Hernán Escudero es referente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), miembro de la Corriente Federal de los Trabajadores dentro de la CGT y candidato a diputado provincial por la lista bonaerense de Unidad Ciudadana. En medio de una Ciudad de Buenos Aires atravesada por las tomas de escuelas secundarias, con alumnos posicionándose en contra de una incierta reforma educativa que incluiría la obligación de participar de prácticas laborales, Escudero habló con Zoom de educación, trabajo, sindicalismo y las discusiones en relación con el modelo productivo actual. “¿Le vamos a conseguir trabajo a los jóvenes con esta generación de empleo que hay en la Argentina hoy?”, se pregunta Escudero, que también habla de la presencia de sindicalistas en las listas kichneristas, el liderazgo de Cristina y su discusión, la posibilidad de una unidad con Massa, el “ciudadanismo”, explica por qué cree que hoy la CGT no puede ser combativa y esboza algunas líneas de lo que cree que será el futuro de un sindicalismo proyectado desde las bases. “Vamos a hacer un movimiento obrero distinto en los próximos 15 años”.
Se habló mucho de qué implicaba la presencia de sindicalistas en la lista de Unidad Ciudadana en términos de reconfiguración de la estrategia kirchnerista, siendo que durante sus años de gobierno no les dio ese lugar. Nos gustaría ahora pensarlo hacia adelante. ¿Qué implicancia tiene esa presencia pensando en la reconfiguración que se viene del peronismo y del movimiento obrero?
La presencia del movimiento obrero en esta lista implica la apertura hacia una nueva construcción política. No tiene que ver tanto con un pago, ¿no? Siempre en la política hay dos formas de construir la lista, o hacia adelante o hacia atrás. Esta es una lista hacia adelante, es un embrión que va a crecer y que necesita de muchos sectores, uno de ellos es el movimiento obrero. Ahora, la responsabilidad de los que estamos en las listas, más el conjunto de organizaciones que militamos Unidad Ciudadana y el peronismo es cómo hacemos para que el movimiento obrero vuelva a ser protagonista de un proceso político. Es algo natural, al no tener el gobierno y ser oposición hay que construir una nueva fuerza. Me parece que el proceso que viene tiene que ver más con lo generacional. Néstor y Cristina, aparte de todas las políticas inclusivas, generaron seis millones de puestos de laburo. Le podrá gustar o no a los dirigentes sindicales que están en la CGT pero es la realidad. Los 90 se construyeron sin laburantes, nos vaciaron las organizaciones gremiales, no teníamos trabajadores. De 2003 en adelante se generaron seis millones de puestos de laburo. Hoy, frente a un gobierno que aplica políticas de ajuste en contra de los trabajadores, lo que tenemos es un movimiento obrero con un caudal muy importante de trabajadores que generaron su primer empleo o afianzaron el que ya tenían, por lo cual, el proceso de resistencia y construcción política me parece que, hacia delante, va a tener mucho que ver con el protagonismo, no de los dirigentes sindicales, sino de la clase trabajadora.
¿Qué lugar tiene en esa construcción la CGT actual, que parece estancada en la discusión sobre si hay que ir o no a un paro, sobre qué relación entablar con el gobierno?
Eso es una discusión de dirigentes, el común trabajador lo que quiere es llegar a fin de mes. Si para eso hay que ir a un plan de lucha, saldrá el plan de lucha. Ahora, hay que pensar en esta CGT. Tenemos la misma CGT hace muchísimos, muchísimos años. Que se quebró en el teatro San Martín, cuando lo traicionan a Saúl Ubaldini. y sobre eso no ha creado ninguna reflexión de por qué, después de aquel gran secretario general que conmovía la plaza, que representaba a millones, fuimos a un sindicalismo muy concentrado, con épocas dignas, como las del MTA en los 90, pero que solo fueron momentos. Como clase trabajadora, después de 2003, también nos faltó esto. ¿Necesitamos grandes gremios o necesitamos grandes dirigentes obreros? Hay muy buenos secretarios generales, nadie va a negar que cada uno de los que puede estar hoy en la CGT son buenos, administran muy bien, muchas veces representan muy bien a su sector, otras quizás no tanto, pero muchas veces sí, consiguen conquistas para su sector… Ahora, hablar del movimiento obrero no es hablar de una franja. Cuando están en la CGT hay que hablar de toda la clase trabajadora y ahí te entran los que trabajan, los que están registrados, los que no están registrados, los que están precarizados hace mucho, los que buscan laburo, los desempleados…
Pero la CGT históricamente nunca quiso representar a esos sectores. Y ahí aparecen experiencias como la CTEP.
