Ahora Irán: los republicanos aprovechan el tiempo que les queda para continuar su guerra del petróleo

Por Causa Popular.- El método se repite. Supuestas armas de destrucción masiva fueron la excusa para invadir y apoderarse de los recursos naturales del segundo productor de petróleo. Ahora, una supuesta violación al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares pretende ponerle fecha a la agresión militar al cuarto exportador de crudo del mundo. Procedimientos y actores se repiten. Con 27 votos a favor (entre los que se encontraba Brasil y Argentina), 3 en contra (Cuba, Venezuela y Siria), y cinco abstenciones, la decisión de sancionar a Irán deja de estar en manos de un organismo técnico de la ONU, y pasa a su Consejo de Seguridad, en el cual los únicos países con poder de veto, no casualmente, son las cinco potencias nucleares del planeta. Sin la aprobación de la ONU, dos de los miembros de este Consejo (Estados Unidos e Inglaterra) invadieron Irak en el 2002. China, Rusia, y Francia, no parecen dispuestas a oponerse esta vez. Un recorrido por los verdaderos dueños del poder nuclear y su obstinada pretensión de evitar nuevos competidores.

El sábado 4 de febrero, el Caso Irán fue enviado al Consejo de Seguridad de la ONU para ser tratado en marzo. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) votó en Viena esa decisión imponiéndose la moción auspiciada por Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña, por 27 votos a favor, tres en contra, y cinco abstenciones.

En marzo, el máximo organismo de la Organización de las Naciones Unidas, deberá analizar y expedirse sobre si hay o no, por parte de Irán, violación a los acuerdos nucleares internacionales. Irán, por su parte, respondió anunciando el fin de la autorización para inspecciones sorpresivas de sus instalaciones nucleares. Entre las posibilidades inmediatas, desde Teherán sostuvieron que reanudaran el enriquecimiento de Uranio suspendido en diciembre de 2005.

La edición digital del periódico inglés The Times público el pasado martes, que el Pentágono tiene lista la aviación para golpear Irán en caso de que fallen las presiones diplomáticas. A esto se agrega, que el día anterior el líder de la mayoría republicana en el Senado estadounidense, Bill Frist, adelantó que el Congreso de los Estados Unidos, “tiene la voluntad política” de usar la fuerza militar contra Irán. Frist expresó: “debemos usar como primer paso las sanciones diplomáticas. Si éstas no funcionan hay que pasar a las sanciones económicas. Pero si tampoco esto otorga resultados no podemos permitirnos renunciar a la posibilidad de usar la fuerza militar”.

Expertos citados por The Times consideraron que los Estados Unidos tienen la capacidad de destruir una docena de instalaciones en Irán, calificadas de sitios nucleares. Las bases aéreas establecidas al oeste de Afganistán, al este de Irak, en Turquía, Qatar y el sur de Omán, un grupo de batalla de portaaviones desplegado en el Golfo Pérsico, con naves caza-bombarderos artilladas con proyectiles crucero del tipo Tomahawk, más bombarderos estratégicos B-2 que podrían emplearse en ataques sorpresivos, con vuelos directos desde bases militares en Estados Unidos, son parte de la infraestructura militar con la cuenta para lograrlo.

Sin embargo, las fuentes citadas por el diario coinciden en que a Washington no le resultaría fácil una campaña aérea contra los iraníes, quienes se han estado preparando para hacer frente a una agresión armada. «Los sitios importantes son subterráneos y tienen defensa antiaérea», como es el caso de la planta de Natanz, cuyas instalaciones más sensibles se encuentran 18 metros bajo tierra, y protegidas por paredes de hormigón reforzado. Medidas de seguridad similares existen en el centro de enriquecimiento de uranio de Esfahan, precisa el periódico.

Según el teniente coronel (retirado) Sam Gardiner, de la Fuerza Aérea estadounidense, los ataques aéreos iniciales contra Irán podrían durar menos de una semana, pero ello sería sólo el principio. Luego de neutralizar los objetivos nucleares, el Pentágono tendría que golpear otros blancos, que se estima son unos 125, entre ellos bases de la aviación y los submarinos, opinó Gardiner.

El árbol que tapa el bosque

Además de la búsqueda por apoderarse de los recursos petroleros del cuarto exportador de crudo del mundo, el conflicto con Irán desnuda los verdaderos actores que juegan detrás de la producción de energía nuclear para fines bélicos. Para el abogado Alejandro Teitelbaum, representante de la Asociación Americana de Juristas ante los organismos de la ONU en Ginebra, “La alimentación en combustible de las centrales nucleares requiere la realización del llamado ciclo del combustible, una de cuyas etapas es el enriquecimiento del uranio.

