Tras la ruptura entre Luis D’Elía y el resto de la mesa de conducción del partido Miles Tierra, Techo y Trabajo -que derivó en la conformación de un nuevo espacio denominado Corriente Patria para Todos-, Revista Zoom dialogó con Gabriel Mariotto, presidente de este nuevo frente que integran, entre otros, Fernando Esteche y Amado Boudou. Mariotto explicó las razones que motivaron el cisma y negó que el detonante haya sido una discrepancia a la hora de entender el rol de Cristina Fernández de Kirchner, como sugirió el propio D’Elía. “Luis cometió una picardía y salió a decir que el único cristinista era él. Eso no es así”. La noticia sirvió también como excusa para conversar sobre la estrategia que ese denominado “cristinismo” planea de cara a las elecciones de octubre. Para Mariotto, “nuestro límite son aquellos dirigentes que votaron a los buitres y el endeudamiento” y apunta contra Miguel Ángel Pichetto y Diego Bossio, pero también contra los intendentes bonaerenses de los grupos Fenix y Esmeralda, y rechaza un acercamiento con el Frente Renovador. Consultado sobre la estrategia que asumirían en caso de que la propia Cristina aliente una unidad con el peronismo “clásico” o algunos dirigentes del massismo, Mariotto afirma que están dispuestos a ir con lista propia. Además, repasa su relación con Daniel Scioli durante su etapa de vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires y admite errores en la aplicación de la Ley de Medios. “Creo que tendríamos que haber aceptado la adecuación voluntaria de Clarín”.
¿Qué llevó a la ruptura con Luis D’Elía y a la conformación de este nuevo espacio, “Patria para Todos”?
Hace un año un grupo de compañeros fuimos convocados por el partido Miles a conformar el partido Miles Tierra, Techo y Trabajo. O sea, al histórico Miles que Luis D’Elía formó hace ocho años se le sumaban distintos sectores gremiales, sindicales, estudiantiles y políticos. En el transcurso de este año la evaluación fue favorable en muchos aspectos. Hemos podido construir 105 puntos de acción de gobierno que realmente son muy importantes. Pero lamentablemente en los territorios se nos hizo muy difícil la integración del nuevo Miles 3T con el viejo Miles. Entonces decidimos escindirnos y conformar la corriente Patria para Todos.
¿No hubo diferencias en la caracterización de Cristina Fernández o de la estrategia electoral para este año como pareció deslizar D’Elía?
No, en absoluto. Luis cometió una picardía, seguramente molesto por la decisión de toda la mesa de conformar un espacio propio, y salió a decir que el único cristinista era él. Bueno, eso no es así. Pero no vamos a entrar en polémica. Al revés, nosotros queremos que Cristina sea la candidata del espacio y estamos trabajando para generar las condiciones objetivas. Pero lo hacemos desde una posición filosófica, ideológica y de acción política muy coherente. Nuestro límite son aquellos dirigentes que votaron a los buitres y el endeudamiento. Eso es absolutamente claro desde el origen. Por eso descreemos del Partido Justicialista como herramienta cuando el Partido Justicialista, después del último congreso, le abre las puertas al massismo. Massa, o el Frente Renovador, se da la impronta de rechazar esa invitación. Pero si invitás a esos sectores que fueron a Davos, que votaron a los buitres, que votaron el endeudamiento, nosotros no tenemos ninguna vocación de participar de esa mescolanza.
¿Pero qué pasa si es Cristina la que decide sumar, tal vez no a Massa, pero sí a sectores del massismo con el fin de ampliar el espectro electoral?
Dirigentes como Felipe Solá, Facundo Moyano y Héctor Daer no votaron a los buitres. En ese límite quizás nosotros podemos sentarnos en la búsqueda de coincidencias superadoras con esos compañeros y sobre todo con su grupo de votantes. Porque muchos compañeros han ido a buscar en el Frente Renovador, o incluso en Cambiemos, una alternativa que, por supuesto, nos lleva al abismo, pero son compañeros que quizás de buena fe han optado por otro espacio electivo.
En la Ciudad de Buenos Aires Alberto Fernández viene reclamando un frente entre el kirchnerismo y el massismo.
Nosotros con el Frente Renovador tenemos distancia porque entendemos que es un formato enmascarado de las políticas de orden neoliberal. Pero muchos dirigentes no votaron a los buitres. Nuestro gran problema interno es aquellos veinte diputados que entraron en la elección de 2015 que votaron tal cual la imposición de Griesa. Y después veinte leales, entre comillas, que le votaron el presupuesto, lo que nos da un endeudamiento en el 2017 de U$S 140 mil millones. Con esos dirigentes nosotros no queremos saber absolutamente nada. Porque entendemos que perjudicaron muchísimo el futuro del país. Después de las políticas de desendeudamiento de Néstor y Cristina, venir a tener en dos años de gobierno U$S 140 mil millones de deuda es realmente una tragedia. Sumado a la devaluación, a la quita de retenciones, al tarifazo que ahora se repite en estos días, la apertura de importaciones. El gobierno no está cometiendo errores, no le sale el tiro por la culata. Ellos quieren llevarnos en esa dirección. Frente a esas políticas de orden neoliberal que sabemos dónde terminan, los compañeros que desde la oposición quieren darle gobernabilidad, entre comillas, al gobierno no nos merecen ninguna confianza. Sólo nos merece confianza Cristina. Y nosotros queremos aportarle a Cristina desde nuestro lugar ideológico.
