La sigla BRICS se utiliza para nombrar al conjunto formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Se trata de los cinco países con economías emergentes o recientemente industrializadas más importantes del mundo. Estas economías se consideran con un gran potencial, y que pueden llegar a estar entre las economías dominantes en las siguientes décadas. Además, son países que se caracterizan por estar entre los de mayor superficie del planeta y entre los más poblados del mundo. Todos ellos son ricos en recursos naturales y su Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido en forma considerable en los últimos años. Las principales funciones que lleva a cabo se refieren a cooperación multisectorial, coordinación a nivel político, y cooperación económico – financiera.
En términos comparativos, según datos del Fondo Monetario Internacional, China es la economía más importante del grupo, representando más del 70% del poder económico colectivo, seguido por India con un 13%, Rusia y Brasil cada uno con aproximadamente con el 7%, y por último Sudáfrica con el 3%.
La fortaleza de esta alianza radica esencialmente en la sociedad establecida entre China como primera economía comercial a nivel mundial, y Rusia como principal proveedor de energía. India es una de las máximas potencias económicas a nivel mundial, a partir de la exportación de recursos naturales y cereales. Brasil ya se ha convertido en uno de los principales actores de la escena agroalimentaria, y Sudáfrica tiene un papel clave en la provisión de metales y minerales con amplios usos tecnológicos.
El objetivo principal de los BRICS es promover un orden económico y político más equitativo y multipolar, desafiando la hegemonía de los países desarrollados tradicionales en el sistema global. Estos países buscan fortalecer su influencia en las instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y promover un mayor equilibrio en la toma de decisiones a nivel global.
La cooperación entre los BRICS se centra en la promoción del desarrollo económico, la cooperación comercial, la inversión, la cooperación en áreas como la agricultura, la energía, la ciencia y la tecnología, y la defensa de sus intereses comunes en el ámbito geopolítico y económico. Los BRICS también han establecido instituciones financieras propias, como el Nuevo Banco de Desarrollo, con el objetivo de proporcionar financiamiento para proyectos de desarrollo en los países miembros y en otras economías emergentes.
Origen de los BRICS
A principios del siglo veintiuno, el entonces director del grupo inversionista Goldman Sachs, Jim O’Neil argumentó en un ensayo titulado “Building Better Global Economic” que el potencial económico de Brasil, Rusia, India, y China era tan grande que en pocas décadas, hacia el 2050, podrían convertirse en las cuatro economías dominantes del mundo.
El economista realizó un juego de palabras entre el acrónimo de Brasil, Rusia, India, y China, BRIC, y el vocablo inglés brick, que en español significa ladrillo, para referirse a un bloque de países con grandes poblaciones, economías ascendentes, una clase media en proceso de expansión, y un crecimiento superior a la media global.
Esta idea fue tomada en cuenta con seriedad años más tardes. En el año 2006 a partir de una serie de encuentros entre los ministros de relaciones exteriores de cada país, estos discutieron sobre enfoques comunes y problemas económicos importantes de la agenda internacional.
En diciembre del 2010, los cuatro países acordaron la incorporación de Sudáfrica al mecanismo de los BRIC, así que en la actualidad se emplea BRICS para incluir al país africano.
La importancia del ingreso al bloque para Argentina
El ingreso de Argentina al bloque ha sido objeto de interés y debate en múltiples ocasiones. Argentina ha manifestado en varias oportunidades su intención de incorporarse. Dicha incorporación del país a los BRICS tendría lugar en un contexto de debilitamiento del sistema financiero internacional, que presenta signos de desgaste, en torno a la creciente debilidad del dólar, y elevados niveles de inflación y déficit fiscal.
En este sentido, uno de los principales proyectos del bloque es la desdolarización de la economía, como medida soberana y de salvaguarda de los recursos productivos, frente a la economía de Estados Unidos.
Otro punto a destacar para Argentina es el inminente ingreso al Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, cuya sede central está radicada en Shangai. Este organismo económico internacional no tiene relación directa con los organismos financieros tradicionales de financiamiento. Es decir, que se presenta como una alternativa a entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Por lo tanto, Argentina se podría asegurar accesos a créditos para el desarrollo, de uso exclusivo de infraestructura. Esto podría significar una vía de financiamiento con mayor incidencia en el incremento de las inversiones energéticas del país.
Por último, se puede destacar como un potencial beneficio del ingreso a este bloque, un aumento de las relaciones comerciales, tanto con los países miembros como con aquellos países que mantienen relaciones con estos. El bloque busca fortalecer los acuerdos multilaterales entre los países miembros y con terceros.
En resumen, se trata para Argentina de una jugada de geopolítica mundial y al mismo tiempo un nuevo atajo del Gobierno por obtener crédito fresco para sustentar proyectos de infraestructura y aumentar las reservas del Banco Central.
Situación del posible ingreso de Argentina
El ingreso de Argentina a los BRICS es impulsado principalmente por India, Rusia y China. Este apoyo se sustenta en la capacidad del país para proveer de alimentos, como soja y cereales, además de recursos estratégicos como gas natural y distintos minerales, como el litio. Además, vale destacar el capital científico consolidado con que cuenta el país, como la especialización en biotecnología y en tecnología logística aplicada.
Además, recientemente la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, Dilma Rouseff, confirmó que el directorio la habilitó formalmente para que en la próxima reunión de esa entidad se vote la incorporación de la Argentina a esa institución financiera.
Para concretar su incorporación, el banco de los BRICS recibirá un aporte de capital del Estado argentino por 250 millones de dólares en bonos soberanos en manos del Tesoro, procedentes del Fondo de Garantía y Sustentabilidad del ANSES y de otras vías.
Argentina negocia desde el año pasado para su ingreso como miembro pleno en los BRICS. Ya cuenta con el visto bueno de la mayor parte de los países que conforman ese grupo pero la definición se debe dar por unanimidad plena.
No obstante, el posible ingreso de Argentina a los BRICS no está exento de controversias y desafíos. Quienes se oponen al ingreso de Argentina al bloque, se centran en dos puntos principales: en la compleja relación de Rusia y China con Estados Unidos y la Unión Europea, y en la discusión en torno a los recursos naturales.
En cuanto a la relación de Rusia y China con Estados Unidos, se refiere principalmente a los conflictos internacionales, tales como los que involucran a Ucrania y la crisis energética europea. Hay quienes aseguran que el ingreso de Argentina, se podría tomar como una toma de posición en conflictos como este.
En lo referido a la discusión por los recursos naturales hay quienes no son optimistas en torno a la explotación, desarrollo, investigación, comercialización, y protección; y observan un cierto sometimiento a Rusia y China respecto a las libertades de acción.
En conclusión, el posible ingreso de Argentina a los BRICS representa una opción estratégica en un escenario económico global en constante evolución. El país tiene la oportunidad de fortalecer su posición en la economía mundial, acceder a financiamiento alternativo y expandir sus relaciones comerciales. No obstante, es fundamental analizar detenidamente los beneficios y desafíos, especialmente en términos geopolíticos y de gestión de recursos, antes de tomar una decisión definitiva. Argentina se encuentra en una encrucijada determinante para definir su rol en la economía global y maximizar sus beneficios en un entorno cambiante.