Macri lleva vetadas más de cuarenta leyes que fueron votadas por sus propios legisladores. Cristina apenas cuenta con algunos vetos parciales.
Macri planea aumentar el ABL con argumentos insólitos, cuando hace dos años ya lo incrementó casi un 300%. Las tarifas de servicios públicos en el país están subsidiadas casi hasta el absurdo desde 2003. El costo del agua corriente de la estatal Aysa, por poner un ejemplo, no tiene comparación casi con la realidad.
Macri pergeñó una Policía Metropolitana de la mano del hiper procesado Fino Palacios (con espías en el Ministerio de Educación incluídos) y la dejó a cargo de Eugenio Burzaco, el responsable de la seguridad neuquina cuando el asesinato del docente Fuentealba. Cristina continúa una ejemplar e inédita línea iniciada en 2003 para el abordaje de las protestas y la seguridad: no reprimir a los ciudadanos.
Macri forzó desesperadamente el endeudamiento de la Ciudad, a pesar del superavit y de contar con un presupuesto astronómico comparado con el resto de las ciudades argentinas. Cristina impulsa el desendeudamiento nacional para liberar fondos del presupuesto nacional a favor de políticas productivas y sociales.
Dicen los medios que Macri está en plena campaña para instalar su candidatura presidencial en 2011. Dicen también que la imagen de la Presidenta no para de bajar.
¿Qué país quieren los que instalan las tendencias electorales de cara a 2011?
Que lo digan. Ojalá que lo confiesen alguna vez.