Los dueños del apagón

El blackout que dejó sin electricidad a la Argentina y afectó a otros cuatro países puso al descubierto el entramado de negocios, beneficios y relaciones cruzadas entre el sector energético y el gobierno. El lucrativo tándem Macri-Mindlin.

El domingo 16 de junio, a las 7:06, la Argentina se quedó a oscuras en un blackout de dimensiones históricas: el apagón eléctrico afectó a todo el país y a cuatro naciones vecinas.

 

Como es usual, el gobierno fingió demencia: “Esta mañana se produjo un corte de energía eléctrica en todo el país debido a una falla en el sistema de transporte del litoral, cuyas causas aún no podemos precisar -expresó a media mañana el presidente Mauricio Macri en un hilo de twitter-. Estamos trabajando para que todos puedan tener energía lo antes posible. Se trata de un caso inédito, que será investigado a fondo. En breve Gustavo Lopetegui ofrecerá más información” dijo el mandatario, en otro aporte a la confusión general.

 

Lopetegui es un ex Ceo de la aerolíneas LAN que recayó en la secretaría de Energía luego de ser echado como vicejefe de Gabinete en la crisis de 2018. Sin conocimiento alguno del área que debe manejar, el funcionario asistió a la conferencia de prensa donde debía explicar por qué el país había quedado a oscuras junto a dos directivos de las empresas a cargo de la transmisión de energía eléctrica: Camessa y Transener.

 

El protagonismo en una acto público del representante de Transener, una compañía de gestión privada que integra el sistema de transmisión de alta tensión, fue, a la vez, una anomalía y una confesión ¿Qué hacía dando explicaciones públicas en una dependencia de gobierno el representante de una empresa privada a la cual el Estado debiera investigar por su responsabilidad en el apagón? Ya se sabe: la incestuosa Ceocracia de Macri nunca fue de cuidar esos detalles.

 

En la conferencia de prensa, Lopetegui acusó del problema a Yacyretá, la represa binacional que Argentina comparte con Paraguay. Pero  a las pocas horas, la entidad binacional que administra la represa desmintió al funcionario argentino con un comunicado donde sugirió que el origen del colapso eléctrico correspondía a las Líneas de Transmisión del Sistema argentino. Es decir, en el servicio de empresas privadas como Transener, el compinche de Lopetegui en su intento público de explicación con aroma a encubrimiento.

 

El Zar

Transener está controlada por Citelec. En esa sociedad confluyen la estatal Ieasa (ex Enarsa) y Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin. El resto de las acciones está en la Bolsa. Hace poco más de un año, el gobierno de Macri intentó darle la totalidad del negocio a Mindlin, pero chocó con un rapto de conciencia radical.

 

En el último día hábil de 2017, el gobierno nacional publicó en el Boletín Oficial la disposición 527-E que inició el proceso de privatización de la participación de Enarsa en la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica Sociedad Anónima (Citelec), que controla el 52% de la transportadora eléctrica de alta tensión Transener.

 

Mediante una carta al ministro de Energía, Juan José Aranguren, la conducción de la UCR manifestó su oposición a que continuara el proceso de venta de las acciones. El escrito estaba firmado por el presidente del Comité Nacional de la UCR, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo; el presidente de la Convención, Jorge Sappia, y los presidentes de los bloques legislativos del partido, el senador Angel Rozas, y el diputado Mario Negri.

 

La UCR impugnó que la Disposición Administrativa llevara la firma del subsecretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Energía, Marcelo Pedro Blanco, «quien en su hoja de antecedentes indica que ha sido miembro del Directorio de Pampa Energía» hasta diciembre de 2015. Es decir: el funcionario que firmaba la venta provenía de la empresa beneficiada por la venta.

 

Total normalidad.

 

El berrinche radical frenó un nuevo favor de Macri a su amigo Mindlin, uno de los empresarios más beneficiados por el gobierno de Cambiemos. Los beneficios consistieron en negocios y dinero contante y sonante. En diciembre de 2016, por caso, tras la condonación de deudas a las eléctricas por 19 mil millones de pesos, el Gobierno transfirió $ 2.014 millones a Transener.