¿Dentro de esa estrategia, qué caracterización hacen de los intendentes del conurbano?
Hay muchos intendentes. Una cosa es [Jorge] Ferraresi, Mario Secco, [Francisco] Durañona, incluso Patricio Mussi. Son compañeros que están incólumes en el proyecto nacional. Ahora, los intendentes del [Grupo] Fenix y del [Grupo] Esmeralda que coquetean con la gobernadora [María Eugenia] Vidal y con el gobierno de Mauricio Macri, pensando en tener el rédito de una cuadra más de asfalto, o de diez cuadras mas de cloacas, olvidándose que cuando cierre la productora de pollo, o la empresa de calzado, o la industria textil van a tener doscientos desocupados en su distrito… esos intendentes, ¿qué van a hacer con esa cuadra más de asfalto? Esos intendentes que coquetean, en función de su figura intendentocrática, con este gobierno a nosotros no nos merecen ninguna confianza. Porque están en el tacticismo, en el oportunismo, están en el atajo, en hacer el frente para Vidal y pintarse de amarillo. O medirse con Massa, con Macri y con Cristina, y entonces como les va mejor con Cristina todavía se quedan acá. Pero si les fuera mejor con otros candidatos ya hubieran pegado el salto. Nosotros a los intendentes del Grupo Esmeralda les vamos a armar listas en todos los distritos. Porque hay un sector aunque sea pequeño que necesita representación. Porque hay intendentes que coquetean con la gobernadora, con el presidente y con Sergio Massa, y a nosotros no nos merecen ninguna confianza. En esos lugares le vamos a hacer listas.
¿Pero es coqueteo o es un diálogo político basado en la necesidad de garantizar la gobernabilidad en sus distritos?
Intendente también es el “Coqui” [Jorge] Capitanich y no está haciendo eso.
Pero es intendente de un distrito muy diferente al conurbano.
Bueno, Resistencia es una ciudad importante. Y él podría también, en pos de cierta gobernabilidad, tender puentes. Y sin embargo lo que hace es redoblar esfuerzos en su trabajo pero siempre dentro de una concepción filosófica. Este gobierno está cometiendo tantas atrocidades en materia de vulnerabilidad de derechos que realmente no puede haber intendentes que traten de llevar adelante un diálogo en función de sus propios intereses. Me parece que hay que tener un poco más de convicción. Admiro a los intendentes que, aún teniendo esa responsabilidad, están defendiendo un proyecto político, porque aquí no hay gobernabilidad de un intendente o de un gobernador si no hay un proyecto nacional. Si el proyecto nacional va al precipicio, esas políticas de atajo, de dialoguismo, de mimetización con el poder de turno, después terminan arrastrando como un tsunami a cada distrito también. Por eso me parece que es muy peligroso ese enmascaramiento que llevan adelante algunos intendentes del Grupo Esmeralda.
¿Aún si Cristina decide acercarse a ellos y abrir el juego de cara a octubre?
Es que está bien que quiera abrir el juego. Pero nosotros aportamos desde un lugar. Estaría mal que nos mimetizáramos con lo que estamos criticando.
¿Serían algo así como la izquierda de Cristina, el ala revolucionaria?
No, no. Nosotros somos kirchneristas y queremos profundizar. Entendemos que hay que profundizar y lo estamos proponiendo. Lo que no hacemos es quedarnos callados, sino que damos opciones, propuestas. No nos creemos la izquierda de nada. Esto es un frente nacional, popular, revolucionario. Por eso la conformación tan plural.
Habló de presentar listas en los distritos. ¿Ustedes especulan con la posibilidad de que Cristina los habilite una lista propia?
Nosotros construimos desde nuestra filosofía, aportando a un frente y aportando a la conducción de Cristina. Pero esto no quiere decir que nos quedemos callados respecto de lo que pretendemos.
Porque del último congreso del PJ de la Provincia de Buenos Aires participaron muchos de esos intendentes más cercanos al kirchnerismo que mencionó antes, participó también La Cámpora. Todo indica que el que va a llevar adelante legalmente el armado de listas, el que tenga los apoderados y la lapicera va a ser ese grupo.
El Partido Justicialista no es simétrico al peronismo. Yo me siento peronista, ni más ni menos que otros compañeros. Pero en ese PJ no me siento representado porque ahí hay compañeros que votaron a los buitres y que después le tienden el puente a Massa. Ese PJ, por otra parte, licuó, incorporando apoderados de otros sectores, a los apoderados más vinculados con el kirchnerismo. Y no se hizo ni una sola mención a Cristina. Ese PJ es un abanico muy heterogéneo en donde conviven sectores con los que nosotros no nos sentimos representados.
