A contramano de lo monótono de su geografía, La Pampa viene alterando el horizonte político que pretende Cambiemos. El gobernador Carlos Verna, un peronista con juego propio, rechazó el acuerdo con el FMI y las recetas de mayor ajuste, y sostuvo que le dan “vergüenza ajena” los mandatarios del PJ que sí acompañan. Los pampeanos también fueron determinantes para dar vuelta la votación por la ley de despenalización del aborto en Diputados, posibilitando la media sanción que tanto desencajó a la Casa Rosada. Ya con el proyecto en la cámara alta, otra legisladora de La Pampa, la senadora peronista Norma Durango, adelantó su voto a favor y espera que los dos hombres que representan a su distrito hagan lo mismo. Profesora de Letras y dos veces vicegobernadora, Durango acaba de ser nombrada presidenta de la comisión bicameral que debe elegir al defensor de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, un cargo que hace 13 años se encuentra vacante.
“El oficialismo no tiene una mirada social sobre lo que está atravesando la Argentina. Si el país creciera, si todo empezara a mejorar, uno tendría que ir bajando el déficit fiscal, ¿pero bajarlo a cambio del hambre de la gente, de la conmoción social?”, sostuvo la senadora, integrante de la bancada del PJ La Pampa y parte del interbloque Peronismo Federal. En diálogo con Revista Zoom, también se refirió al papel del justicialismo rumbo a 2019, el rol de Cristina Fernández y de Miguel Ángel Pichetto, y los despidos en el sector público.
En Diputados, el proyecto de despenalización del aborto logró una transversalidad pocas veces vista. ¿Qué expectativas tiene con lo que pueda ocurrir en el Senado?
Este es, efectivamente, un tema transversal a los partidos, que tiene que ver con decisiones personalísimas de cada senadora y senador. Estoy convencida, más allá de que en estos días es probable que se haya dificultado un poco cómo venía el proyecto de ley de Diputados, porque creo que la Iglesia está haciendo un profundo trabajo para que no salga del Senado.
¿Cuál es su postura específica al respecto? ¿Cuáles son sus fundamentos?
Yo no estoy a favor del aborto, pero sí estoy a favor de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Vengo de una provincia que es pionera en reconocer los derechos de las mujeres. Hace 20 años que La Pampa sancionó la Ley de Procreación Responsable y, por lo tanto, nuestra comunidad tiene bastante conciencia sobre lo que significan las políticas públicas en relación a estos temas. Lo que estamos debatiendo es si el aborto va a ser legal o clandestino. Como bien dijo Ricardo Gil Lavedra en el Senado, dejar las cosas como están no va a prevenirlo. El aborto existe, todos lo sabemos, y también sabemos que hay un mercado negro vinculado al aborto clandestino y sabemos la cantidad de mujeres que mueren por no tener un aborto seguro, por no poder decidir sobre su cuerpo.
Días atrás, usted denunció haber recibido presiones por su postura a favor de la ley.
Las redes sociales son formidables, permiten la comunicación espontanea de la sociedad, pero a veces, refugiada en el anonimato, la gente dice cualquier cosa y lo peor de todo es que lo hace con mucha violencia. Yo no discuto por las redes sociales, tengo un ámbito donde debatir que es el Congreso, pero evidentemente uno lee lo que la gente escribe.
¿Cómo van a votar los senadores pampeanos?
Yo voy a votar a favor y creo que Daniel Lovera, mi compañero de banca, también. Anhelamos que el senador Juan Carlos Marino, que representa a la oposición de La Pampa, también lo haga. Insisto: somos una provincia que tiene trayectoria, que tiene conciencia. El colectivo de mujeres por el aborto legal, gratuito y seguro ha hecho una tarea docente no solo para comprender este tema sino acerca de cómo defender los derechos de las mujeres.
Días atrás, fue elegida presidenta de la bicameral para la elección del defensor de Niñas, Niños y Adolescentes. ¿Se conseguirá, finalmente, completar ese cargo?
