Dominio desnudo

Un análisis sobre el petróleo en Argentina, la pérdida de la industria, la renta ajena, los contra-espejos y los casos en el mundo.

«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis»

 

Lucas 6.43.44

 

Nuestro país sufrió en los noventa un ensayo esbozado desde afuera (BM, FMI, OMC, con teorías sin sustento como las del derrame, el decálogo del pensamiento único de John Williamson y otras elucubraciones)  que afirmaba que todo lo que era del Estado no debía ser de él: Roberto Dromi fue quien expresó el pensamiento profundo del experimento impuesto a los países débiles. En forma clara, los  intereses primaron sobre las razones.

 

Los imperios no necesitan empresas estatales, aunque las tengan

“…yo no veo por qué deberíamos evitar, si ello se hiciera necesario, que el Estado se convierta en empresario”

 

Winston Churchill

 

Entonces y ahora sigue siendo una práctica universal que las potencias no tienen necesitad de asegurarse, por leyes o por el monopolio legal de empresas públicas, las reservas de recursos para que sus rentas les queden haciendo perder a los países dominiales. Las potencias tienen las empresas multinacionales para captar gran parte de la renta universal. Sus empresas privadas tienen dominio y propiedad en sus países pero en los demás, sin necesidad de adquirir el dominio jurídico, gozan la adquisición de las rentas a través de sus políticas colonizadoras e imperiales, que antes iban por el dominio y la renta, pero luego no les preocupó el dominio sino principalmente la renta.

 

Los países escasos de capital y poder deben establecer empresas públicas que les aseguren el real dominio de los recursos naturales y las rentas de los mismos. Por eso nacen, en el sector del petróleo, empresas estatales. En nuestro país los recursos y beneficios fueron asegurados por el Estado desde el descubrimiento del 13 de diciembre de 1907, que más tarde establece en forma societaria en Yacimientos Petrolíferos Fiscales, al finalizar el primer periodo de gobierno de Hipólito Yrigoyen. A pocos días de iniciar su gobierno Marcelo de Alvear, en 1922, tiene el talento de designar al general Enrique Mosconi a cargo de la nueva empresa, cuya exitosa conducción se recuerda a través del tiempo.

 

La historia mundial del petróleo es una historia de conflictos reales de las grandes empresas privadas con innegable incidencia en la política de sus países de origen y en expansión globalizante. ¿Acaso a alguien se le ocurre pensar que en la política internacional mundial la Standard Oil ayer o la Exxon Mobil hoy pudieran no coincidir con la política de Estados Unidos o poner en peligro los intereses de su país?

 

La utilización del término multinacional para ocultar la dependencia nacional de las empresas de los países dominantes no ha sido suficiente para que se ignore que los intereses de Estados Unidos son los intereses de Exxon Mobil, de Conoco Phillips o de Chevron.

 

Siempre estuvo vigente la sentencia que alerta acerca de la profunda relación entre las corporaciones y el gobierno estadounidense. Decíamos en un artículo que Charles Erwin Wilson en 1953, cuando en el Senado defendió la legalidad de ser Secretario de Defensa del presidente Dwight Eisenhower a pesar del evidente conflicto de intereses, propagó la famosa frase recogida por la historia con no total precisión “Lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos”. No hay constancia de que Rex Tillerson haya dicho una frase similar refiriéndose a la Exxon Mobil que hoy ocupa el lugar de GM respecto al canciller de Trump y presidente de la petrolera en proceso de puertas giratorias… Ya merecerá ser dicha por algún funcionario de Apple en algún futuro gobierno que lo que es bueno para la empresa tecnológica lo es para Estados Unidos.

 

La crítica a la designación de Condolezza Rice como canciller de Estados Unidos se centró en el hecho de que Chevron tenía numerosos conflictos –muchos de ellos judiciales– en medio mundo.

 

La situación de Tillerson es similar. Su reciente viaje a la región (Argentina, Colombia, Jamaica, México y Perú) tuvo el objetivo reconocido de obtener apoyo en los organismos multilaterales donde coparticipan, como la vetusta Organización de los Estados Americanos (OEA), contra Venezuela.

