La noche del 28 se descorchó champán en las grandes empresas.
Si bien es cierto que no se puede repetir un golpe de mercado como el del ‘89, hay otras vías para intentar disciplinar el modelo económico. No es casual que haya resucitado el G7, como lo denunciara Boot hace dos semanas.
A fin de crear condiciones para la invasión de la banda riojana, en 1989 se timbearon 25 millones de dólares, un vuelto para los actuales 47 mil millones de reservas. Fue aquella una vaquita que hicieron los Pagani de Arcor y los de Bunge & Born. Ahora lo tenemos a Urquía dentro del FpV y no enfrente, y está bien porque hay que sumar, pero no se puede tener un millón de amigos.
En la Fundación Mediterránea, los cordobeses alistaban a Cavallo, que había sido introducido en el PJ por De la Sota. Cavallo sumó a Schiaretti, que murió una década mas tarde hasta que fuera revivido por K. Y los de la cerealera con sede en San Pablo pusieron al ministro de Economía, Rapanelli, y luego crearían la Fundación para la Modernización del Estado dirigida por Perversi, el propio CEO de Bunge & Born, que –asesorado por el Banco Mundial– destruyó en 90 días todo rastro de regulación estatal. Más tarde, Perversi se dedicó a saquear el PAMI y la ANSES, donde hizo sus primeros palotes burocráticos la Michetti, y volvió a la actividad privada en el Exxel Group, el que compró Casa Tía de De Narváez. Todo cierra por el mismo lado.
No es ésta una cita superflua y tampoco la que sigue.
Ahí viene la plaga
Frente a la epidemia de gripe, que supone un escenario catastrófico sin antecedentes en términos de decisiones oficiales, al ministerio de Salud se le hace difícil imponer políticas públicas nacionales. Intendencias y provincias hacen lo que quieren, y se los “invita a adherir” provocando desorientación y anomia.
Hay que tenerlo en cuenta por todo lo que no se hizo desde 2003, o mejor, por lo que hay que hacer. Entre otros déficit no menos importantes, el de Salud sigue siendo un ministerio sin hospitales, así como el de Educación no tiene escuelas.
La gripe A circula por el planeta al revés de las estacionales. Estas últimas se originan en el invierno del hemisferio Sur, y luego llegan al Norte, con lo cual las vacunas se fabrican en Estados Unidos y Europa adelantándose al invierno boreal para proteger primero a sus habitantes. La porcina apareció sin aviso en el verano del Norte, y por eso sus gobiernos y las multinacionales farmacéuticas están atentos a cómo se actúa aquí. Otra vez (como con la convertibilidad) un campo de pruebas.
Doblemente atentos
Además de lo que suceda con la pandemia, que importa a fabricantes de antivirales y vacunas, la singularidad del modelo productivista de Kirchner fue comprendida en el mundo cuando hubo que ser pragmático a la fuerza para salir vivo de los fundamentals neoliberales.
Aquí se está amesetando la caída, pero en Estados Unidos se siguen perdiendo 500 mil puestos laborales por mes y la recesión ataca hondo donde el capitalismo está más desarrollado. La epidemia de gripe tendrá efectos sobre la economía, pero también es cierto que algunos aspectos del modelo económico ya no funcionan.
No es desencanto, sino amable aviso desde una amistad no correspondida. No funciona lo que Artemio López consideró una de las principales causas del resultado electoral: “(el gobierno) no puede vía generación de empleo berreta lograr perforar el 40% de pobreza y el 15% de indigencia en el segundo cordón bonaerense”. Para Enrique Martínez (INTI, ex Frente Grande) “muchos pobres comieron y tuvieron trabajo. Mucha clase media rearmó su negocio”, sí, pero el derrame no se borró del mate de los funcionarios aunque el rumbo sea correcto.
Algunos formadores de precios pueden remarcar creando más inseguridad. Hasta hace un mes, los precios se mantenían, aunque la desaceleración o caída de la actividad económica –consecuencia de la crisis del capitalismo en general– la hacía más visible. Con paritarias funcionando (otra anomalía universal), un 1,5% mensual es normal en países como el nuestro. Pero los acuerdos con los formadores de precios hacen agua desde hace rato, como si el gobierno ya fuera un estorbo. Se intentará cierto desabastecimiento. En los últimos 60 días, los ganaderos vienen anunciando que se deberán importar carnes rojas.
Desde la debacle de la 125 se fugaron de Argentina unos 27 mil millones de dólares, suficientes como para un generoso salario universal por hijo. Es importante una nueva Ley de Medios en términos de largo plazo, pero resulta vital avanzar sobre la de Entidades Financieras y la Carta Orgánica del Banco Central. Según el economista nacional Carlos Leyba, una suma de medidas de corto plazo no da un largo plazo. Por eso Frenkel y González Fraga salen a pegar por derecha.
Los K no son de apichonarse, y suponemos que se aprestan a tomar la iniciativa. Qué, no se sabe. Sin comunicación entre la conducción y la base, todo cambio es efímero. Hasta cierto punto se entiende por qué a algunos, todo les importa un carajo desde el domingo 28. Pero no es que el electorado haya traicionado: se agotó un modo de acumulación política y, en general, un modo de hacer política demasiado relacionado con los ‘90 y el 2001.
Hay que ser insensato para no entenderlo.