Cuando la economía social viaja en los colectivos de sus pasajeros

Logo de la Mutual de Transporte «El Colmenar»

Es una línea de colectivos que transporta 10 mil pasajeros por día, pero cuenta con una particularidad: es una mutual. Comenzó en 1990, cuando un grupo de vecinos recibió la negativa de la Empresa de Transporte “La Perlita” para unir los 23 kilómetros que separan Cuartel Quinto del centro de Moreno por no ser un recorrido rentable. Han transcurrido 14 años de aquel comienzo y la mutual continúa funcionando gracias al esfuerzo de sus trabajadores y las miles de familias que transporta día a día. En este informe la historia de un ejemplo de organización social que logró romper el aislamiento de 40 barrios humildes del oeste del conurbano bonaerense.

Desde hace 14 años en el partido de Moreno, el transporte de pasajeros tiene una particularidad: los 40 barrios más alejados del distrito son unidos por “El Colmenar”, una Mutual de transporte organizada por sus mismos vecinos.

Los barrios están ubicados en la localidad de Cuartel Quinto, a 23 kilómetros del centro de Moreno al oeste de la Capital Federal. La Mutual ofrece un servicio único en el país y está autorizado y controlado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), bajo el reglamento de “Transporte privado en común de pasajeros”. Hoy, además de transportar a 10.000 personas diariamente con un boleto 40% menor que la tarifa del “transporte público”, es una fuente de trabajo para 120 familias.

Cuando en 1990 un grupo de vecinos recibía la negativa de la Empresa de Transporte “La Perlita” para unir los 23 kilómetros que separan Cuartel Quinto del centro de Moreno por no ser un recorrido rentable, ni siquiera imaginaban que iban a ser protagonistas de lo que hoy ya se considera como un caso testigo de los alcance de la economía social.

Menos aún, que muchos años después, serían el único servicio de colectivos que resiste las embestidas monopólicas de la Empresa de Transporte “La Perlita” quién tiene la concesión de más de 100 recorridos en el norte y sur del distrito, y participación accionaria junto al Grupo Macri en otras empresas de colectivos que recorren la zona Oeste del Gran Buenos Aires.

Pero no todo es color de rosa. Sostener este emprendimiento costó mucho trabajo y sacrificio para sus integrantes al finalizar una de las décadas más catastróficas para el país. Así quedó registrado en un documento público al cumplirse los 14 años de trabajo: “La agudización de la crisis económica del país desde fines de 2001 provocó el aumento del precio del gas oil utilizado por los vehículos de la Mutual, lo que ha generado un serio desbalance financiero en los costos operativos de la Mutual, poniendo en serio riesgo el sostenimiento del servicio mismo. La discontinuidad del servicio de la Mutual dejaría a miles de familias de escasos recursos sin acceso a un transporte digno y más accesible.”

Como “El Colmenar” es considerado en el rubro “transporte privado”, previsto en la ley Orgánica de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, no tiene acceso a “los mismos beneficios con los que hoy cuentan las empresas publicas de transporte representados por el subsidio de $1000 mensuales por colectivo, y por el precio diferencial para la compra de gasoil”, beneficios que la Mutual reclaman en el documento llamado “Para recordar juntos que hicimos todos los días en estos 14 años”.

Una paradoja que dejó la década de los 90 y los empresarios nacionales que viven a costa del Estado. Cada uno de los colectivos pertenecientes a las empresas del grupo Macri, por dar un ejemplo, reciben los subsidios del Estado por unidad y combustible, mientras que la Mutual de transporte “El Colmenar” no ha podido lograrlo a pesar de los innumerables servicios que les ofrece a sus usuarios: boletos mas baratos, regímenes especiales para estudiantes, gente afectada a planes sociales, docentes, jubilados, además de “disponer recursos y personas para el desarrollo de proyectos en la comunidad a través de distintas organizaciones afines”.

Bajar los costos ante la crisis

Cuando comenzaba el 2002 ya se empezó a sentir la crisis económica en “El Colmenar” . Lo que llevó a reducir la “flota” de colectivos de 34 a 28 y realizar algunas modificaciones en la relación laboral con los choferes, quienes finalmente se convirtieron en microempresarios. Fue entonces que surgió la posibilidad de que los colectivos puedan utilizar el GNC para reducir los costos operativos del servicio. A fines del 2003, un subsidio otorgado por la fundación “Gasban” permitió que un primer colectivo comenzara a funcionar utilizando el gas como combustible. Al que le siguieron 5 más en los primeros meses de este año.

Pero cuando todo parecía encaminarse, un viejo conflicto con la Empresa “La Perlita” (líneas 501 y 311) amenazó la continuidad de la Mutual.La línea 501, ingresó al Barrio Namuncurá con un arancel de 0,75 centavos (con 23 Km. hasta Moreno, cuando en otros recorridos de menor kilometraje cobra $1.25 y hasta $1.50). El Colmenar hace años que tiene un arancel de 80 centavos con todas las dificultades de financiamiento comentadas.

Más de 25 organizaciones sociales y políticas se movilizaron el miércoles 2 de junio al Consejo Deliberante y la Municipalidad de Moreno para reclamar la derogación de la Ordenanza que habilita a “La Perlita” a entrar en los barrios donde tiene sus recorridos la mutual.