 

Exxon Mobil y Estados Unidos tienen un grave problema en la región, porque con permiso de la República Cooperativa Guyana la petrolera está explotando en el mar de Esequibo, a pesar de la queja de la República Bolivariana de Venezuela y un acuerdo anterior de inacción. El gobierno venezolano ha rechazado la recurrencia a la Corte Internacional de Justicia en La Haya para que dirima el conflicto de territorialidad, con extensión al mar donde se explora y explota el petróleo. Incluso uno de los temores de algunos venezolanos que apoyan a su gobierno es la intervención bélica de Estados Unidos en ocasión del conflicto que acarrea la situación disputada en el Estado de Esequibo. Una vez más el interés de la nación estadounidense converge con el interés de la petrolera.

 

Y el problema de ser canciller de Estados Unidos y reciente presidente de la mayor petrolea del país no se limita a la política en la región. También alcanza a la política mundial. Se afirma con razón que Exxon Mobil tiene compromisos muy adelantados para explotar el petróleo de la Siberia rusa inclinando a los Estados Unidos a favorecer a Rusia en detrimento de China, que continúa realizando proyectos en toda América Latina y petroleros en Perú, Venezuela, Argentina.

 

“Tillerson, como Trump en algunas de sus declaraciones, ha invocado a la diplomacia antes que a la confrontación con Rusia… y pensándolo un poco mejor, vemos que el motivo es permitir a Exxon Mobil la explotación de yacimientos de petróleo siberianos…”, afirma Noam Chomsky.

 

Con respecto a las otras petroleras que llegaron a llamarse hermanas, tampoco nadie cree que la Bristish Petroleum y Shell dificulten la política petrolera imperial británica. O la Total (nacida de la estatal Elf Aquitaine, la privada Total y la mixta francobelga Fina, filial de la financiera SOFINA) pudiera dificultar la política exterior de Francia o de Bélgica.

 

Las políticas exteriores de las grandes compañías petroleras estadounidense y la de sus país no se fracturan, Aquí no hay fracking que valga porque son los mismos intereses, de los ceócratas estando en las empresas o ocupando cargos en el gobierno. No es una práctica moderna: la historia de Estados Unidos tiene múltiples ejemplos. Hoy ya no llaman la atención casos más recientes como el de Dick Cheney de Halliburton, vicepresidente de G. W. Bush. Por su parte Condolezza Rice de Chevron fue Secretaria de Estado del mismo Bush II, y ahora la misma función es para Exxon Mobil al ser designado Rex Tillerson Secretario de Estado de Donald Trump.

 

Condolezza Rice estuvo –primero como asesora de Seguridad Nacional y luego como canciller— en la fase estatal de su especial puerta giratoria con intermedios como docente universitaria. Al dejar la función pública, Rice fue premiada por sus regentes con la designación de un importante petrolero con su nombre. Chuck Lewis del Centro por la Integridad Pública opinó que “Nunca ha habido una administración en el poder de este país que haya estado tan cerca de una sola industria, en este caso la de petróleo y gas”. Esta opinión ha quedado desactualizada, porque el actual secretario de Estado era el presidente y tenía el cargo superior de la mayor petrolera del país.

 

Los países poderosos que proponen la privatización del dominio de las reservas petroleras y la propiedad del petróleo crudo extraído no son consecuentes. Estos países crearon en la crisis de 1973 las Reservas Estratégicas de Petróleo de propiedad estatal (almacenadas en depósitos naturales en Estados Unidos a diferencia de los europeos que se almacenan en los depósitos de las petroleras) para enfrentar alguna situación crítica. Sin embargo las han mantenido durante más de cuarenta y cuatro años. El Congreso de Estados Unido acaba de presupuestar la venta de más de cien millones de barriles de petróleo gubernamental durante una década y la venta por 350 millones de dólares en este año 2018.

 

Las falsas doctrinas

Es curioso como en los países colonizados se intentan imponer falsas teorías como el derrame y concepciones que pretenden que se traten algunos recursos naturales estratégicos como bienes comerciales comunes (“commodities”). Los intereses de las potencias no siguen lo que proponen en el exterior: Estados Unidos siempre consideró al petróleo como recurso estratégico nacional. La batalla de Nixon para recuperar el autoabastecimiento fue designada como independencia energética, lo que hoy se repite con los hidrocarburos no convencionales.

