A un mes del crimen de Hunau, no hay detenidos

Por R. Lopéz; Los Andes de Mendoza.-
Aun mes del homicidio de Alejo Hunau, el asesor de los gobiernos de Roberto Iglesias y de Julio Cobos, no es demasiado lo que se ha dado a conocer. Enfrascado en un secreto de sumario por demás estricto, el caso, dicen los investigadores, «avanza lentamente».

Lo concreto es que hasta el momento el juez que lleva el tema, Carlos Benegas, tiene prácticamente la certeza de que a Hunau lo mató alguien de su confianza. Eso se desprende de la carátula del expediente.

A partir de ese dato, el magistrado le tomó declaraciones al círculo íntimo de Hunau: las conclusiones sólo están en la cabeza del juez pero se sabe que no se ha librado ninguna orden de detención desde que el cuerpo del joven comunicador social apareciera en su departamento del pasaje Pedro Vargas, en pleno centro mendocino.

En el marco de la investigación ha trascendido que una huella palmaria (de la palma de una mano) que quedó en una botella -elemento que habría utilizado el asesino para golpear a Alejo- podría haber sido objeto de pericias. Pero otro trascendido indica que los investigadores de la Policía de Mendoza no cuentan con los elementos técnicos para llevar adelante un estudio dactilar de ese tipo.

Igual, se sabe que el juez Benegas, incluso por expreso pedido del gobernador Cobos, le ha puesto al caso especial atención. Muy preocupado porque los datos que recabe no trasciendan, llegó a decirles a los policías que investigaban el hecho que los sancionaría si algún dato se filtraba a la prensa. Hoy, un grupo especial de efectivos de Investigaciones es el que lleva a cabo, de manera silenciosa, la pesquisa. Tienen un contacto directo y hermético con el juez sin ningún tipo de intermediarios.

Red por Alejo

Luego de la desgracia, los allegados de Alejo se han mantenido en contacto básicamente por cadenas de mails -Hunau era una persona muy conocida en los ámbitos universitarios y políticos- y dicen que han esperado con paciencia que la investigación tome alguna orientación. Pero algunos de ellos ya han comenzado a manifestar una suerte de desazón: “Pasan los días, ya llevamos un mes y no hay nada claro todavía”, dicen entre ellos.

Por ese mismo motivo, este grupo de amigos ha construido una página web (www.tuxpan.com/alejo).

La idea, según manifestó uno de sus hacedores, es que la gente que tenga datos que considere que sean de importancia, entre a la página y comunique lo que sepa.

El martes y ayer mismo, su madre se presentó en el Sexto Juzgado de Instrucción con los abogados Oscar Mellado y Estacio Cremaschi.

Los letrados harán las veces de querellantes con la idea de meter un poco de presión para que el expediente avance y la verdad salga a la luz. Igual, la tarea de los abogados no es sencilla porque, al menos hasta ahora, el imputado en el expediente figura con la nomenclatura NN.

Hoy por la tarde, por primera vez desde que ocurrió el crimen, la madre de Alejo, de nombre Silvia, dará una conferencia de prensa. Será la primera persona que, al menos en público, hablará del caso Hunau.

Claves

El día. Alejo Hunau apareció muerto a golpes en su departamento de calle Pedro Vargas el 23 de noviembre. Su empleada lo encontró.

Perfil. Conocido como un joven muy lúcido, ocupó cargos en los gobiernos de Iglesias y Cobos. Días antes de su crimen se había recibido de comunicador social. Era soltero, de 33 años.

Diligencias. De lo poco que ha trascendido, el juez investiga una huella palmaria que apareció en una botella de vino. También le tomó declaraciones testimoniales a gran parte de su entorno.

Hipótesis. Se cree que Alejo, la noche de su muerte, estuvo con una persona que conocía de antes. Del departamento del asesor desaparecieron una notebook y un celular. El DNI fue encontrado días más tarde en la calle Arístides Villanueva.

Familiares. A un mes del hecho y sin detenidos, sus familiares y amigos crearon una página web para que quienquiera aporte datos. Su madre tiene en mente hacer afiches para pegar en el microcentro.

¿Traicionado? – Por Jorge Hirschbrand

Redactor de Policiales

La carátula del caso Alejo Hunau revela parte del misterio por el asesinato del asesor del gobierno provincial. En la tapa del expediente se puede leer una imputación contra «NN por homicidio agravado con alevosía». A partir del análisis jurídico de esta figura se desprenden algunas conclusiones.

A Hunau lo mató alguien de su círculo más cercano, a quien él le tenía confianza. De acuerdo con los especialistas en Derecho Penal, alevosía es sinónimo de «muerte dada ocultamente a otro, asegurando su ejecución por evitación de todo riesgo o peligro e imposibilitando intencionalmente la defensa de la víctima», se lee en obras publicadas por el jurista local Carlos Parma (www.carlosparma.com.ar).

Aquí salta el segundo punto importante: Hunau no tuvo la posibilidad de defenderse y ese es el resultado de las pericias realizadas. No habría existido pelea ni discusión; esto le quitaría fuerza a la hipótesis de un drama pasional tal como suele manifestarse. Cuando menos lo esperaba, Hunau recibió el ataque de su matador y quedó sin posibilidad de reacción. De alguna manera, fue traicionado.

Desde un principio, los investigadores se ocuparon de determinar el destino de los efectos personales que desaparecieron del departamento de Hunau. El asesino se habría llevado una notebook, una agenda y un teléfono celular. Esta situación fue tomada por los pesquisas como una sustracción y no un asalto.

Hay quienes creen que esa sustracción podría tener una relación directa con el móvil del homicidio. Y si así resultara, la búsqueda apuntaría a descubrir qué de importante sabía, y tenía archivado, Hunau para que alguien de su confianza lo asesinara.

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