Asuntos Internos

¿SON PEORES LOS PATANEGRAS O LOS FEDERICOS?
Muchas veces señalamos, en base a estadísticas e informaciones periodísticas no desmentidas, que los policías cometen un número de delitos superior al promedio de los restantes habitantes.

Hace algunas semanas atrás, en “La Nación”, se publicaron algunos datos sobre la cantidad de policías bonaerenses (patanegras) y federales (federicos) sumariados.
La más impresionante es la información sobre los patanegras: de 45.000 efectivos, 27.000 están sumariados (un 60 %); entre ellos, unos 4.000 son investigados por la comisión de delitos y más de 1.200 se encuentran en disponibilidad. Las cifras nos ahorran cualquier comentario.

En la misma nota hay una segunda parte, relativa a los «federicos». En ella se aclara que sólo habría 600 sumariados (el 1,6%).

¿Qué sucede? ¿Los «federicos» son más honestos?

No. Sencillamente, la Superintendencia de Asuntos Internos de la PFA es más eficaz para encubrir compañeros cerrando los sumarios. “La Nación” reconoce que la Federal “sigue con la tradición de que “los trapos sucios se lavan dentro de la fuerza”” (o se esconden, agregamos nosotros).

Como decimos habitualmente, para muestra basta un botón (en este caso, el informe de un botón).

El 13 de noviembre de 2002, el Jefe del Departamento de Investigaciones Administrativas (de la Sup. de Asuntos Internos) de la PFA informó a un Juzgado de Instrucción acerca del resultado de sesenta y cuatro sumarios administrativos contra personal policial, vinculados todos ellos con procedimientos fraguados. El estudio de los resultados informados es muy claro.

Hubo un total de 178 investigados, a los cuales sólo correspondieron 23 condenas. Sólo cuatro de ellas fueron cesantías (dos a personal condenado por el Poder Judicial y otra a un oficial principal que acumuló otras tres condenas – es decir que cuatro de las 23 condenas fueron al mismo personaje, evidentemente sin demasiado respaldo superior -).

Hubo 36 sobreseimientos definitivos y 61 sobreseimientos provisorios, de los cuales respectivamente 26 y 48 corresponden a causas judiciales que se encuentran en pleno trámite (y en algunos casos, con policías indagados).

En otras palabras, la mayoría de los sobreseídos administrativamente no han sido sobreseídos judicialmente.

Esto quiere decir que la práctica de la Policía Federal Argentina es sobreseer a sus efectivos aún antes de que resuelva judicialmente su situación procesal. De esta manera, se consigue que el porcentaje de sumariados sea ínfimo y la fuerza da una imagen de pureza, que en realidad encierra un altísimo grado de impunidad, tal vez superior al de sus primos «patanegras».

Esto explica la bajísima cifra de sumariados en una fuerza responsable de centenares de detenciones, lesiones y al menos seis homicidios en la represión del 19 al 21 de diciembre de 2003, cuando personal de la Superintendencia de Asuntos Internos salió a asesinar (entre ellos estaba el Comisario Inspector Oliverio, entonces Jefe del Departamento Control de Integridad Profesional y cuya puesta en disponibilidad – largo tiempo después de su procesamiento – fue anunciada hace pocas semanas).

Reiteradamente nos referimos al sobreseimiento fácil que el Poder Judicial garantiza con frecuencia al personal policial que comete delitos, pero no cabe ninguna duda de que el sobreseimiento por parte de sus compañeros de Asuntos Internos es recontrarrefácil

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