Fue el último acto oficial de Néstor Kirchner como presidente y se caracterizó por las fuertes críticas a los organismos internacionales de crédito y por el llamado a crear una moneda común sudamericana. Así fue que los gobiernos de Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Paraguay y Uruguay lanzaron el 9 de diciembre el Banco del Sur para financiar el desarrollo económico y social de la región.
El Banco del Sur estará enfocado a financiar proyectos de inversión social y en infraestructura de la región, tendría un fondo de capital original de 7.000 millones de dólares y su sede central estará en Caracas, aunque habrá oficinas también en Buenos Aires y en La Paz.
Esa noche estamparon sus firmas para su creación, además de Kirchner, los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva; de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; y de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos; en tanto mañana lo hará el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.
Sentada junto a ellos estuvo la por entonces primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, que al dia siguiente asumió como flamante jefa de Estado.
Los discursos de los mandatarios estuvieron alineados en la necesidad de la unidad sudamericana, en fuertes cuestionamientos a los condicionamientos de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, y a la necesidad de crear una moneda común y de repatriar las reservas depositadas en las naciones del primer mundo.
En el comienzo de la ronda, el presidente boliviano sostuvo que el Banco del Sur permitirá atender «los problemas económicos y sociales» de la región y consideró que debería ser «el paso para que Sudamérica tenga una moneda común».
Morales también cuestionó a los organismos internacionales de crédito por las exigencias impuestas a los países menos desarrollados para prestarle dinero, entre los que mencionó «luchar contra el comunismo, narcotráfico, el terrorismo y el indigenismo».
En la misma línea, el ecuatoriano afirmó que el Banco del Sur posibilitará «terminar con la deleznable e inútil dependencia política y financiera» de los países sudamericanos a los organismos internacionales de crédito y también llamó a crear una moneda común de la región.
Correa también pidió a sus colegas de la región tomar «la decisión política» de repatriar las reservas monetarias que cada una de las naciones sudamericanas tienen en el primer mundo, que estimó en 250.000 millones de dólares, para crear un fondo común destinado a evitar crisis financieras en estos países.
La misma propuesta exhibió el presidente venezolano: «Cientos de miles y millones de dólares depositado en el Norte y en Europa, llegó la hora de empezar a traer el dinero para acá. El Banco del Sur debe ser el primer paso para comenzar a traer esos fondos que son de nuestros pueblos», sentenció Chávez.
También dijo que la nueva entidad financiera «es un instrumento liberador» para la región.
Por su parte, el presidente de Paraguay subrayó que «con el Banco del Sur estamos comenzado la soberanía y la emancipación financiera y la liberación política» de las naciones sudamericanas.
«Es un toque de alerta a los organismos internacionales que han subordinado a sus patrones» a las naciones que requerían su ayuda crediticia, aseveró Duarte Frutos.
Con un discurso más moderado, el mandatario brasileño dijo que el Banco «será fundamental para integrar nuestra región y el Mercosur» y para «superar las limitaciones de financiamiento» por parte de organismos internacionales y privados.
«Será el primer banco internacional verdaderamente controlado por los países de nuestro continente», destacó Lula, quien llamó al resto de las naciones sudamericanas a sumarse al proyecto de esta entidad de fomento regional.
¿Y por qué Chile afuera?
«La foto de los presidentes que representan a la mayoría del continente, celebrando la constitución formal del Banco del Sur, sin Chile, es una imagen muy fuerte que resulta triste e inexplicable para muchos de nosotros», dijo el senador socialista Alejandro Navarro que consideró «inexplicable» que Chile no forme parte del Banco.
Para Navarro, pareciera que «nuestra vocación de integración latinoamericanista está secuestrada en la torre más alta del castillo del Ministerio de Relaciones Exteriores». «Hay algunos -añadió- que desde la tecnocracia economicista han querido desvirtuar» la iniciativa, que busca impulsar en la región «una gestión con énfasis en los proyectos de alto impacto social y de apoyo a los gobiernos de la región». El parlamentario hizo hincapié en que para muchos países de la región, «la principal traba a su desarrollo ha sido la dependencia de entidades bancarias o financieras internacionales, cuyo interés más que ayudar es generar dependencia de los gobiernos y de esa manera poder influir en sus políticas nacionales para privatizar empresas públicas o explotar recursos naturales». «Con el Banco del Sur, que tendrá oficinas en Caracas, La Paz y Buenos Aires, se potenciarán las obras de infraestructura y se privilegiará a las empresas nacionales», resaltó. Por ello, insistió, «es lamentable que Chile no salga en esta foto, que sin duda llegará a ser histórica, pese a que el programa de la presidenta Bachelet dice que nuestra prioridad en política internacional es Latinoamérica».
A juicio de Navarro, «en Chile ha podido más el prejuicio y la ideologización de las relaciones con los países vecinos y los pueblos hermanos que nuestro pretendido espíritu de integración continental».
Claves para entender a una herramienta
De acuerdo con el Acta Fundacional, el Banco del Sur:
*Tendrá como objeto financiar el desarrollo económico y social «en forma equilibrada y estable haciendo uso del ahorro intra y extra regional», fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones dentro de países miembros del Banco.
* Tendrá su sede principal en Caracas y subsedes en Buenos Aires y La Paz.
* Financiará proyectos de desarrollo de sectores claves de la economía orientados al desarrollo científico y tecnológico y que agreguen valor; e iniciativas sociales para reducir la pobreza y exclusión social.
*Financiará proyectos de integración y se crearán fondos especiales de solidaridad social y de emergencia ante desastres naturales.
*Deberá ser autosostenible y gobernarse con criterios de eficiencia financiera.
*La conducción del Banco tendrá una representación igualitaria de cada uno de los países miembros.
* En 60 días, los ministros de Economía de los estados miembros deberán concluir el proceso de elaboración del convenio constitutivo del Banco.
*Se invita al resto de la Unión de Naciones Sudamericanas a sumarse al proyecto.