No, claramente. Yo creo que es mucho mejor un movimiento obrero organizado, poderoso y ordenado que la dispersión y la ratificación de «che, está todo precarizado para siempre». La idea de que el mundo nos ha ganado. El dirigente obrero surge naturalmente porque ve una injusticia, entonces si el sistema es injusto hay que pelear contra el sistema, no ser parte del sistema. Esta CGT corre mucho riesgo de ser parte del sistema de ajuste a los laburantes. Porque la negociación tiene un límite.
“Me parece que la CGT no puede pasar de como está hoy a una CGT combativa. Tenemos compañeros con muy buena voluntad que generan plazas, movilizaciones, pero son sectores”
¿Y qué rol podrían tener ahí los sectores más combativos de la CGT?
A ver, me parece que la CGT no puede pasar de como está hoy a una CGT combativa. Tenemos compañeros con muy buena voluntad que generan plazas, que generan movilizaciones, pero la verdad es que no es la CGT. Son compañeros, son sectores, es la Corriente Federal, a veces la CTA, a veces los compañeros de Camioneros, compañeros bancarios, hay muchos sectores que claramente quieren frenar a un gobierno que ataca a los laburantes. Ahora, son sectores. La CGT combativa no es compatible con esta etapa. Porque un día atrasan reuniones cuando hay despedidos en la calle, firman papeles en blanco diciendo que no van a despedir a nadie y nos despidieron a todos, dicen que nos van a dar un bono que no lo cobró nadie. Me parece que claramente no podemos pretender eso y el que pretenda eso está muy equivocado, tiene una construcción distinta. Yo me conformo con que la CGT sea representativa de las mayorías y no que sea combativa. Para mí, naturalmente las mayorías hoy lo que están diciendo es: paren como sea esta situación, saquen la Ley de Emergencia Laboral, que no despidan a nadie durante un año, y ahí empezamos a hablar de negociación posible. No podemos negociar desde un blanqueo, es muy poco para aquellos que están como trabajadores informales. Es muy poco el piso que están poniendo. Me parece que esta CGT lamentablemente va a ser la transición de un proceso. Ahora, sí creo que hay dirigentes que lo ven. El gobierno y sobre todo los medios de comunicación ocultan los 70.000 delegados que hay en todo el país que la están bancando todos los días.
¿La transición apunta hacia ahí, hacia esos dirigentes?
Me parece que sí. Vamos a hacer un movimiento obrero distinto en los próximos 15 años en la Argentina.
¿Y cómo sería ese nuevo movimiento obrero?
Uno que no tenga una conducción tan direccionada, sino que tenga más que ver con la construcción colectiva. Con el federalismo. No puede ser que la CGT no tenga representantes de todo el país. Nos quedamos con 37 cargos, eso servía en un momento de la historia argentina. Hoy, con las economías regionales, con la realidad del movimiento obrero en todo el país, necesitamos un consejo directivo mucho más amplio. Tenemos que actualizar los instrumentos, en todo sentido, ante un mundo que cambia.
Siendo un dirigente gremial, ¿cómo analiza esta apelación al «ciudadanismo» que lleva adelante hoy Cristina, a esa figura que no está dentro de lo que se puede pensar como una política organizativa?
