La Asamblea Constituyente de Ecuador, en una maratónica sesión de más de 19 horas, aprobó el 19 de julio la redacción final del proyecto de nueva Carta Magna, la que fue elaborada desde noviembre del 2007. El texto deberá ser aprobado de forma definitiva el jueves 24 por los 130 asambleístas que integran la Constituyente. Luego debe ser ratificada por un referéndum nacional, el 28 de setiembre.
El 28 de setiembre se consultará por Sí o No al nuevo texto y si se aprueba, como marcan todas las encuestas, deberá convocarse a nuevas elecciones generales, a las cuales se presentará el Presidente Rafael Correa para revalidar su cargo
Con el proyecto de nueva Constitución «se cambia el modelo neoliberal» en Ecuador, expresó el presidente Correa, al felicitar a los asambleístas que concluyeron la redacción del texto, en una sesión que duró más de 19 horas. «Se ha hecho un trabajo extraordinario, con absoluta democracia. Seguimos el proyecto juntos para la victoria contundente del sí en setiembre,» añadió el jefe del Estado, impulsor de la Asamblea Constituyente para cambiar las estructura institucional del país y acabar con la llamada partidocracia, los grupos políticos de derecha que se han mantenido en el poder en las últimas décadas.
Por ello, Correa advirtió que la oposición, al sentir afectados sus intereses con el texto, empezará a enarbolar el No en el referendo del próximo 28 de septiembre, cuando la población apruebe o rechace el proyecto constitucional. Incluso dijo que en el propio movimiento Acuerdo País hubo asambleístas que actuaron como «infiltrados» y que torcieron algunas reformas planteadas por el oficialismo. No obstante, Correa vaticinó un triunfo del Sí en el referendo, en un desafío a la oposición, a la que le ha ganado en las últimas votaciones.
Correa, además de ganar la presidencia en la primera y segunda vuelta electoral en 2006, venció en abril de 2007 en el plebiscito que decidió instaurar la Constituyente y en la elección de asambleístas, donde Acuerdo País alcanzó 80 de los 130 escaños que integran ese foro.
Una constitución revolucionaria que intentará dejar atrás el pasado de la partidocracia corrupta
Por su parte, la primera vicepresidenta de la Asamblea, Aminta Buenaño, manifestó que se ha aprobado una «Constitución de cambio, revolucionaria, que intentará dejar atrás el pasado» y dirigir al país hacia el desarrollo.
Buenaño resaltó el «gran trabajo democrático» que practicó la Asamblea, no solo en los debates entre asambleístas, sino en la recolección de propuestas de un sinfín de grupos sociales, políticos, ambientalistas, sindicales, empresariales y académicos, entre otros.
La primera vicepresidenta dijo que el camino recorrido ha sido duro, aunque añadió que aún falta un trecho en el que los asambleístas redoblarán sus esfuerzos.
Y es que la Asamblea, después de concluir los debates, tendrá cinco días para leer y revisar los textos aprobados en el pleno y el próximo jueves someterá el documento al voto razonado de cada uno de los 130 asambleístas.
El viernes 25, la Asamblea presentará a la sociedad el proyecto constitucional y, de inmediato, según Buenaño, se difundirá a toda la sociedad.
«Se prepararán publicaciones, textos y una serie de cosas para que la nueva Constitución sea conocida y difundida entre toda la población«, añadió Buenaño.
Además, comentó que durante la próxima semana, la Asamblea discutirá sobre un régimen de transición, que supone el periodo que irá desde el referendo hasta que se realicen elecciones generales con el nuevo marco constitucional, en caso de que gane el Sí en el referendo.
Ese periodo de transición durará entre seis y ocho meses, en los que podría crearse un vacío institucional al no haber un órgano legislativo, ya que el Congreso fue cesado por la Constituyente antes de su instauración en noviembre del año pasado.
El grupo oficialista, de mayoría, ha presentado una propuesta para que la actual Asamblea asuma las funciones legislativas durante el periodo de transición, pero que, según Buenaño, actuaría solo en caso de que Correa lo requiera.
Pero si en el referendo gana el No, para Buenaño «se volvería al pasado, volvería la partidocracia al poder y se habría perdido un tiempo histórico valioso».