En las paredes aledañas a la municipalidad, los manifestante pegaron cientos de afiches con la leyenda “Los rostros de la Corrupción de Moreno”.

Más abajo tres fotos retrataban al presidente del consejo, Jorge Mendieta, a Oscar Siburu, en ese momento presidente de la comisión de Transporte, y a Rubén Figueredo. Todos indicados como los responsables de presentar el 14 de abril el proyecto de ordenanza, además de estar fuertemente sospechados de haber recibido coimas de empresa de Transporte, cuyo accionista mayoritario es el empresario Luis Mesa, y que ya contó con los favores de los mismos concejales cuando se apropió de los recorridos de la zona sur de la localidad de Moreno.

Finalmente, cuando la suerte del Colmenar parecía echada, un salvador subsidio del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación -cuya titular es Alicia Kirchner, hermana del Presidente de la Nación – inyectó el capital necesario para convertir a toda la flota de colectivos al GNC.

De esta manera los colectivos celestes y blancos continuaran transitando las calles de Moreno con el orgullo de ser un emprendimiento comunitario que ofrece un servicio “más barato, más digno, más nuestro”, tal como señala la mutual.

Cómo funciona el monopolio del Transporte en el Oeste del conurbano bonaerense

Hasta los primeros meses del año 2002 , en Moreno existían 2 empresas de transporte público de pasajeros y la mutual El Colmenar. El lado norte del distrito era explotado, en su mayoría por “La Perlita”, y una pequeña parte, por la mutual. En el lado sur, delimitado por las vías del ex Ferrocarril Sarmiento -hoy Trenes de Buenos Aires-, el servicio estaba a cargo de la empresa Mariano Moreno S.A cuyo directivo principal era el empresario Pablo Aiuto.

El domingo 30 de junio del 2002 Aiuto abandonó la empresa luego de un proceso de vaciamiento que llevaba varios meses, forzando a la suspensión del servicio por 48 horas. La legislación vigente indicaba que el servicio debía ser retomado por otra empresa hasta tanto sean nuevamente licitados los recorridos. Y sucedió finalmente los que muchos esperaban: los recorridos, fueron otorgados provisoriamente a La Perlita, empresa que curiosamente ya tenía preparadas las unidades necesarias para realizar los recorridos del trazado sur que tienen un rendimiento mensual superior a los 250 mil pesos.

Pero lo que parecía una maniobra perfectamente planificada por las dos empresas, no contó con una variable fundamental: los choferes de la Mariano Moreno que vieron peligrar su fuente de trabajo. Aquel domingo de junio el abandono de Aiuto no solo dejó a los colectivos sin combustible, sino que hasta las monedas que contenían las maquinas expendedoras de boletos desaparecieron.

Sin la posibilidad inmediata de poner en funcionamiento los colectivos, un grupo de socios minoritarios, que venía manejando la idea de formar una cooperativa para preservar la fuente de trabajo, decidieron pedir prestado dinero y pusieron un funcionamiento una pocas unidades.

Con lo recaudado cargaron combustible al resto de los colectivos y el servicio estuvo funcionando nuevamente el mismo lunes 1º de julio.

La experiencia de gestión impecable durante los once días que está duro no alcanzó para ahogarle el negocio a Luis Mesa, directivo principal de La Perlita. En ese lapso se pusieron en funcionamiento 5 colectivos más que en la etapa de Aiuto, se pagó el salario a todos los empleados, se compraron repuestos e insumos, fue pagada la póliza del seguro de los 22 colectivos, y hasta se garantizó el combustible a precio de surtidor.

Pero el 10 de julio, un grupo de matones, que los trabajadores en su momento identificaron con la Unión Tranviaria Automotor (UTA), interrumpió la salida de los colectivos con insultos y amenazas a los choferes y usuarios, pinchando las cubiertas de diez unidades y golpeando a uno de los choferes.

Gracias a la ausencia absoluta de la policía los matones de la UTA permanecieron dos días y dos noches impidiendo la puesta en marcha y salida de los colectivos.

El mismo 10 de julio el Consejo Deliberante puso a consideración el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 867 firmado por el entonces Intendente interino Andrés Arregui, permitiendo el ingreso de La Perlita en los recorridos de la empresa Mariano Moreno.

En el primer párrafo el decreto afirmaba que “la empresa de transporte público de pasajeros Mariano Moreno S. A. ha interrumpido sus servicios comunales”. El 12 de Julio a las 17 horas La Perlita ocupó los recorridos del lado sur de las vías por 30 días.

El 14 de agosto el Consejo Deliberante confirmó a La Perlita en los que fueran los recorridos explotados por la empresa Mariano Moreno S.A.

La empresa de transportes “La Perlita” cuenta hoy con la concesión de más de 100 recorridos en el norte y sur del distrito, y una participación accionaria del 10 % en la Línea 216 de Morón perteneciente al Grupo Macri.

Empresa que en los últimos días se quedó con los recorridos de “Transportes del Oeste” que une Merlo con Primera Junta de la Capital Federal, y cuyos trabajadores peliaron por más de dos años su expropiación luego que la empresa también fuera vaciada por su dueño.

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