El Grupo de Usuarios de Software Libre de Capital Federal es un curioso caso de activismo de bajo perfil. En una coyuntura bastante ausente de compromiso social, jóvenes como Osiris, Mauro y Leito tienen un lenguaje particular que parece complejo pero que va directo al grano. Son los nuevos quijotes de la libertad, en los dominios de Bill Gates y su jugoso reino de licencias. En diálogo con Revista ZOOM, afirman que defienden «la posibilidad de apropiarse del conocimiento para que no sea propiedad de unos pocos».
—¿Cuáles son las reglas del software libre?
—El Software Libre es un asunto de libertad, no de precio. Para entender el concepto, tenés que pensar en libre en tanto libertad de expresión, no en “cerveza gratis”. En inglés, una misma palabra (free) significa tanto libre como gratis, lo que ha dado lugar a cierta confusión. Software Libre se refiere a la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software.
—¿Esto incluye lo que se llama “Las 4 libertades”? ¿Cuáles son?
—La libertad de usar el programa, con cualquier propósito (libertad 0). La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y adaptarlo a tus necesidades (libertad 1). La libertad de distribuir copias, con lo que puedes ayudar a tu vecino (libertad 2). Y la libertad de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie (libertad 3). El acceso al código fuente es un requisito previo para la 1 y la 3.
Un programa es Software Libre si los usuarios tienen todas estas libertades. Así pues, deberías tener la libertad de distribuir copias, sea con o sin modificaciones, sea gratis o cobrando una cantidad por la distribución, a cualquiera y a cualquier lugar. Ser libre significa (entre otras cosas) que no tienes que pedir o pagar permisos. Pero también deberías tener la libertad de hacer modificaciones y utilizarlas de manera privada en tu trabajo u ocio, sin ni siquiera tener que anunciar que dichas modificaciones existen. Si publicás tus cambios, no hay por qué avisar a nadie en particular.
—¿Software Libre significa no comercial?
—Un programa libre debe estar disponible para uso comercial, desarrollo comercial y distribución comercial. El desarrollo comercial del Software Libre ha dejado de ser inusual, es muy importante. Es aceptable que haya reglas acerca de cómo empaquetar una versión modificada, siempre que no bloqueen a consecuencia de ello tu libertad de publicar versiones modificadas.
—¿Cuántas personas hay promoviendo y difundiendo el SL en Argentina?
—En Argentina hay 72 Grupos de Usuarios de SL. La cantidad de participantes en los eventos más importantes que se hacen cada año (CaFeConf y Jornadas Regionales) reúnen entre 1.500 y 2.000 personas en los últimos 3 años.
—¿Cómo se llevan el SL, la propiedad intelectual y el debate sobre el derecho de autor?
—El SL se basa en la autoría. Solo el autor es el responsable de dar los permisos necesarios para que un programa sea libre. Por eso existen varias categorías de software que se mencionan frecuentemente en discusiones sobre SL. El Software libre es el que brinda autorización para que cualquiera pueda usarlo, copiarlo y distribuirlo, ya sea con o sin modificaciones, gratuitamente o mediante una retribución. Es casi lo mismo que el Software de código abierto (Open source), pero distinto del Software de dominio público (que no está protegido por derechos de autor pero cuyas versiones modificadas pueden no ser completamente libres).
Otra historia son el Software protegido con copyleft, (un SL cuyas licencias no permiten a terceros agregar ningún requisito adicional) y el Software libre no protegido con copyleft (que sí permite al autor redistribuir y modificar el software, así como el permiso para añadirle restricciones adicionales).
Podríamos abundar en otras especificaciones pero estas son las que se diferencias centralmente del Software semilibre, del privativo, el privado o el comercial, que si bien mayoritariamente es privativo también ofrece opciones de SL comercial. Parece un lío de palabras, pero no es tan difícil: son apenas categorías que delimitan los distintos usos.
—¿Qué significa CAFELug? ¿Quiénes participan y cómo se conectan?
