Milei frente al mundo: los dichos y los hechos

Qué contestan funcionarios, ex funcionarios, empresarios, y referentes políticos sobre las ideas con las que Milei estructura su propuesta de Gobierno. Análisis, y un paneo completo sobre las principales repercusiones (a ambos lados de la grieta), por Germán Mangione.

«Serán socios comerciales del sector privado. No hacemos pactos con comunistas», afirmó Javier Milei refiriéndose a la posible relación con Cuba, Venezuela, Corea del Norte, o China si llega a la presidencia.

Su posible política comercial exterior hizo aparición con una declaración explosiva del candidato a presidente de La Libertad Avanza a la agencia internacional Bloomberg.

En la misma nota aseguró que no buscará un acercamiento con Brasil, y llego a afirmar que «hay que eliminar el Mercosur porque es una unión aduanera defectuosa que perjudica a los argentinos».

Luego del resultado de las elecciones nacionales PASO la figura de Javier Milei no solo tomo centralidad en la política argentina, sino que su programa y propuestas, que en otro momento eran consideradas bravuconadas televisivas, comenzaron a ser analizadas más seriamente por los principales actores políticos y económicos, no solo de Argentina sino de sus socios en el mundo.

Y por si quedaba alguna duda de su orientación en cuestión de política exterior, el ex empleado de Eurnekian afirmó que “»Nuestros ejes fundamentales son el libre comercio, la paz, la libertad, y alinearnos con occidente, dónde los máximos referentes son Estados Unidos e Israel”.

Por otro lado, según sus referentes en temas vinculados a la política exterior, si llegara a la presidencia, el libertario piensa avanzar a fondo en la relación con la Unión Europea y los países del Asia-Pacífico.

De China con ¿amor?

Las declaraciones de Milei como en otros temas comienzan a generar dudas en torno a su posible viabilidad. De la declaración altisonante a su aplicación en las condiciones reales de Argentina y del mundo parece haber un abismo.

Por eso, luego de sus declaraciones desde distintos sectores vinculados a la política exterior y a las relaciones internacionales argentinas salieron rápidamente a cuestionar la posible orientación internacional de La Libertad Avanza, y hasta los mismos allegados al libertario intentan achicar después de cada fanfarronería mediática ese largo trecho entre el dicho y el posible hecho.

Los primeros en dar una respuesta fueron los representantes del Estado chino que a través del vocero de la Cancillería de China, Wang Wenbin, contestaron a Milei en una rueda de prensa convocada para este jueves 17 de agosto.

«Si el Sr. Milei visitara China y experimentara por sí mismo, es probable que llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino», afirmo Webing

Y mostrándose conocedor de los conceptos del libertario el funcionario de China agregó: «La libertad es un contenido importante de los valores compartidos por toda la humanidad y de los valores fundamentales del socialismo. China es un Estado de derecho, y la libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por la Constitución y es inviolable».

«En este momento, casi toda nuestra economía depende de la relación con China. Se puede cancelar pero habría que cambiar la matriz económica de Argentina que está diseñada, principalmente para el sector agroexportador», aseguró, Gustavo Ng,  coeditor periodístico de la revista Dang Dai,  en una charla en la Universidad Nacional de Salta esta semana.

El editor afirma que Argentina ocupa un lugar menor para China en el comercio exterior, y da cuenta que en 2021, las exportaciones argentinas representaron para la República Popular China el 0,38 por ciento del total de sus importaciones de productos.

Por el contrario “Para la Argentina, China es un socio fundamental”, afirma Ng y explica que el mismo año las exportaciones de productos argentinos hacia el país asiático representaron el 8,76% del total nacional, encabezado por porotos de soja (30%) y carne bovina congelada (28,3%) y China era ya en 2021 el segundo socio comercial del país, después de Brasil.

Francisco Orell, preside la Asociación Civil para la Cooperación Argentino-China y fue otro de los que no dejó pasar las declaraciones del candidato presidencial de LLA.

“Este tipo de enfoque no solo refleja una comprensión limitada de las complejas relaciones internacionales, sino que también parece estar teñido por un sesgo ideológico que podría comprometer tanto la estabilidad de empleos en Argentina como la pérdida de un mercado significativo y activo para nuestro país”, afirmó.

Voces políticas

Pero no solo el estado chino y sus representaciones respondieron sino que desde los principales espacios políticos argentinos la preocupación y la respuesta no se hicieron esperar.

De ambos lados de la grieta también salieron a cruzar al libertario. Y es que si alguna continuidad puede asegurarse de la política exterior –tanto desde el macrismo como desde el kirchnerismo— es el impulso a la alianza comercial con China.

