Luego del intento fallido de intervención y expropiación por parte del Gobierno Nacional, la situación de la empresa Vicentin SAIC sigue siendo de una extrema fragilidad financiera. Ya ha dejado un tendal de empresas en quiebra y otras tanta a la espera de poder cobrar algo de la voluminosa deuda que el holding ha dejado con sus acreedores. Balances falsos, giros a empresas internas o con sede en otros países, son parte de las maniobras que constituyen una estafa sideral, en la cual están envueltos actores públicos, privados, nacionales e internacionales de lo más variado. Para internarnos en esta opaca trama empresarial dialogamos con el economista Sergio Arelovich, quien además de ser asesor de La Federación y coordinador del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), obro como veedor del concurso de acreedores de la firma Vicentin SAIC.
Para empezar, me gustaría conocer cuál es la situación actual de la empresa.
Bueno, el próximo 30 de junio vence el plazo para que la empresa pueda juntar las voluntades que necesita para que le sea aprobada la propuesta de pago del saldo que quedó pendiente cuando entró al concurso de acreedores. Se trata de casi 1800 acreedores, en los que hay acreedores de todo tipo: los hay financieros, impositivos y algunos organismos fiscales, hay acreedores comerciales, también hay acreedores granarios que son de una multiplicidad de casos ya que no solamente se trata de productores sino además esto incluye corredores, acopiadores y otros actores. La empresa hasta hace muy pocos días había logrado juntar 865 de los casi 1800 involucrados, pero fundamentalmente asentados en el tema granario, con lo cual eso suma solo unos 11 mil millones de pesos de los 180 mil millones de deuda total que la empresa ha dejado ¿Qué es lo que está fuera de eso? La opinión de la banca. Ya sabemos lo que la banca estatal va a hacer. Estamos hablando del Banco Nación, pero no exclusivamente de él, porque está el Bco. Provincia de Buenos Aires, el Bco. de la Ciudad de Buenos Aires, y hay algunos agentes financieros privados que seguramente correrán detrás de los que decida el Bco. Nación. Pero además está la banca extranjera, y por banca extranjera léase fundamentalmente el Bco. Mundial. La corporación financiera internacional es uno de los acreedores que está comandando lo que va a hacer la banca extranjera.
Por lo que nominalmente está proponiendo la empresa, que es una quita de casi 80% sobre el total, es impensable que la banca extranjera acepte una cosa así, excepto que haya algún tipo de acuerdo por fuero cuyo detalle no conocemos, entre otras cosas, la posibilidad de que la banca extranjera le haya exigido a Vicentin la constitución de un seguro contra default. De existir eso, cuya constancia no figura ni en el expediente ni en los papeles de la empresa – que de haberlo hecho se podría hacer por medio de alguna de las otras empresas que integran el holding – la banca extranjera cobraría una parte por vía de la ejecución de esa póliza y otra parte en función de los que la empresa está proponiendo. Pero en el medio se da la aparición de tres compañías interesadas en quedarse con la empresa, que son: Oleaginosas Moreno, que en realidad se llama Viterra Argentina S.A y que es la sucursal local del Grupo Glencore; la otra es Molinos Agro, que forma parte del consorcio Molinos; y por último, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Molinos se bajó de la propuesta, pero la que se sumó para ocupar su lugar fue Bunge S.A. Uno no puede decir a ciencia cierta cuál se bajó del todo o se sumó a esto porque detrás de esta negociación hay una comunidad de negocios entre todas estas compañías que forman el grupo y hay muchas operaciones en común. No sería la primera vez que aparece una empresa nueva cuando en realidad, esa misma está detrás de las operaciones junto a dos o más empresas. Por ejemplo, Molinos fue uno de los copropietarios de Renova, que es la empresa insignia desde el punto de vista tecnológico en la cual estaba metida Vicentin y que vendió una parte previamente a entrar en concurso: A pesar de que se fue como accionista, Molinos ocupa un lugar importante en la tasa de uso de la capacidad instalada que tiene Renova, por lo cual uno no puede atribuirle el carácter de accionista pero en la práctica lo es ya que goza de los mismos beneficios que los otros tres propietarios.
