A 28 años de la Masacre de Margarita Belén los asesinos siguen sueltos

Por Causa Popular.- Ya se han cumplido 28 años de uno de los crímenes masivos más aberrantes de la última dictadura militar y a pesar de la veracidad de las pruebas sobre los fusilamientos, los permanentes esfuerzos de las organizaciones de derechos humanos y los familiares de las víctimas, los 10 militares implicados en la Masacre de la localidad chaqueña de Margarita Belén, del 13 de diciembre de 1976 siguen libres. Allí, 22 presos políticos fueron ejecutados en forma sumarísima y desaparecidos. Durante este aniversario, los integrantes de HIJOS Chaco marcharon frente al juzgado en Resistencia y delante de la sede judicial se pelaron por completo, llenaron un sobre con sus pelos y se lo mandaron al juez Carlos Skidelsky diciendo: “La justicia nos toma el pelo, entonces venimos a entregarle los pelos al poder judicial”.

También escarcharon al fiscal de cámara, Domingo Mazzoni, que según señaló una sobreviviente a Causa Popular: “presenciaba los tormentos y delante de los torturados llamaba para preguntarle a la Brigada de Investigaciones si tenía que preguntar algo mas.

Tres días antes del nuevo aniversario y justo el mismo día que el Presidente Néstor Kirchner afirmaba que la Justicia «está llegando sin venganza«, al conmemorar en un acto el Día Internacional de los Derechos Humanos y entregar los premios Azucena Villaflor en la Casa Rosada, los familiares de los caídos en la Masacre llevaron una carta para el Jefe del Estado, donde hicieron hincapié en la parálisis que afecta a la causa judicial y denominaron ese hecho como «la organización de la impunidad» para los militares sindicados como autores de la matanza, que en 2003 pasaron sólo unas semanas detenidos.

A pesar de detallar muchas veces en 28 años las atrocidades sufridas en Margarita Belén, los familiares tuvieron que recurrir a una carta para explicarle al Presidente que en la causa que investiga el fusilamiento y desaparición de 22 presos políticos en 1976, no pasa nada.

El 10 de diciembre, en una nueva conmemoración del retorno democrático de 1983, la misiva fue entregada en mesa de entradas de la Casa Rosada. Los familiares reconocieron que «el Gobierno Nacional se haya presentado como querellante, a través de la Secretaría de Derechos Humanos en la causa» pero observaron que «para desarmar la organización de la impunidad es necesario que se instrumenten algunas medidas».

Entre otras iniciativas reclamaron que, a través de un jury promovido por la Procuración General de la Nación, «destituyan definitivamente a los fiscales de primera y segunda instancia, Carlos Flores Leyes y Domingo Mazzoni, así como a sus secretarios doctores Sanserri y Torres, respectivamente».
También pidieron que «se avale el Juicio Político y destitución de los camaristas federales de Chaco, Tomás Inda, Diomedes Rojas y Beatriz Fernández» los cuáles, según ellos, «conspiraron para dejar en libertad en 2003 a los diez primeros militares detenidos por su responsabilización en la Masacre».

Además solicitaron que «se le de la baja a los militares en actividad que siguen estando en funciones claves: en Inteligencia en el Segundo Cuerpo de Ejército, como Germán Riquelme; al Subdirector del Hospital Militar Central Ricardo Reyes; y a Horacio Losito, detenido en la causa llevada adelante por el Poder Judicial de Corrientes».

Todos ellos, según los familiares, «están acusados de haber participado en el traslado, tormentos, fusilamiento y desaparición de los detenidos indefensos», por lo que pidieron que «Losito y otros delincuentes estén en una prisión común, no en la Base de Apoyo Logístico de Resistencia, que fue uno de los escenarios» de la matanza.
La carta estuvo firmada por Mirta Clara, viuda del asesinado Néstor Sala, y los integrantes de la organización H.I.J.O.S. Chaco; Familiares, Compañeros y Amigos de los militantes fusilados y desaparecidos en Margarita Belén.

La Masacre de Margarita Belén ocurrió en la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976, cuando 22 presos políticos fueron arrancados por la noche de las cárceles en Resistencia, torturados y trasladados hasta ese paraje, donde terminaron siendo ejecutados en forma sumarísima.

Pese a que han transcurrido casi tres décadas, aún muchos cadáveres no han sido entregados a sus deudos -salvo los de diez víctimas- como en el caso de la mayoría de las personas secuestradas durante la dictadura, según los familiares. Sólo se identificaron los cuerpos de 17 hombres y dos mujeres.

La «Masacre de Margarita Belén» fue uno de los más de setecientos casos que tomó en cuenta el Juicio a las Juntas, en 1985, y por eso se condenó a los ex dictadores Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti, que más tarde, en 1990, serían indultados por Carlos Menem.

Un nuevo aniversario, pero el mismo reclamo contra la impunidad

Cada año, los reclamos se concentran en Resistencia y en Margarita Belén, bajo un sol inclemente en vísperas del duro verano del Bosque Chaqueño y a pesar de la indiferencia del radicalismo local que viene administrando la provincia desde hace años y cuya política quizás sea más inclemente aún que el propio verano.

Tres días después de la presentación de la carta, de la cual aún no se conoce respuesta alguna, la Comisión de Homenaje a los Mártires de la Matanza de Margarita Belén, Familiares de Detenidos y Desaparecidos, Compañeros Familiares y Amigos de los caídos en Margarita Belén, H.I.J.O.S Regional Chaco, UTRE-CTERA, CTA y Juventud por una mejor Democracia participaron de diversos actos realizados en conmemoración de los 28 años de la Masacre.

