impide la extradición hasta que el CEPARE – Comité de Elegibilidad para Refugiados- se expida formalmente por ella, incluso es apelable, en la eventualidad remota de que le sea desfavorable.

Asimismo, en extenso y fundamentado escrito presentado al Juez Claudio Bonadío, el doctor Rodolfo Yanzón plantea “la nulidad de las actuaciones policiales que derivaron en la individualización y posterior detención de Galvarino Sergio Apablaza Guerra, de conformidad con lo prescripto en los artículos 166, 167, y 168, segundo párrafo, del CPP; sin perjuicio de la continuación del proceso de extradición”.

Según fundamenta, la SIDE, INTERPOL la PFA y sus pares chilenos «tuvieron dos investigaciones abiertas durante años para reunir información, ubicar y eventualmente encarcelar a perseguidos políticos, soslayando controles judiciales«.

El doctor Cavallo, al fundamentar su resolución de nulidad de la llamada causa 1281 dijo: «La realización sin orden judicial por parte de INTERPOL de medidas tales como el seguimiento de personas a que hizo referencia en nota de fs.1 constituye una trasgresión al orden juridico intolerable en un estado de derecho que obliga a la declaración de nulidad de todo lo actuado puesto que se omitió obligatoria intervención de un juez«.

Y agrega «No esta de más indicar que el debido proceso no sólo debe respetarse en la extradición o en el pedido de arresto provisorio, sino aún más, en el trámite que podríamos denominar «pre extracional» que realizan INTERPOL y en el que, según lo exige el ordenamiento interno, debe intervenir el poder judicial».

Fue sólo ante la intervención de los particulares afectados por el accionar ilegal de la PFA y de la SIDE, jueces argentinos dieron por terminadas esas investigaciones, declarando la nulidad ABSOLUTA de la causa 1281 por haberse lesionados sus derechos (años 1999/2000).

Según establece la defensa, tenían individualizado a Galvarino Apablaza – Mondaca hace casi 5 años.

Su detención procedió de las labores de inteligencia derivados de la causa 1281, elementos que no fueron informados tanto por el Subcomisario Salvador Bellusci, de INTERPOL, ni por el Comisario Jorge Rojo, del Departamento Unidad Investigación Antiterrorista de la PFA, con lo cual ambos incurrieron en una falsedad en la mencionada pieza procesal, con el fin de inducir a error, tanto a las partes como al juez interviniente.

Apablaza sufre la persecusión , además de Chile, de los EE.UU. y de sectores de la inteligencia del Estado argentino

Curiosa o macabramente, la primera mención que aparece en la solicitud de la policía para detener a Galvarino Apablaza
proviene de la nota enviada por el FBI de EE.UU a INTERPOL Buenos Aires (fs 3/6).

Según el FBI, habrían recibido un mail (patofillol2002@yahoo.com.ar) dirigido a la Sección Recompensa por Justicia del Departamento de Justicia de EE.UU, enviado por un tal Marcelo Arturo Fillol.

El supuesto Fillol aportó datos acerca de la identidad de Apablaza y dijo que se hallaba abocado a la investigación de dos líneas telefónicas, para conocer sus movimientos.

Posteriormenmte, la policia Federal Argentina individualizó a Fillol como Miguel Angel Furci, quien habría sido «…condenado a la pena de siete años de prisión por acultación y retención de una menor de diez años en concurso real con el delito de supresión del estado civil de una menor y falsificación ideológica e identidad….»

La verdad es que Fillol- Furci fue agente de la SIDE desde 1971. Fue integrante del grupo encargado de los secuestros y APROPIADOR de la niña de dos años Mariana Zaffaroni Islas, hija de un matrimonio de uruguagos desaparecidos en el centro clandestino conocido como Automotores Orletti.

Como queda en evidencia, Galvarino Apablaza tenía sobrados motivos para resguardar su identidad y la de sus hijos.

Además de la clara persecusión política que ha padecido en Chile, también ha sufrido persecusión de los EE.UU. y de sectores concretos del Estado Argentino.

Habla el comandante «Salvador» desde la cárcel en Argentina: «Tengo confianza en que me darán refugio en este país»

Por Jorge Molina Sanhueza

En su primera entrevista a un medio de comunicación, luego que fuera detenido el pasado lunes en Buenos Aires, por orden del ministro en visita Hugo Dolmestch, Galvarino Apablaza, el comandante Salvador, analiza el momento por que atraviesa y se declara inocente de los cargos que se le formulan.

Con tono tranquilo y con la esperanza de que se quedará en Argentina tras el juicio de extradición y que las autoridades trasandinas no lo expulsarán, Apablaza asegura que quiere reencontrarse con sus afectos, aunque declina comentar sobre sus entradas a Chile en la clandestinidad con la identidad falsa de Héctor Mondaca, y se declara inocente de los delitos que se le imputan, en una entrevista en exclusiva con El Mostrador.cl.

– ¿Cómo le han tratado las autoridades trasandinas?

Bien, muy bien. No puedo quejarme.

– Ahora se inician dos procesos, el de expulsión y el de extradición, como también acaban de pedir el asilo político. ¿Qué espera de eso?