Hoy esa es mi prioridad. Hace 13 años que se sancionó la ley y recién el año pasado, con la ayudad de ONG’s como Unicef, Infancia en Deuda y tantas otras, logramos conformar la bicameral. Este año, se retrasó por problemas ajenos a nosotros. Hay que elegir un defensor con una figura impecable, por sus cualidades y trayectoria, pero además porque quiero que la elección sea un modelo de transparencia, como lo hicimos en La Pampa, una de las pocas provincias que lo designó. Este defensor o defensora es la voz de los niños, de los niños maltratados, de los que no tienen salud, de los abusados, de los que no van a la escuela. En fin, tiene que tener una visión ideológica de la vulneración de los derechos de los niños para poder intervenir. Y, sobre todo, lo que tiene que hacer esta comisión es que el resto de las provincias también lo elija, porque el defensor nacional solo no va a poder hacer todo.
¿Qué plazos proyecta para la designación?
Mi anhelo es que en noviembre tengamos el defensor. Para eso, hay que redactar el concurso y quiero convocar a los mejores especialistas: del Conicet, de la UBA, de universidades del interior y defensores, para que hagan una serie de preguntas que nos permitan tener con seriedad el resultado final. Luego, tiene que pasar una serie de instancia y, después, tenemos que proponerlo al pleno de los diputados y los senadores.
El presupuesto será otro gran tema para la actividad de la cámara.
Obviamente. Cuando lo mande el Ejecutivo, va a entrar por Diputados, pero casi siempre trabajamos junto a ellos para defender qué parte tiene considerada, en este caso, a La Pampa. Y de esto va a depender nuestra aprobación o no. Fui dos veces vicegobernadora y no me gustaba que la oposición no nos votara el presupuesto, porque es la ley madre que permite realizar las políticas públicas, pero también tenemos que ver qué es lo que va a pasar el año que viene, que va a ser tan difícil como este, con las obras públicas y los programas que estén en el presupuesto y que deben ser cumplidos una vez que se vote.
¿Cómo viene impactando la política nacional en La Pampa?
De forma muy negativa. Es una provincia agrícola-ganadera que ha sufrido una sequía espantosa en los primeros meses del año y tuvo incendios casi masivos en verano. A pesar de que el sector está mucho mejor porque le sacaron las retenciones, siempre dependió de la adversidad climática. Por fortuna, es una provincia muy bien administrada, de las pocas que no tiene déficit, sin villas miseria, con barrios sociales de buena calidad y una contención social importante. Por supuesto, no vivimos en el país de las maravillas, recibimos el impacto social como todo el país, porque las tarifas también aumentan, los sueldos se degradan y la inflación impacta. Yo ando por los barrios y veo un nivel de pobreza inusitado en La Pampa, como nunca lo hemos visto, y eso que tenemos un gobernador que se ocupa, no solo de esta cuestión, sino que además incentiva el trabajo privado.
¿Se fue deteriorando la relación del gobierno nacional y el campo?
Lo que pasa es que el impacto del aumento del dólar a muchos los beneficia y a otros no. Nosotros, lo que tenemos que lograr es darle valor agregado a la producción primaria. Le doy un ejemplo: estamos impulsando a los frigoríficos porcinos, ¿y qué hace el gobierno nacional?: abre la importación de carne porcina. Estamos al revés de la historia. Esto afecta mucho al trabajo, sobre todo en una provincia donde el empleo público ha sido la gran empresa por muchos años, porque el agro no tiene mucha capacidad de generar puestos.
Justamente, desde su llegada, Cambiemos se abocó a recortar el empleo público.
Uno puede sostener esa mirada, pero lo que tiene que dar son opciones. Es cierto que a lo mejor hay un exceso de empleados públicos, pero ¿adónde van? Por eso mi solidaridad con los trabajadores de Télam. ¿Dónde van a trabajar 350 personas cuando han sido despedidas de la administración pública? Los recibimos en la comisión de Comunicación y no había nadie del oficialismo para escucharlos. Y no sólo estuvieron los despedidos, sino también los que trabajan en otros medios públicos, con la incertidumbre de que pueda pasarles igual.
¿Dónde comenzaría a buscar una solución para la crisis económica?
