Petróleo es el tema que acapara las conversaciones en oficinas del gobierno cubano, en las calles y casas habaneras. El origen de ese revuelo se debe a que la perforación que realiza la compañía española Repsol-YPF en aguas territoriales del Golfo de México está por terminar. Cuba, por vez primera en su historia, vive la insólita apuesta de poder transitar de país pobre a uno rico con una producción de crudo ligero estimada en más de cien mil barriles diarios.
La compañía Repsol, en las primeras semanas de agosto, deberá hacer público el resultado de su exploración a casi dos mil metros de profundidad en una zona situada a unos 30 kilómetros en la costa norte de La Habana. Cuba, entonces, podrá saber si ganó o fracasó en esta apuesta millonaria.
Fidel Castro espera con la ansiedad de un padre primerizo, el resultado de los análisis geológicos que le darán esta semana los ingenieros de Repsol-YPF. Si son positivos, Cuba tendrá petróleo suficiente como para autoabastecerse por primera vez desde que cayó la URSS. Eso puede cambiar la historia. No dependerá de los vaivenes políticos de Hugo Chávez y su petróleo venezolano que es el que salvó a los cubanos en los últimos años. Y las sanciones económicas estadounidenses se convertirían en tan obsoletas como los discos LP.
Algunos expertos alegan que las probabilidades de hallar petróleo en áreas inexploradas son de uno contra veinticinco; pero otros consideran que Repsol debe tener pruebas convincentes sobre la existencia de crudo, ya que ha contratado, para el pinchazo de exploración, a la plataforma noruega semisumergible Eirik Raude, una de las más nuevas y sofisticadas del mundo, por un costo de 195 mil dólares al día.
Fuentes cercanas a este proyecto han dicho que el uso de esta plataforma es para determinar “la relación de petróleo a gas, la calidad del crudo y la viabilidad comercial de las bolsas”.
La española Repsol -YPF desde hace un mes explora a unas cien millas marinas de la costa cubana en el Golfo de México. Los técnicos que la operan prometieron al gobierno de La Habana que en esta primera quincena de agosto tendrían un estudio preliminar que determinará si sigue o no la exploración.
Varias otras empresas extranjeras comienzan a trabajar en la misma dirección. Una de las más interesadas es Halliburton que presidió el vicepresidente Dick Cheney hasta mudarse a la Casa Blanca. «Las sanciones se romperán en mil pedazos si las petroleras estadounidenses huelen el olor rancio del petróleo», asegura Larry Goldstein de la Petroleum Industry Research Fundation. Pero, Daniel Erickson, un analista del Diálogo Interamericano, dijo al diario «The Chicago Tribune» que el descubrimiento de petróleo en Cuba sería un «tremendo impulso» para la economía cubana, que padece una deuda externa de 12 mil millones de dólares y, además, depende en parte del petróleo de Venezuela.
El hallazgo de petróleo en el litoral de Cuba «sería el equivalente de sacarse un conejo del sombrero y le permitiría responder sus principales problemas económicos sin exigir reformas», observó Erickson.
La Habana afirmó que estaba dispuesta a abrir el mercado a las inversiones extranjeras, incluidas las estadounidenses. Para eso, dividió las 43.000 millas marinas que le corresponden al territorio cubano en el Golfo de México en 59 áreas. Por ahora, sólo Repsol-YPF tiene la concesión de 6 de esas áreas. Pero los canadienses de la empresa Sherritt Internacional ya pagaron el canon por una exploración y esperan el resultado con tanta ansiedad como Fidel.
Y también va por el oro…olímpico
La expectativa de los cubanos también esta puesta en sus atletas olímpicos. Competirá en Atenas con 159 deportistas, en 17 disciplinas, con un promedio de edad de 23 años, lo que demuestra la alta renovación (70 por ciento) de sus filas en relación con la cita olímpica de Australia 2000.
En una entrevista a Gramma José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano, evaluó las posibilidades de su país al comienzo de la magna fiesta del deporte mundial.»Cuba se ha preparado intensamente en todos los órdenes, argumentó Fernández. Nuestra delegación la constituyen aquellos que han clasificado de acuerdo con las reglas de las federaciones correspondientes».Pese a confiar en que Cuba logrará resultados iguales o superiores a los de Sydney 2000, el veterano dirigente rehusó vaticinios específicos.
El botín olímpico histórico de Cuba es de 56 medallas de oro, 46 de plata y 41 de bronce en total. En Sydney 2000 ocupó el noveno puesto, con 11 de oro 11 de plata y 7 de bronce.
También disfrutan del cine, Cuba, destinó 120 salas a la proyección del incendiario film Fahrenheit 9/11″.
Como dato curioso, las entradas al cine en Cuba cuestan 30 centavos de pesos argentinos.