 

Pero en algún momento los países en que el petróleo reposaba en el subsuelo tomaron conciencia de que lo propio era manejado como extraño. Les costó luchas y vidas, como la de Enrico Mattei que no aceptó la injusta distribución de la renta petrolera de 75% para las multinacionales y 25% para el país dueño del dominio. Acordó una nueva relación del 50 y 50 (el fifty and fitty en inglés). Con esta nueva conciencia renacida en la OPEP nacen empresas petroleras estatales en los países petroleros y también en muchos de los que no tienen petróleo. Al influjo de YPF y Pemex en toda América Latina las principales empresas petroleras fueron estatales.

 

El mundo energético ha cambiado

“Aunque la referencia a las Siete Hermanas (por la privatización del petróleo mexicano) parezca anacrónica, ya que corresponde a los años 50 del siglo pasado, cuando el término abarcaba a las 7 poderosísimas empresas  petroleras provenientes, todas ellas, de los países avanzados, evocarlas todavía es útil. Obliga a pensar en su poder histórico y en las nuevas circunstancias que han surgido en el mundo del petróleo, donde ya no reinan las 7 Hermanas.”

 

Olga Pellicer, Proceso, México, 21 de septiembre de 2013

 

Hoy las empresas petroleras estatales son las más importantes en el mundo. Aramco de Arabia Saudita, las tres petroleras chinas, las rusas, PDVSA de Venezuela y Petrobras de Brasil pertenecen al mundo de las empresas conocidas como National Oil Companies (NOC), que superan en reservas y utilidades a las International Oil Companies (IOC). En 1991 cuando se privatizó YPF se afirmó que la corriente mundial, incluso en los hidrocarburos, era privatizadora lo que fue y es contundentemente negado por la realidad.

 

En mayo de 2017, siete de las diez más grandes empresas mundiales eran estatales, y cuatro están en las primeras ubicaciones: Saudi Aramco (Arabia Saudita), Gazprom (Rusia), National Iranian Oil Co.(NIOC) y Rosneft (Rusia). Las privadas Exxon Mobil (EEUU) y las británicas BP y Shell ocupan el 5°, 7° y 8° lugares según Forbes. Las otras estatales son Petrochina, Pemex y Kuwait Petroleum Company, sexta, novena y décima respectivamente.

 

En nuestro país vivimos una YPF extraña, de raro contenido, con una participación accionaria del 51% estatal y 49% privados y extranjeros, que se manifiesta en una gestión a cargo de funcionarios del Estado (lo que no impide la presencia en su directorio de CEOs del privatismo multinacional), en una participación de la concesión similar del dominio provincial. Dominio, renta, gestión y política empresaria y petrolera son los atributos de una compañías petrolera, pero respecto a la política que YPF desarrolla está llena de críticas. Por su parte, las inversiones deberían ser del 51% y 49%, pero no siempre lo son. Iguales en las ganancias pero desiguales en los riesgos.

 

Rara situación la de YPF, que grita por ser una empresa del derecho privado y por anómala derivación quiere afirmar que es empresa privada a pesar de que sus directores sean designados por el gobierno nacional y la garantía última de sus compromisos termina en la nación. Además de estar bajo la dirección de un ministro de Energía que es símbolo de una acción de corrupción presente, aunque quiera afirmarse que es una simple cuestión de conflicto de intereses –el nuevo eufemismo— que la Oficina Anticorrupción perdona aceptando que Aranguren venda las acciones de Shell, pero sin decir a quién o quiénes, adónde o si las intercambió momentáneamente. Inverosímil Oficina que también protegió a la petrolera Chevron Corporation.

 

El llamado conflicto de intereses del ministro proveniente de Shell es más profundo que el que se intenta disfrazar. La filial de la Shell europea tiene actividades en la comercialización de Gas Natural Licuado (GNL) por lo que le interesa que el país adquiera cada vez más en esta forma el recurso, realiza exploración y explotación de fracking en Vaca Muerta teniendo ventaja por las subvenciones que se den a esta actividad lo que produjo conflicto de intereses entre Shell y Pan American Energy Group y la renuncia del vicepresidente de Bridas a una de las secretarías de energía, y es después de YPF el mayor vendedor de combustibles al público (21% en 2017 y 19% dos años antes) por lo que le interesa de manera directa la suba de los precios de las naftas, gasoil, etc.

