En Rosario hay una gran expectativa por la inauguración de la estatua del Che justo el día que hubiese cumplido 80 años. En esta acción hay un objetivo claro: la recuperación de los valores que simboliza Ernesto Guevara y la reivindicación de sus acciones como un hombre que nunca traicionó sus convicciones.
Este homenaje nos lleva a la reflexión en torno al reconocimiento de su figura y su lucha por la solidaridad, la ética y sus ideales de un mundo más justo y para todos. Esto nos ayuda a comprender y valorar su obra y nos lleva a tener una evaluación permanente de su figura en torno a su doctrina política e ideológica.
En ese contexto, el Che vuelve a casa. Para una ciudad gobernada por el socialismo estas cuestiones no son soslayadas y nos interesan, ya que parten de planteos que pueden iluminar mucho a las nuevas generaciones.
Sabemos que su figura atrae a multitudes y por eso van a venir a su homenaje miles de personas. Solamente hay un campamento juvenil en la ex Sociedad Rural de Rosario donde se van a congregar alrededor de 4.000 jóvenes. A mí mismo me sorprendieron en Río Gallegos, Santa Cruz, cuando una persona me dijo que iba a concurrir al homenaje. Sucede que esta convocatoria se hace desde mucho tiempo atrás y de persona a persona, es decir de boca en boca.
Así, miles y miles van a celebrar el 14 de junio valores como la solidaridad y el compromiso con la sociedad. Como ciudad, nos sentimos aun más en la responsabilidad de luchar por la diversidad, evitar la marginación y darle a la cultura el lugar central que merece. Porque en la acción del Che es fundamental su formación cultural y en él se funden la solidaridad, la cultura, el compromiso y los ideales.
Por estas razones, creemos en una sociedad donde la gente trabaja por el bien colectivo y tenemos un compromiso con la defensa del espacio público como defensa del espacio del pueblo. Por los mimso motivos ponemos énfasis en la salud, la promoción social y la cultura. Estas decisiones nos acercan al ideario del Che, aunque estamos enmarcados en un contexto diferente.
Nuestro compromiso es no perder el rumbo elegido y recordar su figura desde una reflexión crítica. Porque sería el mismo Che Guevara quien nos reprocharía si cayéramos en el facilismo de endiosar su figura.