El consenso de los Horribles

A veces uno se refrega los ojos sin poder creer lo que lee. Por ejemplo, el blog Pensando con Cecilia o la página procesista La historia paralela (www.lahistoriaparalela.com.ar) donde escriben muchos “horribles”, como llamaban los montoneros de los últimos tiempos a los miembros de los “grupos de tareas” que secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de jóvenes en largas decenas de centros de concentración y exterminio, como los de la ESMA, Campo de Mayo y La Perla.

Los Horribles tienen, a veces, la paradójica virtud de hablar y escribir claro. Como lo hizo el general Acdel Vilas, que se jactaba de haber “eliminado” en Tucumán a miles de sospechados de “subversivos” en pleno gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. “Decidí prescindir de la justicia, no sin declarar una guerra a muerte a abogados y jueces complacientes o cómplices de la subversión”, escribió, ya que “yo no tenía por qué apegarme al dictamen de unos cuantos togados”.

Pero lo posteado por el contador Horacio Ricardo Palma el pasado 30 de julio pasado en uno de los blogs que ofrece a los lectores de su edición electrónica El Diario de Gualeguay constituye una abierta admisión de que –al menos en los dependientes de la policía bonaerense del general Ramón “Chicho” Camps– en los centros clandestinos de detención la norma era violar a las prisioneras. Algo que se hacía tan rutinariamente como torturar.

Palma, radicado en Paraná, es quien pasa en limpio los opúsculos que garrapatea en la prisión de alta seguridad de Marcos Paz el cabo Norberto “Beto” Cozzani, quien fuera la mano derecha de Camps y el principal “interrogador” de los detenidos por el llamado “caso Graiver”, entre ellos, Jacobo Timerman.

Cozzani & Palma constituyen, cuando menos, una férrea sociedad (1). Y acaso algo más, porque el contador se derrite de admiración por Cozzani, a quien describe como “un mastodonte de un metro noventa y más de 100 kilos” que “habla con vozarrón de locutor” y “viste con discreta elegancia”. Para él, Cozzani “tiene todas las respuestas a las preguntas sobre lo actuado por las Fuerzas Armadas y de seguridad en la guerra contra la subversión”. Es más: proclama que “Él sabe la verdad”.

Palma narró que fue a visitar a su oráculo al “Gulag de Marcos Paz” cuando todavía el teniente coronel Julián “El Laucha” Corres no había sido encontrado en el placard de su mamá y permanecía prófugo. Y que con Cozzani “charlamos de todo, pero principalmente sobre el llamado caso del teniente coronel Julián ‘Laucha’ Corres, y del error que, según mi entender, había cometido al fugarse de la comisaría de Bahía Blanca”. Palma temía que la fuga de Corres comprometiera a otros camaradas, pero Cozzani le explicó que había que escapar cuando era posible, porque una vez adentro de Marcos Paz, era imposible, lo que satisfizo a su arrobado admirador. Aún así, Palma puntualizó que “Corres se me hacía difícil de defender ya que se lo acusaba de la violación de una detenida”. Pero agregó que “en este aspecto también el Beto Cozzani despejó mis dudas o resquemores”… a costa, como se verá, de un sincericidio.

El horror

“El procedimiento era el siguiente: se elegía a una detenida, se la maltrataba, tal vez por unos días se la privaba de alimentos y hasta de agua, luego venía alguno de los guardias y le ofrecía un ‘arreglo’ a cambio de mejorar su situación”, dice Palma que le explicó Cozzani.

“El arreglo consistía en la mayoría de los casos en el acceso carnal. Si este método no daba resultados se utilizaba otro, un poco más coercitivo: cuando se ejercía presión física sobre la detenida se le ofrecía elegir entre el interrogatorio o el acceso carnal, y en la mayoría de los casos las detenidas accedían… Y si todo ello no era suficiente se le hacía elegir entre su vida o la satisfacción sexual del carcelero”, siguió diciéndole Cozzani.