 

La importancia que va adquiriendo Shell tiende a convertirla en la mayor comercializadora de GNL del mundo. Con la especialización de las grandes petroleras (bigoil). Ya en el 2014 Nial Henderson, especialista de BP, afirmaba que “Las IOC (internacionales) están posicionándose para el crecimiento pero de diferentes maneras. Por ejemplo, la estrategia corporativa de Shell es ser líder en GNL global, BP tiene un fuerte peso para el petróleo de aguas profundas pero está ausente en gran medida en el GNL y arenas petrolíferas; ExxonMovil es un claro líder en productos no convencionales después de la adquisición de XTO en 2010”.

 

El contra-espejo argentino fue el Uruguay que sufrió embates para la privatización pero que fracasaron cuando la población fue convocada a plebiscito vinculante. Ni la petrolera ni otras empresas como Antel, la telefónica que no da pérdidas, pudieron ser privatizadas y no ha sufrido cortes eléctricos y ha ayudado a nuestro país en la crisis energética. Allí las empresas públicas no se dedican a repartir utilidades sino a invertir.

 

Dominio sin renta de los recursos

“El beneficio que se obtiene por la explotación de los hidrocarburos debería dividirse en dos partes: renta y ganancia. La renta resulta del uso de un bien de la nación que administra el Estado, su representante, y por el que se debe pagar, justo, una renta, preestablecida en la ley. Lo demás es ganancia y debe ir al que realiza la explotación, en este caso Pemex, y a lo que corresponde al fisco. Lo primero se llama derechos, lo segundo ganancia e impuestos.”

 

Arnaldo Córdoba, “La renta petrolera”, La Jornada, 31 agosto de 2008

 

Cuando nuestro país sufrió el proceso de privatización de los hidrocarburos fue junto al cambio de la titularidad del dominio.

 

Se les dio a los políticos locales el dominio provincial (o sea se fracturó la unidad dominial en 10 partes y se debilitó la política nacional petrolera) mientras las petroleras privadas asumieron la mayor parte de la distribución de la renta petrolera.

 

Siempre escucho la pregunta: ¿la renta no es consecuencia del dominio? ¿No es su extensión natural? Es como preguntarse si las ganancias o usufructo de la propiedad de un bien siempre quedan en el propietario. No necesariamente.

 

Todos sabemos que existe una institución que separa propiedad (pública o privada) de un inmueble de su usufructo. Incluso en nuestro derecho se acepta que para evitar costosas e incluso probables disputas hereditarias, los padres pueden dar la propiedad a sus hijos mientras se reservan los beneficios durante sus vidas. Se quedan con la nuda propiedad, o sea la propiedad desglosada de su usufructo.

 

En el derecho de los recursos naturales, ¿existe el desmembramiento o desglose de dominio y renta? Es la historia imperial del petróleo: los países empobrecidos mantenían un dominio teórico pero el usufructo (la renta) era obtenido por el extractor del recurso, en esa época las empresas multinacionales del petróleo. El venezolano Juan Pablo Pérez Alfonso, uno de los creadores de la OPEP, llamó al petróleo excremento del diablo: las compañías llevaban la renta producida mientras que la población se quedaba sin beneficios.

 

Cuando existió YPF, en general, el dominio nacional era paralelo al beneficio del petróleo. La renta seguía al dominio.

 

La Argentina en 1991 logró separar el dominio de la renta. El dominio fue a las Provincias con petróleo, pero la renta fue para otros lados. La Constitución Nacional de1994 provincializó el dominio eliminando el Articulo 40 de la Constitución de 1949 que lo nacionalizaba.

 

Por los frutos los conoceréis, dice la Biblia y decían las economías de los resultados: hoy la mayor parte de las Provincias con dominio petrolero son deficitarias. En el mundo, y más ahora que los países petroleros lograron recuperar los precios del petróleo, los que tienen hidrocarburos son superavitarios. Lo son aún en este tiempo cuando los reyes del Petróleo están siendo derrocados y se establece la Regencia del Gas hasta que las energías renovables se impongan.