Soy profesora en Letras, no economista, pero tengo sentido común. Lo primero que hay que hacer es cerrar la importación, al menos de los productos manufacturados, y generar que la industria, nuestras pymes, puedan producir, porque cuánto más producen más empleo generan. También hay que impulsar el consumo. Han empezado de nuevo con el Ahora 12 pero por un tiempo estuvo cortado, y la gente en realidad no puede comprar nada, porque no pueden pagar las tarifas. Además, el gobierno tiene que ejecutar el diálogo que tanto predica, porque hablan mucho de diálogo y de consenso pero nosotros no lo vemos.
El oficialismo parece lejos de aplicar ese tipo de políticas. Tiene otra mirada.
Es absolutamente ideológico. No tienen una mirada social sobre lo que está atravesando el país. Pero tienen una complicidad mediática impresionante. En algunos programas de televisión dicen “basta de subsidios”. ¿Pero qué hacemos con esa gente? Si el país creciera, si todo empezara a mejorar, uno tiene que ir bajando el déficit fiscal, ¿pero bajarlo a cambio del hambre de la gente, de la conmoción social? Vivo de lunes a jueves en Buenos Aires y es impresionante la cantidad de gente pidiendo en la calle, personas sin ninguna alternativa.
¿La oposición fue muy contemplativa con el gobierno?
El senador Pichetto dijo en varias oportunidades, y son visiones de él, que el peronismo debía sacarse el karma de ser una oposición que no ayuda al gobierno. Entonces, en una primera etapa, se votaron algunas leyes que se consideraba que había que sancionar. Hoy la situación es tan grave que hasta el propio oficialismo está preocupado y creo que tratará de mejorar los proyectos en comisión para que entren al recinto de otra manera. Esperemos. Todos queremos que este gobierno termine en 2019 y que no haya ningún sobresalto, pero ellos tienen que entender que la oposición es la voz de los sectores más vulnerables.
Cuando se debatió la reforma previsional, usted votó a favor en general, lo que le valió muchas críticas. Vista a la distancia, ¿se arrepiente de aquella decisión?
Yo voté en general esa ley y no voté ninguno de los artículos de ajuste a los jubilados, primer punto. Segundo punto: los senadores representamos a los gobernadores. Si el gobernador te llama y pide que votes… Bueno, con el corazón estrujado, la voté. Pero sí, me hubiera gustado no votarla o votar diferente, y fue la causa de un problema de salud bastante importante que tuve durante todo el año. Yo me hago cargo de lo que hice con la previsional, pero también insisto en que no todo el mundo entendió lo que había votado.
¿Cómo ve la tarea de Pichetto en la cámara?
Es un senador muy inteligente y, por sobre todo, tiene una experiencia impresionante en el Senado. Hay que tener experiencia para mover los hilos que permiten modificar algunos proyectos, hacer acuerdos y dialogar. También tiene relaciones en Diputados. Hay muchas leyes que vienen de la cámara baja y que, si las cambiamos, las dilatamos, como las del aborto o el presupuesto. Entonces, hay que consensuar antes y Pichetto tiene la habilidad para hacerlo. A veces, no estoy de acuerdo con él y lo sabe, pero reconozco su brillantez.
¿Qué impacto tuvo la llegada de Cristina Fernández?
Lo que cambió es que el FPV se abrió en un bloque aparte y eso descompensó las mayorías. Antes éramos una mayoría importante y ahora estamos más equilibrados con el bloque de Cambiemos. Es una figura importantísima, inteligente, con la experiencia de haber gobernado durante tantos años. A ella y a todo el peronismo le cabe una gran misión: lograr la unidad, para llevar un candidato de peso que pueda recuperar el gobierno en 2019.
Todo el PJ coincide en la necesidad de la unidad, pero no hay muchos avances, ¿no?
El PJ y sus miembros tienen la misión de unir al peronismo, aunque después haya que ir a una PASO. Cada uno se recostará sobre el que más le guste, pero, a mí criterio, todos bajo el paraguas del peronismo, porque de lo contrario estamos beneficiando a Cambiemos.