Muchos países poseedores de centrales nucleares no proceden al enriquecimiento, sino que compran el uranio enriquecido en el extranjero a un reducido número de países que lo producen: EEUU, Francia, Rusia, Reino Unido, Japón y Holanda. Ello tiene un costo elevado y crea una dependencia en materia energética.”

Según escribió Teitelbaum en una nota publicada por el sitio de Internet Argenpress.info, “Si de amenaza nuclear se trata y más que de amenaza, de catástrofes producidas con armas nucleares, son precisamente los cinco miembros del ‘club nuclear’ sus únicos autores -en referencia a los integrantes permanentes con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Francia, Inglaterra, China y Rusia-.

Estados Unidos es el único país que ha utilizado la bomba atómica y los cinco con sus ensayos nucleares contaminaron a propios y extraños en Estados Unidos, en las islas del Pacífico, en los desiertos de Australia poblados por aborígenes, etc.”

Como lo aclara este experto en derecho internacional, como sucediera con la invasión a Irak, el desarrollo del conflicto con Irán deja en evidencia que las normas internacionales sólo se respetan cuando son funcionales a los intereses de las potencias mundiales.

El Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, fue abierto a la firma en 1968, pero recién entró en vigor en 1970. Desde entonces, 188 fueron los Estados que se sumaron, incluidos China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, los cinco países que oficialmente poseen armas nucleares.

“El Tratado de no proliferación, del que Irán es parte -escribe Teitelbaum- y que se sostiene que lo está violando, tiene por objetivo evitar la proliferación de las armas nucleares y la tecnología armamentística, (es decir impedir que otros Estados, además de los que ya las tienen, dispongan de armas nucleares) fomentar la cooperación en el uso pacífico de la energía nuclear y promover la meta de conseguir el desarme nuclear (que incluye a los Estados que ya tienen armas nucleares) , así como el desarme general y completo.”

Para Teitelbaum, “las estimaciones más conservadoras atribuyen la posesión actualmente a Estados Unidos de 6000 misiles nucleares, a Rusia 5000, a China 400, a Francia 350 y a Gran Bretaña 200. India, Israel y Pakistán nunca firmaron el Tratado y Corea del Norte se retiró del mismo en 2003. Se estima, con bastante certeza, que los tres primeros países poseen armas nucleares, India unas 70, Israel entre 100 y 300, según las fuentes y Pakistán 45. No existe la misma certidumbre respecto de Corea del Norte.”

“A fin de promover la meta de la no proliferación y como medida para fomentar la confianza entre los Estados partes, el Tratado establece un sistema de salvaguardias bajo la responsabilidad de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). Las salvaguardias se utilizan para verificar el cumplimiento del Tratado mediante inspecciones dirigidas por la OIEA.

El Tratado fomenta la cooperación en la esfera de la tecnología nuclear pacífica, así como la igualdad de acceso a esta tecnología para todos los Estados partes, al tiempo que las salvaguardias evitan la desviación de material fisionable hacia usos armamentísticos.”

“El artículo IV del Tratado -aclara Teitelbaum-, dice: nada de lo dispuesto en este Tratado se interpretará en el sentido de afectar el derecho inalienable de todas las Partes en el Tratado de desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos sin discriminación y de conformidad con los artículos I y II de este Tratado.”

“De modo que el objetivo del Tratado es que los Estados que tienen armas nucleares comiencen un proceso de destrucción de dichas armas hasta su total eliminación (artículo VI del Tratado), impedir que otros Estados comiencen a fabricarlas, a cuyo fin los países que disponen de instalaciones nucleares deben someterlas al control periódico de la OIEA, todo ello en la perspectiva de un desarme general y completo.”

En definitiva, no es precisamente Irán quien hoy está violando el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. “No hay base jurídica alguna, para exigir a Irán que no siga adelante con su programa de realización completa del ciclo del combustible nuclear, incluido el enriquecimiento del uranio”, sentencia Alejandro Teitelbaum.

Si algún país se encuentra actualmente por fuera de los lineamientos del derecho internaciones que regula y controla el uso de la energía nuclear estos, paradójicamente, son las cinco potencias nucleares que en marzo decidirán si invaden son toda su soberbia militar un tercer país en Oriente Medio.

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