Tengo entendido que Glencore es una empresa que también tiene acciones en minería. Es un actor importante en la zona cordillerana.
Demasiado importante, es Minera La Alumbrera. Glencore estuvo metida ahí durante todos los años que estuvo vigente allí la extracción de oro y cobre. Hoy esa montaña está vacía y la minera se dedica a otras actividades, pero fue la herramienta que permitió coimear la participación de la Universidad Nacional de Tucumán, que veía por medio del aporte de Glencore la posibilidad de autofinanciar diferentes iniciativas. No es la única, la Universidad de San Luis también recibe estos aportes por ser una provincia minera.
Esta oferta de pago con quita del 80% que mencionamos al principio también estaba destinada a integrar al Bco. Nación, el cual se negó a aceptar esta propuesta ¿Sabes de otra negociación en curso?
Negociación no hubo, hubo una oferta. Buena parte de la deuda que tiene para cobrar el Banco Nación tiene carácter privilegiado. Esto significa que tiene garantías reales, por ejemplo, hipoteca o prenda. Ahora bien, son garantías muy débiles. Tiene una garantía en prenda por lo que facture la compañía por la producción de bioetanol, pero lo que ha hecho Vicentin es dejar de producir bioetanol para hacerlo en otro lado para que el Banco Nación no pueda cobrar. Y el banco tampoco ha hecho nada al respecto. La empresa tiene dinero acumulado como consecuencia de esas cobranzas, pero faltarán muchos años para que pueda cubrir el total que debe garantizar con esta producción. Después tiene otra garantía real que es una hipoteca sobre un inmueble, pero no este no es de Vicentin, es de Algodonera Avellaneda. Por lo tanto, es inejecutable por dos razones: lo primero es que si eso deja funcionar queda mucha gente en la calle, y lo segundo es que la cantidad de restablecimiento de dinero que está garantizado con eso es ínfima porque es una hipoteca constituida quinto grado, ósea que hay cuatro acreedores antes. Por lo cual eso de real tiene bastante poco, en algún momento habrá que abrir algún proceso de investigación en Nación para ver porque se aceptó ese tipo de garantía.
Y siguiendo con esto ¿Cómo es la situación de los productores y otros actores vinculados que participan del concurso de acreedores?
Primero voy a decir una cosa que es muy común, por no decir común en el 100% de los concursos: el invento de acreedores. Es decir, la empresa que se presenta en concurso – por medio de algunos artilugios documentales, etc. – hace aparecer a un acreedor que en realidad no lo es, por ejemplo, alguien que era un acreedor pero que se le pagó y reaparece como acreedor. Esta es una forma de conseguir votos a la hora de formular la propuesta. Nadie se mete en eso, nadie dice que existe, pero todos lo saben. Es probable que una parte de los acreedores, con un monto muy menor, sean candidatos a sumar votos que a la hora juntar los casos siguen siendo muy importantes. A mí me llama la atención que hayan juntado ya 900 casos de acuerdo siendo que hay empresas a la cuales Vicentin no les paga desde octubre de 2019. Ya habría pasado un tiempo. Entiendo que hay empresas que han sucumbido como consecuencia de la deuda que tenía Vicentin con ellos. Hay otras que por el resto que, por el resto que tenían y por la su capacidad de reconstrucción de las ganancias, lo tienen ahí como un seguro a largo plazo a ver si se cobra y cuánto se cobra.
¿Qué sucede con los activos de la empresa? En diferentes medios se hablaba de un proceso de desguace.