¿No irían en una lista única con ellos?
No. No queremos mezclarnos con tipos que votaron a los buitres.
Pero si Cristina dice que hay una sola lista, ustedes no irían.
Si nos pueden dar una colectora sería el mejor de los escenarios. Y sino cortaremos boleta. Y la votamos a Cristina y no votamos esa lista de diputados. Iríamos con lista de diputados propia.
Una lista corta.
Una lista cortita y con Cristina. Si Cristina es la candidata, por supuesto que la vamos a apoyar. Pero si hay compañeros que votaron a los buitres, no vamos a ir en esa lista porque no somos lo mismo.
¿Quiénes serían puntualmente?
Miguel Angel Pichetto votó a los buitres.
Pero en Provincia de Buenos Aires PIchetto no va a estar en la lista.
Bueno, Diego Bossio votó a los buitres.
Diego Bossio tampoco va a estar. Ellos están afuera de este armado.
Bueno, no sé. Estuvo en la última. Es ese tipo de compañeros. Todos los que votaron a los buitres, sean del Frente Renovador o sean del Frente para la Victoria, no son nuestros compañeros.
Diego Bossio estuvo en la última lista porque lo incluyó Cristina. ¿No hay una autocrítica en ese sentido?
Fue un error. Por eso nosotros no queremos aportar a que se sigan cometiendo ese tipo de errores. Meter a esa gente sin convicción y que juega a la política de coyuntura. Queremos que haya compañeros con convicción. Muchos dirigentes fueron muy funcionales al gobierno de Mauricio Macri. Y apoyaron con Davos, buitres y endeudamiento a que esta situación sea tan trágica como la que estamos viviendo ahora. Querer despegarse después de haber aportado… nosotros tenemos memoria. No nos dan garantía. Cuando uno va a pelear contra el enemigo quiere ir con compañeros que se la banquen, no con compañeros que nos dejen a mitad de camino.
¿Pero la garantía no es Cristina?
La garantía es el pueblo argentino. Y si Cristina es la candidata mucho mejor. Pero a Cristina hay que ayudarla. Una persona sola no puede.
Con respecto a su paso como vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, ¿hace alguna autocrítica? ¿Cree que quedaron cosas sin hacer?
Yo creo que en los dos primeros años la relación con Daniel [Scioli] fue distante y eso fue un grave error de mi parte. Después en los últimos dos años pudimos restañar esos errores. Pero los dos primeros años estábamos muy operados, tanto Daniel como yo, por intervención mediática. Después, cuando pudimos superar esa distancia y dialogar, creo que el Daniel que fue candidato fue un Daniel que tuvo definiciones ideológicas muy fuertes. Y realmente tuvimos una muy buena sintonía. Para mí la mejor fórmula para senadores este año es Cristina-Daniel.
¿No ven la posibilidad de que Cristina vaya como primera candidata a diputada nacional?
No, yo la veo como senadora. Porque creo que Cristina parte de un piso de 30 puntos y puesta en candidata puede llegar a 38. Creo que Cristina-Daniel es la mejor fórmula que puede presentar el peronismo hoy. Y eso nos garantiza el triunfo. Y nosotros, si nos dan la colectora por supuesto mucho mejor, pero sino iremos con lista corta pero con una definición ideológica muy pura apoyando esa lista.
Fue uno de los impulsores de la Ley de Medios durante el kirchnerismo. ¿Qué quedó de esa ley?
El gobierno de Mauricio Macri cometió la aberrante torpeza de derogarla por decreto. Ni siquiera se tomó el trabajo de derogarla por los carriles institucionales. La volteó por un DNU. Pero toda la conciencia que se ganó en la construcción de la democracia comunicacional no se pierde por ese decreto.
¿Hubo problemas para aplicarla correctamente?
No. Yo creo que hubo errores de nuestro gobierno en aplicarla. Creo que la suspensión del llamado a concursos fue un error. Había 220 licencias, 110 para los sectores sin fines de lucro y 110 para el sector comercial, que se tendrían que haber plasmado. Nuestro gobierno suspendió el llamado a concurso. Creo que eso fue un error. La adecuación de Telefé diciendo que Telefé no era de Telefónica es un dictamen de nuestro gobierno y también creo que es un error. A mi saber y entender, Telefé era de Telefónica. Y si usás esa vara para medir a Telefé, después cómo hacés para adecuar Clarín. Creo que tendríamos que haber aceptado la adecuación voluntaria de Clarín, partido en seis empresas. Y después revisar la composición accionaria. Pero Clarín presentó la adecuación y nosotros se la negamos. Me parece que fue un error estratégico de nuestro gobierno. Y después por supuesto el gobierno de Mauricio Macri, para quedar bien con el Grupo Clarín que lo apoyó, derogó la ley groseramente.