Estados Unidos y Gran Bretaña invitaron a todo el mundo a imponer sistemas privados de retiro, pero no siguieron el ejemplo. Sí les hicieron caso, entre otros, República Dominicana, México, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Macedonia, Bulgaria, Kosovo, Latvia, Lituania, Nigeria, Croacia, Eslovaquia, Rusia, Estonia y Kazajstan.
En la mayoría de los países es optativo. Aquí fue obligatorio hasta el año pasado.
La agencia ANSA informó que los fondos de retiro en México perdieron casi 1.000 millones de dólares durante septiembre y octubre de este año a consecuencia de la crisis financiera internacional.
El presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Moisés Schwartz, admitió esta caída, e indicó que la suma global de «minusvalías» puede superar 4.000 millones de dólares.
Ante miembros de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, Schwartz dijo que la crisis financiera provocó bajas del 14% en las inversiones de «renta fija» o bonos y de 28% en los de «renta variable» o acciones. El matutino Excelsior informó con base en cifras oficiales que las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro que más pérdidas registraron son Invercap (14,25%), Profuturo (9,68%), Banorte (8,30%), Metlife (8,05%), Banamex (7,97%), Bancomer (7,75%) e Ixe (5,60%).
Banamex pertenece al coloso estadounidense Citigroup y Bancomer al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de España. El funcionario pidió no «sobredimensionar» las pérdidas porque «las afores son a muy largo plazo».
Los voceros del sistema financiero repiten que esto es un chubasco, pero estamos ante un tsunami. Y se acabaron las promesas de futuro.