El ex presidente provisional del Senado del macrismo, Federico Pinedo, aseguró que romper con china «implicaría un daño innecesario a millones de productores y exportadores potenciales argentinos”. Por su parte Diego Guelar, embajador argentino en china durante el mismo gobierno puso en duda la viabilidad de los dichos de Milei y lo comparó con el gobierno de Bolsonaro, “Bolsonaro tenía una retórica anti-China, pero en la práctica su mayor socio comercial fue China. Una cosa es lo ideológico, otra son las relaciones internacionales”, aseguro el ex embajador.

Por su parte la economista y ex ministra de Economía y Producción de Néstor Kirchner, Felisa Miceli, aseguró que “romper con Brasil y China sería suicida. China es el principal destino exportador de Argentina”. “Es muy incoherente lo que propone Milei. Se supone que necesita más dólares para su proyecto de dolarizar, pero si no va a exportar a los principales socios comerciales, esa posibilidad se cae”, agregó la ex ministra Miceli, y recordó que “Con China tenemos un acuerdo estratégico que incluye el swap de monedas, que es lo que está dándole sustento al Banco Central para mantener el valor de la divisa. ¿Qué se va a hacer con eso si China no está en el panorama de comercio? Es muy peligrosa esa propuesta como otras tantas”.

Los empresarios también

Pero, claramente, no solo los referentes políticos y conocedores de las relaciones internacionales argentinas ven contradicciones en las propuestas comerciales internacionales de Milei, sino que son los propios empresarios los que empiezan a ver con preocupación este tipo de declaraciones de cara a la posibilidad de que el libertario acceda a la presidencia.

El vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales, Daniel Urcia afirmó que “hay que poner en contexto por las expresiones de un candidato y la realidad de un país. Creo que son más expresiones de campaña que de divisas”.

La preocupación de Urcia se basa en una realidad comercial ineludible: la exportación de carnes a China representan el 80% de las exportaciones del sector.

Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados, (CICCRA), en junio se exportaron 50 mil toneladas de carne vacuna, de las cuales 80% se enviaron a China y generaron ingresos por 214,8 millones de dólares.

“China es el importador más importante de carnes del mundo y hay que tenerlo en cuenta. Me parece que un candidato que profesa el liberalismo, indudablemente no puede arbitrar de comerciar o dejar de comerciar con un determinado país”, expresó.

Emilce Terré, jefa del Departamento de Información y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, explicó en diálogo con El Contestador (Radio 2) que los países con los que Milei quiere romper relaciones “son los dos principales destinos para las exportaciones de Argentina. En el caso de Brasil, casi el 15% de nuestras exportaciones fueron a ese destino en el 2022, y durante el mismo período casi el 10% fueron hacia China».

La representante de La Bolsa de Comercio de Rosario, el órgano que sintetiza los intereses de los grandes propietarios de la tierra y las empresas multinacionales cerealeas, advirtió incluso que la perspectiva es que esas relaciones comerciales se profundicen el próximo año a partir de una mejora en los volúmenes y valores de la producción agropecuaria argentina.

Según estimaciones publicadas este viernes por la Bolsa se proyecta que las exportaciones agropecuarias se recuperarían un 56% durante el 2024, y así las exportaciones de los principales complejos del agro alcanzarían los USD 32.000 millones, lo que representaría el 40% de las exportaciones totales de bienes de Argentina para el próximo año (proyectadas en USD 80.500 millones). Esto implicaría un incremento de casi USD 8.000 millones respecto de lo estimado para el año que corre.

¿De reversa?

Tal fue la reacción en los círculos de la economía y el poder real en la Argentina, principalmente el vinculado al sector agroexportador, que el asesor agropecuario de Milei, Guillermo Mac Loughlin, intentó bajar el tono de las declaraciones sobre romper con China y Brasil, y afirmó que la supuesta intención es evitar transacciones turbias vinculadas al gobierno argentino.

“Queremos una gestión transparente y promover el comercio internacional llevado a cabo por entidades privadas. El Estado no debe comercializar, esa tarea es para el sector privado. Nuestra intención es impulsar el comercio con todos los países, China incluida”, explicó Mac Loughlin en TN.

Incluso el mismo Milei ante el Consejo de las Américas, con un auditorio colmado de empresarios estadounidenses, aclaró que los privados podían comercia con quien quisieran, pero que su gobierno no haría ningún trato “con comunistas”.

Sin embargo la explicación sigue dejando cabos sin atar y demostrando un desconocimiento del funcionamiento del Estado y las relaciones internacionales.

Como explica el sitio de agro especializado “Bichos de Campo”: “dado que el candidato, en caso de ser presidente, rompería los acuerdos bilaterales y dejaría libertad a los privados para que negocien, compren y vendan, se caerían también los protocolos sanitarios que permiten que dichos mercados se mantengan abiertos. Exportar carne o alimentos no es como exportar electrodomésticos, requiere de requisitos sanitarios, que garantizan los Estados, por ejemplo el SENASA”.

