El conurbano, territorio clave para el desarrollo nacional

“Mientras en los portales se acumulan relatos del conurbano como problema, ¿qué otras narrativas nos acercan al conurbano? (…) Un territorio de 24 distritos que define elecciones, contiene proyectos de país y dio lugar a la mayor cantidad de universidades nacionales.” Por Emilia Racciatti

Convertido en territorio privilegiado para las crónicas policiales de los grandes medios de comunicación, el conurbano bonaerense está atravesado por un discurso fuertemente estigmatizante que deja de lado datos centrales de su configuración. Se trata de un territorio que aporta el 40% del producto industrial del país y además, en sus 24 municipios, se concentra el 80% de la capacidad instalada de la industria manufacturera de la Argentina.

Según datos del último censo de 2022, 10.865.182 personas viven en este territorio del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) que implica un ida y vuelta constante y permanente con la Ciudad de Buenos Aires donde a diario viajan a trabajar cerca de tres millones de habitantes del conurbano. Se estima que la mitad de quienes trabajan en la capital del país lo hacen desde los municipios bonaerenses.  

En su libro Una historia del conurbano, el humorista y guionista Pedro Saborido sostiene que “si la Argentina tiene todos los climas, el conurbano tiene todas las Argentinas. Y todos los continentes. Es un catálogo de épocas, clases sociales y distintos países que se fueron amontonando”. Entonces no hay manera de reducir el conurbano a una sola definición, lo que supone ir contra esa idea de la conurbanización de la Argentina como problema.

La literatura fue encontrando sus propias maneras de ir construyendo representaciones que muchas veces rompen con la estigmatización y la uniformidad de la identidad conurbana entendida como falta. Ángela Pradelli, Juan Diego Incardona, Sergio Olguín, Dolores Reyes, Leonardo Oyola, Mariana Enriquez o Nina Ferrari tienen obras en las que indagar para ir a encontrar la multiplicidad de conurbanos posibles.

Mientras en los portales se acumulan ejemplos de frases o relatos del conurbano como problema, ¿qué otras narrativas nos acercan al conurbano? ¿Cómo fue narrado por autores claves de la literatura argentina?

Roberto Arlt y sus aguafuertes bonaerenses

Si bien son más conocidas sus aguafuertes porteñas, el escritor, periodista y dramaturgo Roberto Arlt (1900-1942) desarrolló ese género también observando los municipios de la Provincia de Buenos Aires y esos textos se recopilaron hace unos años en la colección Rescates del sello Ediciones Bonaerenses y también pueden consultarse en https://edicionesbonaerenses.sg.gba.gob.ar/libro/aguafuertes-bonaerenses/.

“Yo, hombre de ciudad, sujeto que me encuentro perfectamente cómodo en los cafés humosos y en las bocacalles ensordecedoras con el estrépito de los ‘claxons’ y los letreros parlantes, me imagino que la vida en estos pueblos debe ser sustancialmente distinta de la que hacemos nosotros, pobladores de cuevas de cuatro por cuatro y balconcitos para pigmeos”, escribió en una de estas aguafuertes publicadas en el diario El Mundo.

Desde la Ciudad de Buenos Aires, Arlt viaja hacia las plazas de los que llama “pueblos de los alrededores, pueblos que tienen estos nombres: Morón, Banfield, San Isidro, Ramos Mejía, Temperley, Saavedra… pueblos que son la negación de Buenos Aires, pueblos para soñar, pueblos de serenidad”.

El prisma es el de alguien que encuentra paz y silencio al deambular por sus calles en distintos momentos entre 1927 y 1941: “Yo les recomendaría esta plaza de Morón a los neurasténicos y a los que convalecen de cualquier angustia. Tan bonita y pintada es. Y, más que bonita, cubierta de paz. De una paz bien vestida, de una paz que trasciende a pintura nueva en las columnas de las marquesinas y la jardinería en los canteros perfectamente cuidados”, escribió en junio de 1929. No fuerza su identidad porteña pero puede establecer esa relación de movimiento fluido y permanente que se establece entre esa parte de la provincia y la Ciudad.

En su novela “Los siete locos”, el conurbano es el escenario de la acción y la comunidad posible para enfrentar la crisis del protagonista Erdosain. Es en Temperley, en ese itinerario que hace con el tren Roca que encuentra aliados después de sentirse expulsado de la Ciudad. También el conurbano es abordado desde el Oeste como lugar para darse un respiro de la agobiante vida porteña.

Rodolfo Walsh, Horacio González y un itinerario por el tren Mitre

“Operación Masacre” fue publicado como libro por primera vez en 1957 –antes había tenido una publicación por entregas en el diario Mayoría— e inauguró la vida del periodismo narrativo en Latinoamérica con un testimonio como insumo central y revelador: el de Juan Carlos Livraga, el fusilado que vive a quien el periodista, traductor, escritor y militante Rodolfo Walsh convirtió en protagonista.

Ese testimonio lo lleva a José León Suárez, una de las estaciones cabecera de la línea Mitre en el Partido de General San Martín donde en 1956 se produjeron los fusilamientos ordenados por la dictadura autoproclamada como Revolución Libertadora, con los que había reprimido el levantamiento del peronista General Valle en su intento de propiciar el retorno de Juan Domingo Perón.

Como cuenta en el prólogo, una tarde se toma el tren a José León Suárez con Enriqueta Muñiz, la periodista y traductora con quien trabajó en esta investigación y a partir de “un minucioso plano de colectivero con las rutas y los pasos a nivel”, que les dio Livraga, llegan al lugar en el que se produjeron los hechos.

Ese recorrido es retomado por el pensador, sociólogo y militante Horacio González (1944-2021) en una de sus novelas, Tomar las armas, en la que un profesor de historia, un maquinista, un fumigador y una catequista van a evocar un pasado compartido en una organización política. El escenario está marcado por el tren Mitre con destino a una estación anterior a Suarez, San Martín con sus talleres ferroviarios y todo el imaginario de ese medio de transporte clave para el día a día del AMBA.

Pensar y nombrar este territorio clave para la Argentina a contramano de la idea empobrecedora de la conurbanización como fenómeno despectivo nos acerca a la complejidad, riqueza y centralidad que tienen los 24 distritos que componen el territorio que define elecciones, contiene proyectos de país y dio lugar a la mayor cantidad de universidades nacionales.

Entender al AMBA como una totalidad que tiene su riqueza en ese ida y vuelta entre el suburbano y la ciudad capital implica amplificar la perspectiva a la hora de hablar de ese territorio y de sus habitantes para desarmar estereotipos y prejuicios que llevan a estigmatizar y empobrecer la idea de sociedad. O de una sociedad en la que los límites y los nombres se ponen en unas pocas manzanas de la capital del país.   

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

¿Cuál es la acumulación motora de esta nueva etapa capitalista? La política vacía. La democracia como carcaza de lo contrario. Un análisis de Antonio Muñiz
¿Por qué es importante marchar este 8M, entonces? Porque no alcanza con contar las muertas ni con llorarlas en la soledad de nuestras intimidades. Por María José Bovi
Panorama político de Bolivia: internas de cara a un año electoral. El enfrentamiento entre Luis Arce y Evo Morales y el posible advenimiento de la derecha o una opción más radical, como el pastor evangelista Chi Hyun Chung. Por Tomás Astelarra

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

ARTICULOS RELACIONADOS