Comenta Palma: “Como verán en ningún caso se trata de una violación ya que la mujer accede por propia voluntad al acuerdo que se le propone, por lo cual estarían eximidos de ese aberrante delito”.

Filosofa el energúmeno que era “la tortura el único medio para llegar a la información y para canalizar el odio que necesariamente en la guerra se le debe tener al enemigo. Espero que no vuelva a suceder, pero (si) sucediese nuevamente la respuesta no va a ser la misma, va a ser peor. Mas drástica y con un componente emocional de revancha que hará del país un coto de caza, de cada opositor un enemigo y de cada detenido un no-humano al que se puede aplicar el castigo cruel sin el temor a las sanción social”.

Parrafada ésta que por si misma explica cuan necesario es que asesinos, torturadores y violadores seriales y compulsivos como los descritos permanezcan en la cárcel de por vida, como clara y pedagógica demostración práctica de que hay cosas que no deben ni podrán repetirse. Lex dura lex.

A propósito del consenso

Para Camps, Cozzani & Palma las infortunadas prisioneras que se veían obligadas a abrirse de piernas para no sufrir una horrenda muerte de sed u otras también atroces, consentían tener “relaciones”.

“Consentir” es, según la Real Academia, “Permitir algo o condescender en que se haga”, en este caso, no resistir una penetración a cambio de agua, algo que Palma & Cozzani también harían, y quién sabe si no con una rapidez inusitada.

“Consentir” tiene la misma raíz latina que “consensuar”, que significa “Adoptar una decisión de común acuerdo entre dos o más partes”. Por lo que “consenso” es el “acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos”. Lo que recuerda de inmediato al “consenso” reclamado una y otra vez por los campestres miembros de la “Mesa de Enlace”, que pretenden acabar o reducir drásticamente las retenciones para apropiarse de toda o la mayor tajada posible de las ganancias diferenciales y extraordinarias provenientes de una soja transgénica que está arruinando a velocidad de vértigo la delgada capa de humus.

Así, escasas horas antes de estrellarse contra ese mismo suelo en proceso de degradación sin mayores consecuencias, Alfredo De Ángeli dijo en Paraná que el impuesto inmobiliario rural de la provincia de Entre Ríos (el impuesto en sí, no sólo su aumento) es “ilegal” (sic) porque “sólo tiene en cuenta los valores de la tierra, pero no los de la producción”, además de “inoportuno” porque, aseguró, “la rentabilidad está en baja”.

De Ángeli dijo que “el Gobierno Nacional hace oídos sordos y sin duda, quiere confrontar”, afirmó. Y respecto a la presencia de partidarios del gobernador Sergio Uribarri, que intercambiaron insultos con sus partidarios, De Angeli destacó la importancia de generar un consenso entre el gobierno y los diferentes sectores de la producción, sin dejar de tener en cuenta las necesidades de ambas partes «Hay preocupación, porque no vemos un gesto político y el tiempo sigue pasando» que “si están para confrontar están mal, porque un Gobernador tiene que tener el pueblo unido y para eso tiene que gobernar con consenso”.

Horas antes, el presidente de la Federación Agraria de Tucumán, Miguel Pérez, había destacado “la importancia de generar un consenso entre el gobierno y los diferentes sectores de la producción, sin dejar de tener en cuenta las necesidades de ambas (sic) partes. Hay preocupación, porque no vemos un gesto político y el tiempo sigue pasando», dijo Pérez.

No es mi intención dar la lata con el uso de las palabras “consenso” y “consensuar” por los gauchócratas (se lo dejo a Mariano Grondona) pero debo destacar que así como el antónimo de “democracia” no es “dictadura” sino “aristocracia” (así sea la surgida del genocidio de los indios y la apropiación de sus tierras), el de “consenso” es “coerción”. Y que tal como Cozzani hacia con las muchachas secuestradas, la Mesa de Enlace está dispuesta a apretar al Gobierno todo lo necesario hasta que éste se doblegue a sus exigencias. Y si el Gobierno resiste, como hasta ahora, lo acusará de no querer llegar a un consenso. Un absurdo lógico, ya que si el Gobierno quiere ir para el oste, y la oposición para el este, debe respetarse el criterio del Gobierno, que para eso, gobernar, fue elegido. ¿O acaso alguíen eligió a Miguens, Llambías, Biolcatti o Buzzi para cogobernar. No ¿verdad? Pues eso es lo que pretenden, cogobernar como estamento, como terratenientes, en una muestra de fascismo en estado puro. De ahí nuestra consigna: “No te dejés poner la soja al cuello”.