Lo que hay que tener ahí en consideración es un tema que en general no aparece, que es lo siguiente. Cuando la empresa se presenta en concurso, el 10 de febrero del 2020, adjunta profusa documentación y dentro de esta presenta lo que serían los tres últimos balances, aunque no exactamente eso. Presenta balances del 2018, 2017 y 2016. La solicitud de concurso fue en la fecha que mencione por lo cual el ciclo 2019 ya estaba cerrado. El juez a cargo no lo exige de entrada ni lo tuvo en cuenta a la hora de la apertura del concurso. El contenido del balance 2019 es demasiado relevante porque cuando se conoció no quedaron dudas que en función de la información allí contenida, el juez debería haber obrado de otra manera ¿Por qué esto? Porque el balance al 31 de octubre del 2018 decía que la empresa tenía un patrimonio de 615 millones de dólares. Cuando la banca extranjera ve peligrar el cobro de los préstamos realizados a Vicentin le exige balances trimestrales. La empresa llegó a presentar un balance con fecha 31 de julio del 2019 – no en Argentina sino en New York, que es donde se realizó la demanda – el patrimonio seguía mostrando esta cifra. Ya en octubre de esos mismos años esta cifra no era positiva, sino que es negativa en casi 293 millones de dólares. Ósea, entre el balance de julio y el balance de octubre hay una caída patrimonial de 908 millones de dólares que son inexplicables por el volumen y el giro de los negocios en esos tres meses. Con lo cual, esto habilitó que algunos acreedores hayan presentado una denuncia en el fuero penal – ya no en el comercial – sobre balances falsos, bajo sospecha de que los balances presentados en el 2018 y el 2017 eran falsos. En Rosario, la justicia federal desestimó la presentación por considerar que se había realizado fuera de término, con lo cual no hizo lugar a la caracterización de balances falsos. Esto no significa que la justicia niega que hayan existido balances falsos, dice que no es delito.
Ese balance falso es el que permitió distribuir utilidades entre los accionistas. Estas distribuciones de utilidades también habían sido adulteradas, ya que se hicieron sobre movimientos que no habían sido tales o que habían sido falsos. Este es un tema central ya que después de lo que indica el balance del año 2019 están los del 2021 y el 2021. El balance de este último año dice – con un criterio muy a favor de la empresa – que el patrimonio neto negativo no es de 293 millones sino de 537 millones de dólares. Si vos tenés un patrimonio negativo de casi 600 millones de dólares está claro que tus bienes – a precios de realización de mercado – son de una suma inferior respecto al pasivo. Con lo cual la deuda no va a poder ser pagada jamás en esas condiciones o de ser pagada, se hará en las condiciones que pueda proponer la empresa y cuyos votos está intentado juntar. Esto es pagar a largo plazo e implicaría una quita hoy estimada de casi 80% de las deudas.
Sabiendo que destino tuvieron las iniciativas públicas al día de hoy ¿Qué otra herramienta tiene el Estado ante esta situación, a todas luces desmadrada?
Veamos cómo se dio el proceso. El día 8 de junio del 2020 el presidente de la Nación decreta la intervención de la empresa y anuncia que va a mandar un proyecto de expropiación al Congreso. Yo divido en dos esto: la intervención era pertinente, era lo que correspondía, había que pelearla, pero se abandonó demasiado rápido. La expropiación era un absurdo porque quien recomendó el Ejecutivo no tenía ni idea de los datos que hemos visto hasta ahora. Si vos tenés una pérdida patrimonial de 300 millones de dólares no estas expropiando nada, estas comprando un pasivo para hacerte cargo. Yo para esa fecha, que no era veedor del concurso, ya tenía esa información. No sé quien asesoró al presidente ni como lo hizo. La expropiación además se transformó en el epicentro del conflicto por el tema del derecho a la propiedad privada, siendo que no se considera propiedad privada las acreencias de los productores granarios que verán pulverizarse la deuda que tienen con ellos. Ahora ocurre lo que sucede en todo proceso concursal: hay una propuesta, si la propuesta es aprobada después hay que cumplirla: Si no se cumple, se tira todo para atrás y la posibilidad de la quiebra es casi inmediata. Si no fuera aprobada, la quiebra no sería inmediata. Hay un proceso intermedio que es el del salvataje, que se conoce en inglés como cramdown. Yo creo que se está tan cerca de esto como de la aceptación de la propuesta ¿Qué significa esto? Si la propuesta llega a ser rechazada la empresa ya no puede intervenir en el proceso de salvataje, ese proceso puede ser conducido por grupos acreedores o algún externo que quiera serlo. Incluso no puede uno descartar que, si fracasa la propuesta, las tres empresas antes mencionadas se presenten al cramdown con una propuesta nueva. Es ahí cuando uno piensa en el papel del Estado. El estado debería presentarse. Y no el estado solo. Tienes acreedores que son financieros como el Bco. Nación, pero también tienes un conjunto de municipios y comunas que son acreedores y que no van a cobrar. Incluso la de Reconquista o la de Avellaneda, o varios pueblos de Córdoba que están patas para arriba por la deuda que tiene con estos Vicentin, que tuvieron que ser socorridos por el gobierno provincial con fondos extraordinarios de coparticipación, de lo cual nadie habla.
