Como parte de la propuesta boliviana para la Segunda Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), Bolivia plantea la creación de una Comisión Energética para aprovechar los recursos energéticos de la región en un contexto de reciprocidad y como un efectivo mecanismo para reducir las asimetrías entre los países de esta parte del continente.
La propuesta se adscribe en el marco de la integración energética de la región, uno de los temas de discusión durante la Segunda Cumbre de la CSN , que se realizará el 8 y 9 de diciembre en Cochabamba.
Si bien las negociaciones sobre el precio de energéticos como el gas se hacen en el ámbito bilateral, Bolivia plantea ampliar esta visión a una esfera regional, considerando aspectos como el precio internacional y las necesidades de cada país para lograr su propio desarrollo industrial.
«En síntesis, lo que se busca no es sólo una relación entre la oferta y la demanda, sino también analizar cómo se puede utilizar el mecanismo del precio para lograr equiparar la profundas asimetrías que existen en la región «, explica Pablo Solón, embajador representante plenipotenciario para Temas de Integración y Comercio.
Las declaraciones del funcionario de la Cancillería boliviana se hacen a sólo horas de que el gobierno del Presidente Morales recibiera un espaldarazo de su colega argentino Néstor Kirchner para invertir en el desarrollo de las reservas bolivianas, y luego de que ambos mandatarios firmaran un acuerdo de compraventa de gas natural por 20 años.
Otro de los objetivos de la Comisión Energética es asegurar, a través del financiamiento común, el desarrollo de las infraestructuras necesarias para que los recursos energéticos de los países productores lleguen a toda Sudamérica.» Esta comisión analizaría entre todos los países de la región qué es lo que tenemos y qué es lo que necesitamos para que esos recursos puedan ser explotados, extraídos y transportados», añade Solón.
De consolidarse este proyecto, el financiamiento común permitirá desarrollar desde tendidos eléctricos hasta gasoductos y oleoductos que llegarán por igual a los grandes centros exportadores como a las pequeñas poblaciones. «La visión que tenemos de la Comunidad Sudamericana es que no queremos tener un gran campo petrolífero rodeado de villas miseria, sino que la energía esté disponible para todos los habitantes. Para ello, hay que planificar, acordar y concertar con los países de la región «, propone Solón.
Reciprocidad
Coincide con esta posición el asesor de la Presidencia de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Manuel Morales Olivera, quien no ve el negocio del gas sólo en términos monetarios sino como una posibilidad histórica de Bolivia y de la región.
«Hay momentos en los que el gas boliviano puede servir de impulso y de desarrollo de industrias, puede servir para mejorar las condiciones de vida para la región, sin embargo, cuando existen las condiciones, es el momento de actuar en un ámbito de reciprocidad, es decir que determinados países, economías o núcleos de desarrollo puedan pagar más por el gas boliviano. Entonces, nuestra lógica no es de mercado, nuestra lógica es de reciprocidad «, asegura Morales Olivera.
En ese sentido, sigue Morales, la creación de una Comisión Energética de Sudamérica tiene la visión de avanzar hacia una integración real en el marco de la seguridad energética, es decir, garantizar la producción suficiente de energía, gas y petróleo que necesitan los países de la región y la soberanía energética regional.
Por ello, «no vemos a nuestro gas como un mecanismo de chantaje, tampoco como un mecanismo de enriquecimiento o negocio; sí lo vemos como una riqueza que estamos dispuestos a compartir en términos de reciprocidad.
Nosotros tenemos algo que ellos necesitan, ellos tienen varias cosas que nosotros necesitamos, por lo tanto, no se trata de equiparar números sino actitudes de reciprocidad, donde cada cual ofrece lo que tiene al otro y no busca a cambio beneficios adicionales ni extraordinarios «, finaliza el asesor de la estatal petrolera boliviana.