Arrancar un lunes a las 8 de la mañana es una cuesta arriba que miles de laburantes conocen bien. Será por eso que Julio Piumato nos recibe a esas horas en la sede gremial de judiciales, mate amargo de por medio, dispuesto a la charla antes de otra jornada de locos entre la agenda de la campaña y la del sindicato.
El rol del movimiento obrero como columna vertebral de un proyecto nacional y la necesaria recuperación del rol de los partidos políticos (en especial del peronismo) son temas que surgen solos. El candidato y secretario de Derechos Humanos de la CGT no le esquiva a la controversia por la reclamada personería gremial de la CTA. Se remite a aquellos aciagos años ‘90, cuando no había espacio para el debate y la participación en la sede de la calle Azopardo. Y cita el ejemplo del MTA, que lo encontró al pie del cañón pero siempre con la idea de que debía haber una sola Central. La cristalización de la división solo debilita al movimiento obrero, opina, le saca poder de negociación.
Piumato reconoce que hay todavía muchos compatriotas a los que no les llegaron las mejoras de los últimos años y aboga por profundizar este modelo, para que en el menor tiempo posible los más postergados puedan acceder a condiciones mínimas para una vida digna. Y anticipa lo que vendrá después del 28 de junio. Dice que los sectores del poder concentrado nunca nos van regalar alegremente una mayor participación en el reparto de la riqueza que todos los argentinos generamos. Habrá que conseguirla con mucha organización y lucha política.
Un rival que provoca escozor e incomodidad cruza como un fantasma la conversación. Hablamos de la discusión entre dos modelos de país que evidencian estos comicios, y el candidato sostiene que por eso mismo es necesario anteponer este debate a los caprichos y egos personales. Habla de Pino Solanas. Lamenta que un tipo como él se preste al juego que le están proponiendo los multimedios, que como nunca lo pasean y lo miman ante cámaras. ¿Por qué nunca lo llamaron cuando en los ‘90 se estaban enajenando casi todos los recursos de la patria? Piumato señala lo que, en su razonamiento, es el talón de Aquiles del cineasta: los cambios que Pino le reclama al gobierno jamás los podrá hacer desde un escuálido partido testimonial.
El candidato nos despide con una sonrisa. La entrevista y las fotos están listas para ser publicadas en la próxima edición de ZOOM. La semana que viene también tendremos un reportaje a Solanas. La discusión promete continuar. Antes, durante y después de que el escrutinio del 28 por la noche asigne, impiadoso, las medallas y penitencias que los argentinos repartan con sus votos.