Mindlin es el zar de la energía en la Argentina. Su Grupo Pampa produce gas natural, cuenta con 11 centrales de generación eléctrica, la transporta (Transener y Transba) y la distribuye y comercializa (Edenor) a cerca de 3 millones de clientes. Además controla TGS -una de las dos transportistas del gas por redes-, y en 2016 se quedó con Petrobras, lo que le dió acceso a uno de los negocios más lucrativos del momento: explotar hidrocarburos en Vaca Muerta.

 

Mindlin obtuvo el mote de zar energético en la década pasada, pero sus ganancias se dispararon con Mauricio Macri. Una muestra: en el primer trimestre de 2019, Pampa Energía tuvo ganancias por 6.375 millones de pesos. Buena parte sus ingresos provino de Transener, que en su asamblea de accionistas del pasado 25 de abril resolvió pagar dividendos en efectivo por la suma de 3.300 millones de pesos. El gobierno regó ese fabuloso resultado con tarifazos y subsidios.

 

Macri y Mindlin comparten, entre otras cosas, el gusto por las bellezas patagónicas y el sigilo fiscal. Según reveló el periodista Horacio Verbitsky, el empresario blanqueó 770 millones de pesos. Unos 44 millones de dólares, al cambio de entonces. Una suma similar a la que trascendió que habría pagado por IECSA, la constructora del clan Macri. El vendedor fue el primo del presidente, Ángelo Calcaterra. Al menos eso dicen los papeles argentinos. Aunque hay otros, radicados en paraísos offshore, donde se sugiere que Calcaterra aún sigue teniendo el control de Iecsa.

 

La información surgió de una investigación realizada por el fiscal Franco Picardi, que actúa en la causa vinculada a las coimas por el otorgamiento del Soterramiento del Sarmiento al consorcio que encabezaban IECSA y Odebrecht junto a Ghella y Comsa. La investigación detectó que Calcaterra siguió vinculado a la firma que dijo haber vendido a través de una offshore Emes Energía Argentina LLC, radicada en Delaware (EE.UU.). Calcaterra comparte acciones de esa firma con Mindlin, quien ofició de comprador de IECSA y la rebautizó Sade S.A. Con ese nombre, la firma ejecutó la fracción más lucrativa del Paseo del Bajo, una onerosa obra de infraestructura en la Ciudad de Buenos Aires. En la inauguración de esa obra lanzaron su reelección el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, y el propio Macri. Todo bien de famiglia.

 

El apagón

Si bien Lopetegui prometió dar explicaciones serias en quince días, trascendieron informes extraoficiales sobre el origen del apagón. Allí se menciona que hubo al menos cuatro fallas en el funcionamiento del sistema eléctrico. Dos afectaron al sistema eléctrico y condujeron al corte total de energía eléctrica, y otros dos complicaron la reconexión.

 

La primera falla habría ocurrido en un tramo de una línea de transmisión eléctrica que debió cerrarse automáticamente para evitar el apagón del sistema, pero que no funcionó. La solución alternativa a esa falla era una segunda línea, pero la misma estaba inhabilitada por una reparación que debe hacer Transener.

 

La demora en esa reparación está en el centro de las sospechas. «¿Cómo puede ser que un cortocircuito en una línea de 500 kV (Colonia Elía-Belgrano) pueda llevar al colapso a todo el sistema interconectado? -se preguntó Federico Bernal, titular del observatorio especializado en energía, OETEC-. Sucede que la línea paralela que debía sustituir a la línea caída estaba con una obra demorada desde abril. La obra en cuestión, como la propia CAMMESA informó, tiene que ver con la reubicación de una torre. Pues bien, ya van casi cuatro meses para reubicar una torre. Detrás de esta obra de mantenimiento, estuvo Isolux, que por incumplimiento se le rescindió el contrato que finalmente terminó pasando a TEL 3. Y la transportista encargada de las líneas es Yacylec, la firma en la que el presidente de la Nación posee acciones», detalló Bernal.

 

En rigor, según su última declaración jurada, el presidente tuvo acciones de Yacylec hasta 2016. Pero con el clan Macri, nunca se sabe: el primer mandatario entregó las acciones a Sideco Sudamericana, una empresa offshore constituida en 1981 por Franco Macri en Panamá. ¿Yacylec forma parte del acervo hereditario que el magnate legará a sus hijos? ¿O los hijos nunca perdieron el control de las empresas cuyas acciones viajaron de offshore en offshore? Dudas que, una vez que concluya el mandato de Macri, algún fiscal quizá se atreva a investigar.

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