Privatización de clubes de fútbol
El intento no es nuevo. Sucedió con San Lorenzo de Almagro y con Racing Club de Avellaneda, detenidos por la participación activa de sus socios e hinchas.
En la actualidad, hay clubes que funcionan de manera solapada como entidades privadas, siendo asociaciones civiles.
Para el Gobierno, llevar adelante su programa económico es tan importante como desarticular la organización institucional, social y cultural del país. El fútbol, por ser un ordenador social, comunitario y popular, se transforma en un deseo muy sensible. La privatización de los clubes es su objetivo. El pitazo inicial fue el DNU del presidente Javier Milei de diciembre de 2023, que permite la reconversión de los clubes, hoy entidades sin fines de lucro, en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). La respuesta rápida de la AFA y de su presidente, Claudio Tapia, fue desconocer esa iniciativa. A partir de allí, comenzó una campaña mediática y presión judicial que busca disciplinar.
Pero hubo un acontecimiento, un paso en falso del propio Tapia, que movió aún más el avispero. El miércoles 19 de noviembre, el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional de Fútbol, presidido por él, aprobó por unanimidad y sin previo aviso la creación de un nuevo título: Campeón de Liga, para el equipo que más puntos acumuló entre los torneos Apertura y Clausura. Recayó en el Club Rosario Central, equipo donde juega el campeón del mundo Ángel Di María. Arreciaron las críticas por esa decisión.
Al fin de semana siguiente, se enfrentaron Rosario Central y Estudiantes de La Plata por los octavos de final del Clausura. Los jugadores platenses cumplieron con la normativa que impulsó la AFA para homenajear a los recientes campeones con un pasillo de los jugadores al ingresar al campo de juego, pero lo hicieron de espaldas. El club y los deportistas fueron sancionados por la AFA. En esa atmósfera surgió Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, que se posicionó como defensor de la apertura del fútbol a capitales privados. Para el oficialismo, su figura representa la modernización.
Pero hay otro frente en disputa: los intereses de televisación para las transmisiones de los campeonatos de Primera B Nacional y Primera B Metropolitana. Estaban en manos de Torneos y Competencias S.A. y Tele Red Imagen S.A. (TRISA), del Grupo Clarín, hasta que, el martes 25 de noviembre, la AFA, presidida por Tapia, no le renovó el contrato. Ahora, lo que se pretende es lanzar una plataforma propia para transmitir los torneos o abrir una licitación a nuevos actores.
La ofensiva discursiva actual combina presión mediática y política, un estilo que nunca se dejó de utilizar. También se abrieron causas judiciales a la AFA y a Tapia, con el foco puesto en el enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y administración fraudulenta.
Racing Club existe
Daniel Lalín asumió la presidencia de Racing Club de Avellaneda el 5 de enero de 1998. Seis meses después, pidió la quiebra con continuidad del club por la deuda que se arrastraba. Una vez que se decretó, la Justicia nombró a una síndica, la doctora Liliana Ripoll, que el 4 de marzo de 1999 anunció que “Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir”. Esa frase provocó que los hinchas, ese mismo día, se movilizaran a la sede del club en la avenida Mitre. Lalín se hizo presente para aclarar lo dicho por la síndica, pero apenas subió a la tarima para hablar, un redoblante impactó en su cara y le produjo heridas. Ese hecho fue el fin de la era de Lalín en Racing.
Por la presión de los socios de Racing, el club pasó a ser dirigido por un órgano fiduciario a cargo del juez Enrique Gorostegui, que evitó que se concretara la quiebra. El 29 de diciembre de 2000 aceptó el proyecto de gerenciamiento presentado por el empresario y publicista Fernando Marín para sanear las finanzas del club y pagar toda la deuda en un plazo de diez años. Se hacía cargo del fútbol profesional, el estadio y la comercialización de la marca. Así nació Blanquiceleste Sociedad Anónima.
La cara visible fue Marín, pero dos compañías extranjeras tenían la mayoría de las acciones. Una, Elmtree Investment Company Limited, registrada en las Islas Vírgenes Británicas, que en 2003 poseía 15.000 acciones, mientras que Marín tenía siete mil. La otra, Bergo Anstalt, inscripta en Liechtenstein, que en 2004 capitalizó cuatro millones de dólares en acciones privilegiadas de la S.A.
En 2001, después de 35 años, Racing ganó el campeonato Apertura; sin embargo, proseguía la inestabilidad deportiva y económica. Entre los años 2007 y 2008 se movilizaron hinchas, socios y agrupaciones, y se realizaron marchas multitudinarias en contra del gerenciamiento, que no había cumplido con sus promesas. Por el contrario, se incrementaron las deudas, los cheques rebotados y los pedidos de quiebra. El 7 de julio de 2008 se rescindió el contrato. El 21 de diciembre hubo elecciones y, a partir de allí, volvieron las comisiones directivas elegidas por los socios.