Hay que tener en cuenta esto: a todos nos sorprendió cómo se incrementó el pasivo comercial en el momento en el que presentaron concurso respecto de lo que venía ocurriendo ¿Qué es lo que hacía Vicentin que permite asegurar de que hubo balances falsos? La empresa recibía la mercadería de los productores, de los acopiadores o de los corredores y los registraba en un sistema de administración de stock. Pero en ese mismo momento tenía que registrar la deuda, pues la deuda no la registraba hasta el momento del pago o hasta el momento de reescalonamiento. Por lo que había, en el mejor de los casos un diferimiento, o en el peor de los casos un pago con dinero en negro. Mientras tanto estaba jugando con la mercadería de terceros, a lo cual le tenés que agregar determinado tipo de maniobras de la circulación de la mercancía dentro del propio holding, que entre otras cosas hizo que el principal acreedor granario en moneda extranjera, que es la empresa Commodities, haya presentado una denuncia con respecto a esto ¿Que sucedía? Commodities llevaba los granos a Renova, que era quien se los recibía, pero cuando se hace el concurso Vicentin le dice que no puede pagar. Entonces la gente Commodities pregunta “como que no lo podes pagar si yo no te los di a vos, yo se los di a Renova”, eso está en la documentación. Esto es una muestra de la opacidad que hay en el tema de los traslados de los granos es parte de la explicación de esta situación de crisis en la que cayó la empresa Vicentin.
Cuando el juez dicta la apertura del concurso mira solamente Vicentin, no mira la cantidad de empresas que están vinculadas con esta, que están controladas por Vicentin o que en lo aparente no tienen vínculo con Vicentin, pero en realidad son parte esencial de la empresa. Si lees el balance hay detalles de empresas controladas, pero no hay de una en particular: Sawss International Corporation. Esa empresa se creó en 1986 en Panamá. Vicentin dice que nunca fueron de ellos, las actas de directorio dicen otra cosa. Son las mismas personas en Vicentin y en Sawss. En buena parte de la historia de Vicentin, una parte importante de las exportaciones no eran a terceros, sino que eran a Sawss International Corp. Panamá. Los granos y los aceites nunca iban a Panamá, solamente los papeles, para poder eslabonar la venta a precio definitivo al mercado último que puede ser China, Holanda, India, Vietnam o el que fuera. Esto no está prohibido y por lo tanto está permitido. Uno de los problemas que tiene la Argentina es la discusión internacional, nuestro país no tiene regulaciones sobre este aspecto. Por lo cual está permitido que vos como empresa te vendas a vos mismo. Por ejemplo, tomamos el balance de Bunge, o de Cargill, o de Dreyfus, la mayoría de lo que exportan tiene como compradores a la misma empresa en otro punto del planeta, y repito: como no está prohibido por defecto está permitido, ahora vos como Estado tenés que trazar una política para evitar que eso sea un factor de porosidad de divisas, de ganancias y otros movimientos.