Por otro lado, en particular las empresas de origen chino, tienen en su gran mayoría relación directa con el Estado o están lisa y llanamente bajo su control, con lo cual las negociaciones tienen indefectiblemente a las relaciones bilaterales o de bloques como intermediarios y funcionan bajo el paraguas de tratados como por ejemplo el de la Franja y la Ruta de la seda al que Argentina adscribió en marzo del 2022.

Argentina en el mundo multipolar

Ante la errante propuesta de relaciones internacionales planteada por Milei y su dudosa aplicación, vale repasar cómo son hoy las relaciones comerciales argentinas con los principales bloques, acuerdos y países del mundo.

Con respecto al Mercosur directamente aseguró que es “una unión aduanera defectuosa que perjudica a los argentinos de bien», lo que generó la preocupación de empresarios de la poderosa Cámara industrial de San Pablo y la rápida respuesta del embajador brasilero, Julio Bitelli, quien aseguró que «algunos de los temas planteados por ese candidato no ayudarían en nada a la integración regional y bilateral».

Según un documento de la cancillería Argentina publicado el año pasado “el comercio intra MERCOSUR en 2021 fue de USD 41.000 millones, evidenciando un aumento de 42% con relación al año 2020, y de 24% respecto a 2019. Se trata del valor más alto desde 2014 y está explicado, fundamentalmente, por el intercambio de bienes de alto valor agregado. En lo que hace a la Argentina, en el año 2021 las exportaciones de nuestro país al MERCOSUR superaron los USD 14.000 millones, el valor más alto de los últimos siete años. Fueron 46% superiores a las de 2020, y 15% a 2019. El 82% de las exportaciones estuvieron destinadas a Brasil, 9% a Uruguay y 9% a Paraguay. En cuanto a las importaciones provenientes del MERCOSUR, las mismas superaron los USD 15.000 millones, 41% más que el mismo período del año anterior y 30% respecto a 2019”

Ante esas cifras es difícil imaginar una ruptura comercial como la que plantea Milei, sobre todo pensando en lo que significa para nuestra economía el principal socio argentino del bloque: Brasil.

Con respecto al otro gran socio comercial de Argentina, la República Popular China –con el que el libertario fue aún más tajante—, para romper relaciones, Argentina tendría que dar marcha atrás en una serie de acuerdos que en la práctica incluso implican paralizar una gran cantidad de proyectos de inversiones que hoy están en marcha como la modernización del Belgrano Cargas o la construcción de las represas de Santa Cruz, por solo nombrar algunos.

Argentina debería además dar marcha atrás al acuerdo de La Franja y la Ruta firmado por Alberto Fernández en 2022, que tiene como objetivo ampliar los proyectos de energía y los fondos para obras de infraestructura en el país. Por esta adhesión el presidente viajaría a China en octubre para participar de un foro con países asociados.

Otro dato a tener en cuenta es que China acaba de autorizar el uso de fondos del swap de yuanes para pagar vencimientos de Argentina con el FMI.

Quienes conocen el paño, y fundamentalmente los sectores vinculados a la agroindustria, que en estos años han hecho el mayor lobby para acercarse al gigante asiático, sin importarles demasiado la cuestión ideológica (como tampoco le importa al Estado chino a la hora de conseguir lo que quiere) miran con recelo la propuesta.

Esta semana se coló en el debate (incluso para sorpresa del gobierno que ya no tenía expectativas) el ingreso del país al bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que por gestiones de Brasil y China terminaron incluyendo a la Argentina en el grupo de nuevos países miembros.

Esto generó no solo el rechazo de Milei, sino que también empujó a Patricia Bullrich a repudiarlo frente a los empresarios estadounidenses ante los cuales rindió examen junto al resto de los candidatos presidenciales.

Argentina tiene en ese bloque tres de sus principales socios comerciales (Brasil, China, e India). El bloque representa más del 42% de la población mundial, el 30% del territorio mundial, el 23% del PBI y el 18% del comercio mundial.

En este momento, para el gobierno, el ingreso implica apertura de mercados, pero sobre todo tiene una significación geopolítica al transformarse en una alternativa de financiamiento a los tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los preferidos del libertario

No es casual que, como publicó La Nación a las pocas horas de conocerse el resultado de las PASO: “Estados Unidos, Israel y países de la Unión Europea hicieron llegar sus saludos al líder libertario”. Se trata de, según declaraciones públicas del candidato de LLA, los países y bloques que se privilegiarán en la relación geopolítica en un posible futuro gobierno.

Sin embargo allí también, como en el caso de los países con los que no quiere comerciar, la relación comercial tiene características que hacen que sea de difícil cumplimiento su preferencia.