San Lorenzo no se vende
La International Sports and Leisure (ISL) fue creada por Horst Dassler (hijo del fundador de Adidas) para trabajar con la FIFA y el Comité Olímpico Internacional. Conservó ese monopolio comercial hasta el 21 de mayo de 2001, cuando se declaró en bancarrota por extralimitarse en la venta de derechos. Seis meses antes, el 30 de noviembre de 2000, los hinchas de San Lorenzo de Almagro se oponían a la privatización del club al grito de “San Lorenzo no se vende”. Justamente, la empresa suiza era la interesada. El contrato de gerenciamiento cedía los derechos hasta por veinte años, con cláusula de confidencialidad y Zúrich como sede judicial para dirimir eventuales controversias.
Aquel jueves, el presidente del club, Fernando Miele, en el interior del estadio Nuevo Gasómetro, encabezaba una reunión de comisión directiva para autorizar la venta. Cientos de simpatizantes, alertados por la maniobra, marcharon al estadio, que se encontraba custodiado por policías y reprimieron por orden de Miele. No tuvo éxito en su intento de contratar a ISL. Desde ese día, cada 30 de noviembre, se conmemora el Día del Hincha de San Lorenzo.
Modelo Talleres de Córdoba S.A.
El cordobés Andrés Fassi, presidente del club Talleres de Córdoba, en más de una ocasión se expresó a favor de la “profesionalización del fútbol”. Llegó a ese cargo en noviembre de 2014, cuando era parte del grupo accionario del Pachuca de México y participaba en la gerencia del club. Actualmente, solo es accionista.
Lejos de la idea de formar una institución exitosa sobre la base de los ingresos por la cuota social, Fassi apeló a inyectar dinero a través de sus vínculos económicos en el fútbol mexicano, donde es considerado un verdadero negocio y se desconoce el concepto de Asociación Civil sin Fines de Lucro.
En junio de 2017 se reformó el estatuto del club, donde se declaró que la “Asamblea de Representantes es la autoridad suprema de la institución, integrada por cien asociados titulares, distribuidos en grupos de dos tercios para la mayoría y un tercio para la minoría”. Es decir, 67 asambleístas podrán determinar el destino de la totalidad de los socios del club, que en la actualidad son 74.000 activos, según informe de la AFA.
Paralelamente, Fassi y el Grupo Pachuca, a mediados de 2020, firmaron un contrato por 25 años con el club Atlas de la ciudad de San Carlos, departamento de Maldonado, Uruguay, equipo de Segunda División Profesional. En este país están permitidas las SAD desde 2001. El objetivo era trabajar como una filial de Talleres de Córdoba. Fassi prometió fuertes inversiones en la institución, nuevas infraestructuras y la construcción de una ciudad deportiva con ocho canchas y un estadio moderno, cercano a Punta del Este. Dos años después, en 2023, el grupo empresarial abandonó la institución, llevándose la mayoría de los jugadores y sin realizar las inversiones que había proyectado. No les resultó rentable.
Dueños de sus propios clubes
Club Agropecuario Argentino. El empresario Bernardo Grobocopatel, integrante de Los Grobo, ligados al negocio de la soja, creó su propio club. Fundado el 23 de agosto de 2011, tiene 500 socios, cancha propia, un complejo de siete canchas, riego artificial computarizado, su propio semillero de jugadores en divisiones inferiores y un plantel valuado en 3 millones de dólares, según Transfermarkt. Debutó en el Torneo Federal C en 2012 y llegó a la Primera Nacional en 2017, categoría en la que compite hasta la actualidad. Desde la localidad de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, sede de su club, Grobocopatel jura que Agropecuario es el sueño máximo de su vida.
Real Pilar Fútbol Club. La AFA cerró el registro de clubes en 1977 y lo abrió el 30 de mayo de 2017, cuando afilió a un club nacido solo unos meses antes, sin jugadores ni cuerpo técnico. Se trata de Real Pilar Fútbol Club, de la ciudad homónima del norte de Buenos Aires. Fundado por César Mansilla, exgerenciador durante diez años del club Fénix de Colegiales, que jugó en el estadio municipal de Pilar, donde ahora lo hace el Real. El Monarca es su apodo. Tuvo el apoyo de la Liga Escobarense de Fútbol y de las ligas intercountries y barriales, que tienen actividad en el distrito. Comenzó a competir en la Primera D, última categoría, en 2017; siete años después, ascendió a Primera B, donde sigue compitiendo.
Leones de Rosario Fútbol Club. El club fundado por la familia de Lionel Messi en 2015, en la localidad de Alvear, participará a partir de 2026 en la Primera C, cuarta categoría; la AFA le permitió evitar el torneo Promocional Amateur, de quinta división. El club jugará en el Estadio Único de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, a 70 kilómetros de Rosario. Posee un complejo deportivo en Ecopueblo, en Alvear, con canchas de fútbol reglamentarias, una de césped sintético, una de césped natural y otra con medidas reducidas. El equipo de Primera C vestirá camisetas Adidas negras con vivos blancos, estampadas con la marca de su sponsor principal, el Banco Macro. Tal vez, en tres años, estará en Primera A.