 

La combinación dominio desnudo de renta y renta para las multinacionales y oligarquías políticas y sociales provinciales es claro signo de que el país energético pasa a ser un árbol malo que no puede dar frutos buenos.

 

En el derecho real la propiedad sin usufructo tiene un plazo, el fijado en la cesión del usufructo o en la muerte del usufructuario (hay teorías que no aceptan derecho hereditario del usufructo). Es entonces cuando el nudo-propietario recobra los derechos. ¿Y en el derecho administrativo, del nudo dominio de la propiedad pública de los recursos naturales? Cuando haya una política petrolera no influida por los malos intereses, el titular del dominio recobrará la renta petrolera.

 

A las Provincias les dieron el dominio desnudo de renta del petróleo, a la Nación le impusieron una historia desnuda de orgullo con el abandono de la centenaria y sin corrupción política y práctica petrolera estatal. Algunos de los que consideramos errores y las promesas incumplidas de la política sin sentido nacional se señalan en el Cuadro que se acompaña.

 

“Fracasos de la política privatizadora de los hidrocarburos  en Argentina”

 

Materia
Situación anterior
Promesas
Resultado
1.Dominio del recursoNacionalProvincialDominio sin renta provincial
2.RentaNación y regalías y obras ProvincialesRenta a las ProvinciasRegalías sin obras ni rentas.
3.Gestión empresarial de YPFPropia en YPFSin YPFMixta con capitales extranjero
4.ExtracciónCrecienteAbundanteDecreciente
5.Estado Fiscal ProvincialesSin déficitsSuperávits fiscalesDéficits fiscales en las Provincias con petróleo
6.AbastecimientoAutoabastecido (7)Ampliación del horizonte de reservasImportador de petróleo y gas
7.Precios de los  combustiblesIguales en todo el paísBajarán los preciosSegundo precios más altos de Latinoamérica
8.Precio del crudoCosto interno y precio administradoPrecio internacionalPrecios de extracción con subsidios
9.CompetenciaMonopolio del crudo y competencia en naftasLibre competencia en crudo y naftasOligopolio en crudo y en naftas
10.Balanza comercial energéticaEn equilibrioSuperavitariaDeficitaria en 3.300 MM dólares (2017)
11. Gas naturalAbastecidoHabrá excedentes para exportarFalta de provisión e importación
12.Distribución eléctricaGeneración parcial abastecida con gasSe exportará energía eléctrica

Apagones eléctricos e importación electricidad

 

Esta situación no se ha dado solamente en el caso del petróleo, sino que en forma similar fue estimulada en las demás energías y en muchas de las actividades de carácter estratégico que el país ha perdido. En estos sectores no se trata solamente de la renta sino que alcanza a la temática de la soberanía de los recursos estratégicos en países en vía de adultez. Tampoco se trata de análisis ideologistas sobre lo público y privado sino del país-real donde su población sufre las consecuencias de los errores y del sistema institucional que se aleja del bien común para tender más a una plutocracia que a una democracia. Esta es la cuestión.

 

Los errores y la corrupción del modelo mantenido por neoliberales y sectores conservadores de libre empresa, con el pasar del tiempo provocan el surgimiento de líderes políticos surgidos de los partidos políticos de los países como Estados Unidos y el Reino Unido que lograron la privatización en muchos países de Asia, África y América Latina. Los que aceptaron la doctrina del Pensamiento Único. Así, en Estados Unidos, Bernie Sanders del Partido Demócrata propone nacionalizar los sectores estratégicos de la sociedad, y es similar la propuesta “renacionalizadora” de John McDonnell en el Reino Unido. Ambos tienen importantes y crecientes apoyos, entre ellos los provenientes de los movimientos de juventud. Una promesa del pensamiento único consistió en que permitiría disminuir la corrupción, pero nadie olvida en Estados Unidos el caso Enron, y hoy sacude a Inglaterra el reciente proceso de quiebra y corrupción billonaria de Carillion, fondo de privatizaciones de recursos y servicios públicos que pone en crisis al sistema económico inglés. McDonnell, canciller en la sombra del laborismo, centra muchas críticas en ese fondo de privatizaciones.

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