En el caso de la Unión Europea las preferencias del libertario chocan con los tratados y negociaciones que llevan más de 20 años, y que se concretaron en 2019 pero todavía no se pusieron en marcha, que es el acuerdo entre el bloque europeo y el Mercour, ese mismo que Milei quiere hacer estallar por los aires.

El acuerdo de libre comercio que en junio de este año la presidenta de la Comisión Europea Úrsula, Von der Leyen, aseguró iba a poner en vigencia antes de fin de año implica a 31 países y un PBI de 20 billones de dólares. El corazón del acuerdo es la eliminación de aranceles para la producción de ambos bloques en el intercambio. ¿Es viable luego de 20 años de negociaciones y a punto de concretarse que Argentina negocie con la Unión Europea saliendo del Mercosur?

Por un lado, acuerdos como éstos implican grandes peligros para la producción nacional y el mercado interno, y es negociando como bloque como mejoran las posibilidades de negociación por el poder económico del bloque europeo y la fragilidad de las economías sudamericanas.

Pero también hay que tener en cuenta que para concretar los sueños libertarios, tanto relacionándonos con EEUU como con los países de la Unión Europea, con la mayoría de ellos nuestra economía no es complementaria sino que compite.

Es por esto incluso que países como Francia o Irlanda traban el desarrollo del acuerdo actual para intentar defender sus fuertes intereses agrícolas, los que ven peligrar si se liberaliza el comercio con el MERCOSUR compuesto justamente por “potencias agrícolas”.

Lo mismo sucede con EEUU uno de los productores agrícolas más grandes del mundo con los que Argentina compite por los mercados.

Si bien es nuestro tercer socio comercial (después de Brasil y China) desde 2006 el intercambio comercial con ese país es deficitario para la Argentina. En 2022 la balanza comercial con los Estados Unidos mostró un rojo de US$ 3.647 millones.

A EEUU le vendemos aceites crudos de petróleo, piedras, y metales preciosos, vinos y miel, mientras importamos gas natural licuado, gas oil, y fosfato.

Las principales producciones exportables de Argentina, las del complejo agroexportador, no son parte importante del comercio bilateral, por lo que habría que preguntarse cuáles serían los beneficios de priorizar estos mercados.

El libertario con los proteccionistas

En más de una ocasión el referente libertario argentino puso como modelos o ejemplos a los gobiernos de Trump en Estados Unidos, y Bolsonaro en Brasil. Sin embargo, como suele suceder con sus dichos y conceptualizaciones, se queda solo con la parte resonante sin abarcar por completo el fenómeno.

Tanto el brasilero como el estadounidense fueron en sus campañas feroces detractores de la relación con China, al igual que Milei ahora, sin embargo en la práctica el gigante asiático siguió siendo unos de los principales socios comerciales del Estado brasileño y mantuvo (guerra comercial de por medio) los negocios con el gobierno de Trump. Fulbito pa la tribuna.

Habría que decir también que en la nueva configuración de bloques en el mundo, con Estados Unidos en un polo y China y Rusia en el otro, es China la que impulsa el libre comercio a ultranza frente al “proteccionismo” de EEUU y algunos países de Europa.

Está claro que el gobierno de Xi Jimping tiene más que ganar abriendo mercados que cerrándolos, ya que necesita aprovisionarse de materias primas y energía y colocar a su vez su producción industrial. Por eso no es extraño que sea el adalid del libre comercio en un mundo en el que los nacionalismos y el proteccionismo brotan fuertemente.

También se puede observar cómo la referencia de Milei, que es EEUU, lleva adelante una política de intervención estatal apuntando a recuperar cierto dinamismo industrial y la recuperación de industrias que se instalen en su territorio. Esto se hace con el objetivo de fomentar el crecimiento del empleo y de intentar frenar la inflación.

Cuando se escarba en su discurso de política exterior lo que aparece, como en gran cantidad de temas, es la poca profundidad de las ideas y el desconocimiento de algunos mecanismos básicos de gobierno que en temas como el comercio exterior quedan más en evidencia.

¿Sabrá Milei que la Corte de Comercio Internacional de los Estados Unidos ratificó la aplicación de aranceles sobre el biodiesel exportado de la Argentina, al hacer lugar a una presentación del Gobierno norteamericano?

¿Estará enterado de que el mercado de EE.UU. es clave para el biodiesel elaborado a base de soja en la Argentina, y que antes del proteccionismo del Estado estadounidense era nuestro principal mercado?

¿Alguien le habrá explicado que China es el principal mercado para la carne Argentina y que está regulado por los Estados?

Son preguntas que seguro no tendrán respuesta en campaña, donde los dichos suelen estar alejados muchas veces de los posteriores hechos de gestión.

Lo que está claro es que como en gran parte de las propuestas del libertario de llegar a la presidencia en su posible gobierno no se llevarán a cabo o lo harán generando grandes desequilibrios para nuestra economía.

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