Cuando el mundo era otro, hace exactamente un lustro, el 20 de agosto de 2003, la tapa del gran diario argentino nos anoticiaba del sablazo que el por entonces presidente Kirchner le asestaba a su vice después de las diferencias ventiladas en los medios por las tarifas y las leyes del perdón. El pingüino mayor se cargó de un saque al secretario de Turismo y a once funcionarios más que respondían a Scioli, quien quiso hablar con Kirchner mas no fue recibido. Elisa Carrió, en declaraciones radiales, le ratificó su apoyo al mandatario, pero le pidió «mesura».
Un día después, los senadores, en una sesión presidida casi todo el tiempo por Scioli, aprobaron la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Faltaban horas para el cierre de campaña de las elecciones a Jefe de Gobierno de la Capital, en la que Macri aventajaría por 4 puntos a Ibarra para, tres semanas más tarde, caer derrotado en el ballotage.
El mundo era otro, se los dije al comienzo.
Cinco años después, el episodio del vicepresidente Cobos votando decisivamente en contra del proyecto impulsado por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández ofrece un paralelismo distorsionado pero ayuda a pintar el cambio de escenario. Los funcionarios cobistas tampoco están más en el Ejecutivo, pero en este caso, cuando ellos iban de salida, el daño ya estaba hecho. La posterior gira triunfal de Cleto por las rutas argentinas contrasta con la imagen de Danielito juntando pis inútilmente en la antesala del despacho presidencial. El mensaje brutal de K en aquel 2003 pegó más allá de donde sonó el golpe. La agria reunión a solas entre CFK y el mendocino no comunicó nada. Scioli señaló aquella vez: “A mí también me votaron”. Cobos dijo el mes pasado: “¿Cómo voy a renunciar si me votó el pueblo?”. Cuatro años más tarde, Scioli se convertiría en gobernador de la provincia de Buenos Aires de la mano de K. Veremos para cuánto le da la voluntad a Cleto.
La anecdótica comparación entre ambos momentos deja entrever actitudes, posicionamientos e iniciativas que responden a climas y coyunturas opuestas. Ayer, la emergencia de Kirchner reseteaba el tablero nacional y despuntaba la conformación de un polo progresista que retomaba viejas banderas y apostaba a una transversalidad hija del antimenemismo y, por ende, refractaria a los sectores del peronismo cómplices de la fiesta neoliberal. Hoy, esa virtualidad que ordenó la lógica de propios y extraños durante los últimos cinco años se hizo pedazos. El desencanto que afligió a gran parte de la militancia tras la derrota de la resolución 125 va más allá de la votación puntual en el Senado. Su honda caladura reside, en buena medida, en la confirmación de que el sueño se ha roto. El estado de confusión y asamblea permanente, la sensación de que la rueda ha echado a girar otra vez, son síntomas de que ese mapa esperanzador del que nos aferramos en 2003 ya no alcanza para guiarnos. Hay que volver a empezar, barajar y dar de nuevo.
El Informe Especial que encabeza la nueva edición de ZOOM pretende ser un aporte al debate político abierto tras el voto de Cobos en el Senado y la caída del proyecto oficial de retenciones móviles. La pluralidad de voces que se manifestaron ante las consultas de esta revista recorren un espinel donde pueden encontrarse diversas dosis de crítica hacia el Gobierno (encarnación sinónima del kirchnerismo, esa máquina de ocupar espacios y no construir política) y una constante: la incomodidad y la suspicacia frente al rol del PJ en un eventual armado de centroizquierda.
¿Todo kirchnerismo es pejotista? ¿Todo PJ es K? ¿Cuál será el nuevo eje de la centroizquierda si prescinde del kirchnerismo? ¿Cuál es la viabilidad de un proyecto nacional y popular sin el peronismo? ¿Cómo marcar los errores del Gobierno sin caer en el gorilismo o en el juego de la fortalecida derecha? ¿Cómo construir política nuevamente?
Es tiempo de discusión, de generosidad y de grandeza. Una decena de dirigentes fueron interpelados por Revista ZOOM para seguir alimentando este debate que nos está esperando a cada uno de nosotros a la vuelta de la esquina.