Textos horribles

Con lo trágico que es todo esto, también puede abordárselo desde el humor negro. Es posible proponer, por ejemplo, que cuando cualquier señorita no accede de inmediato a entregar su organismo ante nuestros requerimientos, la denunciemos por antidemocrática y enemiga del consenso.

Claro que, a diferencia de los ruralistas, tan amantes de los eufemismos, los partidarios desembozados de la dictadura genocida, los Horribles, suelen aceptar que una violación es una violación… pero le echan la culpa de ella a las/os violadas/os. Así, en el mismo blog donde Palma y otros buscan sintonizar con el vero pensamiento de Cecilia Pando, una inefable “Silvia Alejandra” recuerda que ya anteriormente un represor le había admitido al periodista Andrew Graham-Yoll que casi siempre quienes torturaban mujeres, las violaban. “Uno no puede no excitarse maniobrando sobre un cuerpo desnudo, totalmente indefenso. Los movimientos que produce la picana parecen exigirlo. Son tan vulnerables en su semiinconsciencia…Es una tentación. Hay que hacerlo…». (2)

“A esto fueron llevados nuestros jóvenes oficiales por la subversión apátrida. Si no hubiese existido la guerrilla, no hubiesen existido los desaparecidos, los torturados, las violadas. A eso nos llevaron… ¡y encima pretenden enjuiciarnos..!”, se indigna Silvia Alejandra, que antes había negado contra toda evidencia que haya habido robo de bebés.

“Lo que usted llama ‘robo de bebés’ no es más que el rescate de niños inocentes de las garras de esos criminales apátridas, ¡les salvamos la vida!.Todos ellos fueron a parar a hogares decentes, donde se honra a Dios, la Patria Y la Familia. Eso fue así hasta que llegaron las madres de los criminales reclamando por nietos. ¡Malditas! Deberían agradecer que hayamos librado al país de sus hijos terroristas y a esos pobres niños de sus padres comunistas”.

Del mismo modo, la émula de Cecilia Pando justificó el saqueo de las casas de los seuestrados e incluso culpó de la derrota en Malvinas… a los soldados conscriptos: “… respecto a la otra guerra librada por nuestras gloriosas fuerzas armadas por el territorio irredento de nuestras Islas Malvinas, la actuación de la oficialidad y suboficialidad fue destacada por su coraje y abnegación. La verdadera desventaja de esa guerra la dio el hecho de que el enemigo inglés contaba con tropa profesional en su totalidad, mientras que nosotros tuvimos que enfrentarlos con soldados conscriptos que en la mayoría de los casos no estuvieron a la altura de las circunstancias”, puntualizó esta horrible mujer.

Notas:

(1) Un tal Manuel Baldomero puso algunos puntos sobre las íes en el mismo blog. Tras recordar que Palma funge de “agente de prensa” de Cozzani (o de presidente de su exiguo club de fans) y socio en la distribución de los libros firmados por Cozzani, se alarma al dar por hecho que “los magros morlacos” generados por las ventas de los opúsculos se destinan “a bancar una campaña desestabilizadora golpista”, pide que se investigue cual es el papel que cumple en la sociedad el cajetilla cordobés Agustín Laje Arrigoni, de 19 años, un alevín de Menéndez a quien “el Topo” define en Indymdia como “el diseñador web, o webmaster de los genocidas”.

(2) Memoria del miedo, Libros del Asteroide, Madrid, 2006, página 201.

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