Me parece que en un primer momento se trató de dejar muy claro contra quién era el ajuste, era contra Roberto, Juan, María. Esto es lo que está pasando. No es que nosotros somos peronistas y ellos son liberales, no, acá hay gente que está sufriendo. Y el medio para expresar eso fueron los ciudadanos. Creo que ahora esta etapa pasa por cómo organizamos. Cristina lo dijo en Arsenal: uno primero pone la escucha, después la organiza y después avanza. Hoy estamos en el momento de organización. El 22 de octubre va a ser una fecha determinada de una elección determinada.
¿Esto va más allá del 22?
Absolutamente, Unidad Ciudadana es una nueva forma de construir el peronismo con el peronismo adentro. ¿Quién va a decir que Cristina no es la mejor candidata del peronismo después de los datos que vimos el 13 de agosto?
¿Y el movimiento obrero organizado cómo se expresa ahí?
Los trabajadores están ahí, sobre todo los más jóvenes. Capaz que los dirigentes no lo entienden mucho.
“Este gobierno no habla de la generación de empleos, estaría muy bueno preguntarle qué hicieron con los 200.000 chicos que fueron a la Rural, que llenaron formularios. Si nos mandan 20 casos de esos 200.000 que consiguieron trabajo podemos empezar a discutir la escuela del futuro”
¿Y el peronismo que no está hoy en Unidad Ciudadana?
Eso creo que de alguna forma lo vamos a adaptar, Unidad Ciudadana es una forma y una expresión. Quizás en alguna provincia puede ser de otro modo. Quizás seamos un gran frente donde cada uno pueda tener su identidad y su idiosincrasia. Y quizás en la provincia de Buenos Aires tengan que venir los compañeros a entender que si nosotros sacamos el 35% de los votos, somos el sector más representativo para confrontar con el gobierno. Y si no lo entienden, mucho de peronismo tampoco entienden.
¿Pero no existe una discusión respecto del liderazgo?
Me parece que Cristina lo que tiene es un liderazgo natural. El vecino, la vecina, el laburante te pregunta cuál es la boleta de Cristina, no te pregunta cuál es la boleta donde está tal persona. Si eso no es liderazgo qué es. ¿Un 34% en la provincia de Buenos Aires qué es? El otro es el partido del gobierno, que también sacó un porcentaje importante pero es el partido del gobierno. Hay algunos peronistas que se sienten conducidos por [Margarita] Stolbizer. Me parece que ese peronismo tendría que replantearse. Che, ¿están seguros de que son peronistas?
¿El massismo?
Y sí, ese sector tiene que replantearse, como compañero uno se lo dice. Si ese peronismo, con Stolbizer, te pone condiciones de cuándo ser o no ser peronista… .
¿Y Randazzo?
Me parece que con Randazzo ya quedó claro. Él quería renovar el peronismo y terminó renovando algunos votos que estaban por ahí medio extraviados. La verdad es que no renovó nada Randazzo. Puede ser un gran compañero pero me parece innecesario lo que está haciendo ahora. Discutir el peronismo cuando tenemos que discutir el trabajo de los compañeros, la guita que no alcanza, ver cómo frenamos el ajuste, querer discutir el PJ, me parece que es una falta de respeto al campo nacional, o es creerse superior la persona al proyecto político. Y me parece que algo de eso hay.
¿Es posible pensar en un escenario donde Cristina sea una pieza importante, dueña de muchos votos, pero que no ocupe un lugar de liderazgo?