—En el mes de agosto de 1999 un grupo de 6 personas movidas por un interés común, que en ese momento era Linux, crearon lo que se llamó Capital Federal Linux Users Group (CAFELug), con el fin de compartir información sobre este sistema operativo. Al tiempo surgió un creciente interés por la parte filosófica del movimiento y le sumamos GNU al nombre del grupo. Pasando a ser Capital Federal GNU/Linux Users Group, luego del primer evento anual del 2002 nos dimos cuenta que en la comunidad existía mucha gente interesada en charlas técnicas, por lo que a las clásicas reuniones mensuales le sumamos jornadas con charlas técnicas de 2 horas sobre distintas temáticas. También hemos realizados varios festivales de instalación (install-fests), días de demostración (DemoDays), en donde mostramos a los asistentes las herramientas disponibles en GNU/Linux.
Rondando el año 2004 nos fuimos dando cuenta que no solo éramos un grupo de usuarios de GNU/Linux, sino que éramos usuarios de Software Libre, y allí pasamos a ser el «Grupo de Usuarios de Software Libre de Capital Federal» a pesar de que no cambiamos nuestro nombre (CaFeLUG), el cual dejo de ser una sigla, para pasar a ser un nombre de fantasía.
Las Reuniones Mensuales son más bien informales donde no hay necesariamente una charla técnica programada, aunque siempre alguno termina explicando cómo hacer algo para todos los asistentes. Estas reuniones las llevamos a cabo generalmente en FM La Tribu (Lambaré 873). Las Charlas Técnicas Trimestrales son eventos que suelen durar una hora y media o dos y surgieron como respuesta a la necesidad de muchos linuxeros más avanzados que querían aprender más. Y CaFeConf son grandes eventos que hacemos en el CaFeLUG donde tratamos de atraer a la mayor cantidad de gente, especialmente a aquellos que no conocen sobre GNU/Linux y desean saber qué se puede hacer con él. Solemos invitar gente de otras partes y duran generalmente dos días. Estamos constantemente buscando nuevos colaboradores que ayuden en la organización de los eventos y charlas técnicas.
—¿El software libre es una militancia? ¿De qué valores?
—Esto es una cuestión personal, para algunos es una militancia, para otros un hobby, para otros un trabajo. La comunidad del SL es muy heterogénea y cada uno lo usa y difunde por diferentes motivos. Para quienes lo tomamos como una militancia, el valor que defendemos es la posibilidad de apropiarse del conocimiento y que este no sea propiedad de unos pocos, sino que cualquiera que quiera tenga la posibilidad de tenerlo. Me gustaría que todos entendiéramos los peligros y las oportunidades que nos brinda, apropiarnos de la tecnología que usamos. No se le ocurriría, por ejemplo, a un campesino, no querer entender cómo funciona su arado. Pero con las tecnologías de la información, lamentablemente esto no pasa.
—¿Qué es la licencia Creative Commons?
—Las licencias Creative Commons o CC están inspiradas en la licencia GPL (General Public License) de la Free Software Foundation, sin embargo no son un tipo de licenciamiento de software. La idea principal es posibilitar un modelo legal ayudado por herramientas informáticas para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público. Existen una serie de licencias Creative Commons, cada una con diferentes configuraciones o principios, como el derecho del autor original a dar libertad para citar su obra, reproducirla, crear obras derivadas, ofrecerla públicamente y con diferentes restricciones como no permitir el uso comercial o respetar la autoría original.
—¿Qué opinan del concepto de piratería?
—El concepto de piratería me parece una más de las maneras de criminalizar el compartir. Piratas eran los que asaltaban o asaltan (ver Somalia) barcos en el mar. La gente cuando se baja un archivo por las redes p2p, está compartiendo o en el peor de los casos, haciendo una copia no autorizada. Pero que por eso sea un pirata, me parece exagerado y creo que sé a quién se le ocurrió esa palabra.