Mira, son varias cosas. Lo primero que me interesa es que quede muy en claro que mis últimos 30 años, desde mi detención en 1974, han sido un infierno, la persecución; y todo por haber luchado contra la dictadura militar de Pinochet. Pretendo que en el contexto de este proceso todas esas cosas salgan a la luz, como una forma de denunciar que, por más informe de la tortura que haya, por más reparaciones que haya, tiene que haber una reparación que vaya mucho más allá de aquellos aspectos de índole económico. Debe existir una reparación moral para quienes hemos luchado durante todo este tiempo.

– ¿Es cierto que viajó con su identidad falsa de Héctor Mondaca a Chile en, al menos, un par de ocasiones?

Mira. Prefiero en este momento no referirme a ese tema, por ahora.

– ¿En qué situación se encuentra ahora? ¿Hay otras gestiones más allá de las judiciales en su favor?

En este momento mi situación es una detención preventiva, por un encargo de la Corte de Apelaciones de Chile, sobre la base de un par de acusaciones, causas, que sólo ahora me vengo a enterar, porque siempre fueron requerimientos de determinadas causas. Y ahora, al parecer, hay acusaciones en concreto, pero la justicia chilena tendrá que ser capaz de fundamentar y argumentar en su par argentina.

– El ministro Hugo Dolmestch le sometió a proceso esta mañana como autor intelectual del crimen del senador de la UDI, Jaime Guzmán y del secuestro de Cristian Edwards. ¿Qué tiene que decir al respecto? ¿Tuvo alguna participación en ello, práctica o intelectual?

No tuve participación en eso. No tuve nada que ver.

– O sea se declara inocente

No me declaro: Soy inocente.

– ¿Por cuanto tiempo se extenderá su detención?

De acuerdo a lo que se establece, el gobierno chileno tiene más o menos dos meses para pedir la extradición, desde que se comunica mi detención.

– ¿Y cómo fue el momento de la detención? También han surgido algunas dudas respecto a la seguridad que tenías en la casa. ¿Tenía miedo de algo, alguien?

Son sólo especulaciones. Yo siempre me movía solo, desarmado. Tenía una vida relativamente normal. Claro, naturalmente, evitaba andar exponiéndome innecesariamente, por ejemplo, en lugares que siempre son controlados.

– ¿Y el operativo?

Bueno, el operativo en sí, olvídate.

– ¿Pensó alguna vez que le iban a detener?

Si, claro que sí. Eso siempre a uno se le pasa por la mente. Incluso yo tenía indicios. Hace tiempo también venía tratando de saber cuál era mi situación legal. Habían algunos abogados en Chile que tenían esa petición mía de saber cuál era mi situación real, porque se habló de requerimientos, pero de elementos concretos, nunca existió nada.

– ¿O sea que el golpe de la policía chilena no fue tal?

No sé cómo se han presentado las cosas. Obviamente que tendrán que justificar la dimensión del operativo. De ahí deberán decir, cómo detienen a un hombre desarmado en una calle, con un operativo, huevón, con francotiradores, con fusiles de última generación, miras infrarrojas, entonces….

– ¿Como de película?

Claro. Tiene que ser sujeto peligroso. Incluso en ese mismo momento conversando con los tipos ahí, les dije, pero cómo tanto escándalo, si me detiene un control seguramente me paran igual.

– ¿Y qué le dijeron?

Que bueno, que la historia, que el prontuario y esas cosas. Pero la historia es otra. Pero claro, reúnen a las mejores fuerzas en pos de un objetivo que es político.

– ¿Cómo ves el proceso que viene ahora, de expulsión o de extradición, cuál es tu sentir con lo que va a pasar?

Tengo bastante confianza en que se va a lograr un refugio acá en Argentina, que me darán refugio en este país, pero en lo inmediato. En lo futuro, sería vivir en mi país, tener todos mis derechos en mi país.

– ¿Algo que desee agregar?

Bueno, el único mensaje si tengo la chance, es mandarle un saludo a mi madre, a mi familia en Chile, a mis hijas de tanto dolor en estos tiempos. Creo que hoy tengo la posibilidad, independiente de cuáles sean las soluciones al futuro, de reencontrarme con mis afectos.

El reencuentro con sus afectos

Casi 30 años de separación forzada culminaron esta semana para Salvador y su familia. En un emotivo reencuentro lo visitaron su madre, hermanos y sus hijas mayores.

Pese a sus 82 años la madre de Apablaza, Luisa Guerra Urrutia, no quiso perderse la oportunidad de reencontrarse con su hijo. Tampoco Cristina, de 56 (dos más que «Salvador«), una de los seis hermanos de la familia.

Finalizada la visita y visiblemente emocionadas expresaron:
«Lo primero que hicimos fue darle un gran abrazo. No hablamos de política, sólo de temas familiares. «, cuenta la hermana con el asentimiento de la madre. En tanto que la madre, entre lágrimas, sólo atinó a decir que «lo encontré muy bien de ánimo a pesar de que pasaron tantos años». «Lo están tratando bien y estoy contenta de haberlo podido visitar aquí porque si lo mandaran a Chile seguro que lo matan»

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