El gobierno de Brasil pretende levantar un muro de acero bajo el Puente de la Amistad que separa la frontera con Paraguay “para combatir el contrabando”. El muro tendrá más de un kilómetro de extensión y constará de una placa metálica, hecha con alambres cortantes, que aislará toda el área al margen del río Paraná, que divide ambos países sudamericanos. Si bien el proyecto recién es anunciado, miles de voces se alzan en contra de una medida que seguramente no resolverá su principal propósito.
Con un costo estimado en 5,5 millones de reales (2,6 millones de dólares), la obra es la segunda etapa de una serie de reformas que la Recaudadora Federal de Brasil viene realizando en la aduana ubicada entre la ciudad brasileña de Foz de Iguazú y la Paraguaya Ciudad del Este.
La primera etapa de la reforma de la aduana brasileña, que tuvo un costo de 7,5 millones de reales (3,5 millones de dólares), incluyó la creación de un nuevo sistema para controlar todas las mercancías provenientes del país vecino, pero no fue suficiente para impedir que el contrabando continuase.
Para evitar los impuestos, los contrabandistas llegaron a hacer agujeros en las rejas dispuestas a los lados del puente y abrieron caminos entre la vegetación para entrar en Brasil sin ser vistos.
Pero para Gustavo Volpe, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), “es un disparate, una estupidez, traído de los pelos. Con esa muralla no van a solucionar el problema del contrabando. Ellos se ensañan con Ciudad del Este», subrayó el industrial Según Volpe, «apenas el 15% del contrabando que ingresa a Brasil pasa desde Ciudad del Este. El resto, el 85% pasa por Bolivia, Uruguay, por Pedro Juan Caballero (Paraguay)», comentó.
Destacó que la actitud brasileña «indica a las claras las pocas ganas de integración del Brasil». Insinuó que tras la reciente visita de George W. Bush a Brasil, el presidente norteamericano habría convencido a Lula de copiar su modelo: Estados Unidos construye un muro frente en la frontera con México para impedir la entrada de ilegales.
Volpe dijo con ironía que el muro «será la gota que colmará el vaso para demostrar la falta de interés de Brasil en la integración con sus vecinos, porque no frenará el contrabando».
El gobierno de Lula ya mandó construir un muro de tres metros de altura alrededor del edificio aduanero para encajonar el ingreso y egreso de vehículos y peatones, considerado como «Muro de la vergüenza» por intelectuales y estudiantes brasileños de Foz de Iguazú (Brasil). Pintores y artistas pintaron alegorías al muro de Berlín. ¿La nueva muralla sería la continuación del primero, o sólo una copia barata del que Estados Unidos está cerrando en la frontera con México?