Carrió, la gran derrotada

Tras el enorme error de Jorge Telerman de haberse aliado con Elisa Carrió en su entelequia opositoria que agrupa a sectores ideológicamente opuestos con tal de pelear con Kirchner, un grupo de dirigentes del intervenido ARI Capital consideró que la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, fue la «gran derrotada» en las elecciones porteñas y reclamó que desista de su candidatura presidencial.

Los dirigentes Fernando Cantero (titular del partido hasta la intervención); Silvia Oddi; Marcelo Pellegrino; Reyes Aguirre; Mariana Rabanal y Eduardo Longordo exigieron «renuncias» y «elecciones internas» en el partido fundado por Carrió.

«Exigimos la renuncia del interventor del ARI de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos López Iglesias; de la secretaria General del partido, Elsa Quiroz y de todos los integrantes de la Junta Nacional que avalaron la intervención», remarcaron.

Además, pidieron «la inmediata» convocatoria a elecciones internas para que el ARI designe «sus candidatos a presidente y vicepresidente de la Nación».

En abril pasado, el ARI porteño fue intervenido por la Junta Nacional partidaria -que preside la diputada Elsa Quiroz- por no presentar el aval a la formación de la Coalición Cívica, según explicaron las autoridades en esa ocasión.

«No se puede participar de un acto eleccionario con un partido intervenido y los militantes y simpatizantes marginados», aseguró el grupo encabezado por Cantero en un comunicado, y criticó con dureza a la fundadora del ARI. En ese sentido, sostuvo que «hoy la gran derrotada es Elisa Carrió y el proyecto de derechización de un partido que nació para luchar por la igualdad y contra los privilegios de unos pocos». Así aludió a la frustración de la fórmula Jorge Telerman-Enrique Olivera, que ayer quedó afuera del ballottage del 24 de junio.

«Carrió privilegió a sus amigos del living y le dio la espalda a la gente», señalaron los dirigentes y reprocharon que los «manejos antidemocráticos a espaldas de los militantes han desembocado en otra desilusión». Por último, advirtieron que «la doctora Carrió no tiene autoridad ni gestión para ser candidata a presidente de los argentinos».

Pocas horas antes de que los militantes que creyeron en sus convicciones progresistas estallaran de bronca ante la posibilidad de que Carrió apoye a Mauricio Macri, Carrió, reveló que el 24 de junio próximo, en el ballotage de las elecciones porteñas, votará «en blanco», pero ratificó que dejará «en libertad de conciencia» a sus adherentes para que elijan el candidato que prefieran.

«La verdad es que tengo objeciones enormes de tipo moral y político contra los dos candidatos que van al ballotage», Mauricio Macri y Daniel Filmus, dijo Carrió, quien hizo la salvedad de que a la compañera de fórmula del líder del PRO, Gabriela Michetti, «la votaría con las dos manos».

Por otra parte Carrió ratificó a radio su candidatura presidencial y dijo estar «muy contenta por la cantidad de voto opositor que hubo en la Ciudad», pero al mismo tiempo estimó que «ganó en la estrategia de (el jefe de Gabinete) Alberto Fernández» al lograr el desplazamiento de Jorge Telerman del sitio para competir en la segunda vuelta.

Aclaró sin embargo que «la cuestión nacional está absolutamente abierta y yo ratifico mi candidatura a la Presidencia; en julio -vaticinó- todo va a estar muy claro». Consultada sobre si consideraba, dada la amplia diferencia de votos obtenida por Macri respecto a Filmus, que debía suspenderse la segunda vuelta, sostuvo que «esa es una decisión de la fórmula» del segundo término, pero legalmente corresponde: si los candidatos quieren ir, hay que hacerlo», concluyó.

Carrió descartó que el voto mayoritario por Macri implique un giro a la derecha del electordo porteño, al sostener que el sufragio «no es tan ideologizado como se piensa» y que «la sociedad está cambiando mucho, sobre todo en el cordón del centro, que era un viejo bastión radical y ahora se hizo macrista».

Estimó que lo ocurrido marca «un comienzo de cambio muy interesante en la ciudad, donde lo votaron a Mauricio; yo no lo voto por razones ideológicas, pero sí hubiera votado con las dos manos a Gabriela Michetti». Rescató como positivo que «no perdimos las bancas» en la capital» y afirmó que su coalición «siempre fue mucho más importante a nivel nacional que a nivel local, pero hay que pasar esta semana, en la que todo el mundo me va a cobrar la derrota».

Estas declaraciones inexplicables solo pueden ser entendidas como el razonamiento de alguien que no puede contener racionalmente su antiperonismo, antikirchnerismo o como quiera que se lo llame, pero puede resultar increíble que una mujer que fue tan inteligente considere a Macri como una opición distinta «porque el electorado no es tan ideologizado».

Claro que la lucha no se construye en función del electorado, sino que promueve un modelo de pensar el Estado y la sociedad, justo lo que Macri no quiere discutir, optando por mostrarse eficiente a cualquier costo.

¿Es posible que una mujer como Carrió no se de cuenta?

No solamente que es posible, sino que es dramático, por eso sería saludable tener presente que comerse semejante verso va en contra de todos, y lo pagan los más golpeados por este esquema desigual y perverso.

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