La primera ceremonia se realizó en el recinto de la Cámara de Diputados provincial donde Amanda Piérola, madre de uno de los jóvenes muertos en aquel episodio, fue declarada ciudadana ilustre de la provincia. Entre las organizaciones que participaron de los actos estuvieron.

«Por fin se comienza a hacer justicia» expresó Amanda Mayor de Pierola durante el homenaje en el que recibió la declaración de «Ciudadana Ilustre» de la provincia del Chaco, por parte de la Legislatura chaqueña. Amanda, durante la vigilia realizada desde la tarde del domingo junto a las organizaciones participantes, finalizó la restauración del mural «Margarita Belén» -de su autoría-, al reponer la figura de un sacerdote censurada hace 18 años.

La madre de Pablo Piérola, uno de los 22 detenidos que fueron ultimados por fuerzas militares en 1976, pintó el mural entre julio y agosto de 1986, pero a los pocos días el sacerdote que aparecía en la obra fue borrado.
«Recién ayer pudimos inaugurar por completo el mural porque el cura que pinté desapareció al poco tiempo», recordó la artista plástica en declaraciones a la prensa.

La pintura que ocupa por completo una de las paredes del Aula Magna de la Facultad de Arquitectura de Resistencia, padeció la mutilación debido al fuerte reclamo que hizo el entonces arzobispo local, Juan José Iriarte. La orden de eliminar la figura religiosa, que aparecía observando una sesión de tortura en la que un joven desnudo es sometido a la picana eléctrica, fue emitida luego por la Justicia Federal, dando lugar una vez más a los menesteres inquisitoriales de la Iglesia, que no comenzaron ni con León Ferrari, ni con sus sistemáticos intentos por impedir que se imparta educación sexual en las escuelas.

Piérola hizo varios intentos de repintar al cura, pero recién lo consiguió el domingo 12 gracias al fallo del juez federal de Resistencia, Carlos Skidelsky, quien consideró inconstitucional el procedimiento judicial por el que se tapó en su momento con un fondo azul-celeste al integrante más polémico del cuadro.

Como la artista había inscripto el cuadro en el Registro de la Propiedad Intelectual, el juez pudo apoyarse en normas que protegen las expresiones artísticas «oficializadas» para ordenar la restauración. Skidelsky es el mismo juez que entre junio y julio de 2003 detuvo a los 10 militares implicados en la masacre y que luego fueron liberados por «artilugios legales» planteados en el mismo seno de la justicia federal chaqueña, tal como informó Causa Popular en una nota del 16 de Octubre.

Los actos continuaron con manifestaciones frente al Juzgado Federal y en cercanías del ex Regimiento de Artillería 7, situado en el barrio «La Ligura» de esta capital, donde militantes de derechos humanos reclamaron la detención de los 10 militares imputados.

Los implicados son Jorge Alcides Larrateguy, Athos Gustavo Renés, Norberto Raúl Tozzo, Aldo Martínez Segon, Rafael Carnero Sabol, Luís Alberto Pateta, Ernesto Jorge Simoni, Horacio Losito, Ricardo Guillermo Reyes y Germán Emilio Riquelme.

La jornada de conmemoraciones concluyó a la tarde, con un acto en el que se recordó a las víctimas en el lugar donde se llevó a cabo el fusilamiento, distante 30 kilómetros al norte de esta capital.

Según está probado en la causa, la masacre se concretó después de que los detenidos fueran sometidos a torturas en un centro clandestino desde donde fueron llevados hacia Formosa por la ruta nacional 11 desde la Unidad Penal 7 de Resistencia.

Pero lo que parecía ser un operativo de traslado se interrumpió a la altura del acceso a la localidad de Margarita Belén, donde las víctimas fueron bajadas de los camiones y acribilladas por orden del entonces ministro del interior, Albano Harguindeguy, y que luego la dictadura quiso presentar como un fusilamiento.

Sólo siete cadáveres fueron entregados a sus familiares, ya que los demás habrían sido enterrados en fosas comunes, y los investigadores que desde 1983 tomaron el caso jamás pudieron completar la identificación de las víctimas, al punto que cuatro de ellas siguen siendo NN.

El listado actualizado de muertos y desaparecidos en la Masacre de Margarita Belén por el Equipo Argentino de Antropología Forense, es el siguiente:

• Tierno, Patricio Blas. Muerto.
• Sala, Néstor Carlos. Muerto.

• Zamudio, Carlos. Muerto (exhumación en tramite p/confirmar).

• Barco, Luís Ángel. Muerto (exhumación en tramite p/confirmar).

• Yedro, Roberto H. Desaparecido.

• González, Delicia. Desaparecida.

• Díaz, Luís. Muerto.

• Pierola, Fernando G. Desaparecido.

• Cairé, Carlos María. Desaparecido.

• Pereyra, Julio. Desaparecido.

• Duarte, Carlos Alberto. Muerto.

• Tereszecuk, Carlos. Desaparecido.

• Parodi Ocampo, Manuel. Muerto.

• Fransen, Luís Arturo. Muerto.

• Cabral, Ema Beatriz. Desaparecido.

• Zapata, Sonéz Reinaldo. Desaparecido.

• Cuevas, Mario. Muerto.

Las ilustraciones y fotos de este informe corresponden en orden de aparición en la página, al afiche difundido hace dos años a los 26 años de la masacre, y a las fotos de Nestor Salas de 33 años y de Carlos Zamudio de 28 años, dos militantes fusilados en Margarita Belén el 13 de diciembre de 1976.

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