Al liderazgo no se lo condiciona. ¿Alguien se imaginaba condicionar a Perón a Evita, a Néstor? No jodamos. Ahora, el liderazgo también tiene la capacidad de ver los momentos históricos, Cristina estuvo hasta el último momento para ver si era candidata o no, y cuando quisieron encerrarla en una discusión que no servía para el común de la gente, se corrió y dijo: “por acá”. Y marcó una línea y construimos todos por ahí. No es la primera vez que corremos el partido y se los dejamos. Ahora, ¿Cristina se va a correr? No sé, eso es una decisión de la compañera. Si ella entiende que su momento histórico es estar un poco más atrás y dar indicaciones y que otros compañeros se encarguen, sí, lo va a hacer. Lo que pasa es que hay compañeros que se creen demasiado. Creo que la etapa que viene es Cristina avanzando con un perfil en la construcción colectiva. Obviamente uno piensa en el 54% y cuando analiza el número lo ve repartido entre los compañeros. Ahora, si los compañeros se piensan que son esos cuatro puntos es lamentable. Si van a negociar los cuatro puntos que se vayan a la quiniela, porque no tienen lugar en la política.
¿Esa construcción colectiva incluiría a Massa?
A ver, está bueno que el peronismo esté todo junto, pero no rejuntado y que sea una ocasión electoral únicamente. A mí me gusta más que haya un proyecto, un contenido y un programa. Desde ese lugar que entre todo el mundo que pueda. Ahora, si es el oportunismo de vengo, entro, me llevo mi pedazo para después traicionar…
“Si Cristina entiende que su momento histórico es estar un poco más atrás y dar indicaciones y que otros compañeros se encarguen, sí, lo va a hacer”
¿Aunque eso perjudique las chances para el 19?
Siempre hay que ganar el 19. El tema es que no pensemos que estamos comprando tipos que son políticamente correctos y con un caudal de votos inmenso y después resulta que no tienen nada. A las pruebas me remito con esta elección. Lo que tenemos que hacer es tener la capacidad de generar dirigentes y de generar una propuesta política que involucre a esta gente. Mi preocupación es la base, no el dirigente. Nosotros, el peronismo en general, tenemos que generar mejores condiciones para llegar a aquellos de los cuales nos alejamos. Me preocupa cuando el peronismo se aleja de todas las clases sociales o de un sector medio, ahí sí me preocupa, no los dirigentes.
Hablamos de trabajo y de educación. Como dirigente sindical docente, ¿qué lectura hace del proyecto de prácticas laborales para los estudiantes secundarios?
Como decía, una cosa es si yo te instruyo para que te desarrolles y otra si te instruyo para domesticarte. Me parece que el PRO, Soledad Acuña, Esteban Bullrich, tienen una visión de te instruyo para domesticarte. Ahora, ¿le vamos a conseguir trabajo a los jóvenes con esta generación de empleo que hay en la Argentina hoy? Este gobierno no habla de la generación de empleos, estaría muy bueno preguntarle qué hicieron con los 200.000 chicos que fueron a la Rural, que llenaron formularios. Si nos mandan 20 casos de esos 200.000 que consiguieron trabajo podemos empezar a discutir la escuela del futuro. Ahora, si vamos a hacer prácticas que después terminan con frustraciones porque el proyecto de país que ellos piensan no genera empleo, ¿qué estamos haciendo con la educación? No podemos pensar la educación sin expresar el proyecto de país. Y la inserción laboral, y la educación no es una cuestión de práctica, es una cuestión de desarrollo.
¿Pero ese tipo de práctica laboral no se puede realizar?
Yo te hago una pregunta: ¿de qué te sirve que yo te enseñe todos los días software en un barrio humilde, si después no podés salir del barrio a buscar trabajo porque no tenés para la tarjeta SUBE? ¿De qué me están hablando? Tenemos que ser muy sinceros y decir cómo esas prácticas laborales van a engancharse con un proceso de inserción laboral hoy. Han estado planteando que lo mejor que puede hacer este gobierno es el blanqueo, cuando lo que tiene que hacer un gobierno es generar trabajo. El blanqueo per se por supuesto que tiene que existir. Pero este gobierno lo que mejor hace es blanquear: blanquea guita, blanquea laburantes, blanquean todo en lo que ellos de alguna forma infringieron la ley. Son los patrones. Ahora díganme, ¿cuántos chicos que terminaron la secundaria y que quisieron ir a laburar, consiguieron un laburo en toda la Argentina hoy?