Allí está

Aguardientes. Segunda temporada.

Allí está el frío, que no es otra cosa que la lejanía del calor. Allí está, con su pregunta que interroga por lo que fue, que le pone a la inquisición imágenes nocturnas, kepi crudo, masculinidades descubiertas en el apurado vino con soda, en los arrebatos de pasillos, en las disputas con el juego de cartas dispuesto sobre la pantalla de la PC.

Allí está el frío, con su rémora culpable de confesiones innecesarias después que el mar se había hecho menos misterioso y más albergador que en toda una vida, con los gritos de un dolor que no debieron ser gritados, con las defraudaciones surgiendo de una cobardía inexplicable que terminó arrasándolo todo.

Allí está el frío, diciéndome que la distancia es la del sol, y que la carreta del amor de madrugada, y los zapatos contoneados como todo vestido, no alcanzan para salvar el abismo.

Allí está el frío, mi amor, con su te quiero sin respuesta envuelto en el abrazo tibio, con el querer tus extensiones, tu flamenco, tu boca chasqueando de deseo, tus citas de Macedonio, tu pollera olvidada, con la noche en que te rescaté del llanto, con los martes, con tus odios a los supermercados, tus proclamas contra los ascensores y tu amor a los paseos silenciosos en los parques vacíos.

Allí está el frío, mi amor, clavando su diente de hielo en las proximidades de otro verano. Allí está, relamiéndose de mi desabrigo.

COMPARTÍ ESTE ARTÍCULO

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Recibí nuestras novedades

Puede darse de baja en cualquier momento. Al registrarse, acepta nuestros Términos de servicio y Política de privacidad.

Últimos artículos

Infancias. Memorias de película. La sombra terrible del fascismo, que golpea desde arriba y empuja desde abajo. Por Carlos Zeta
La resonante victoria de Juan Monteverde en Rosario no fue la única: el PJ ganó en 6 de las 10 ciudades más grandes de la provincia. El clave escenario de tercios. La guerra de interpretaciones. Por Gustavo Castro.
El diputado-outsider de Quilmes y el tres veces gobernador de Córdoba: ¿Cómo construir poder con la moderación y sin que se note? Por Lea Ross