Santiago O’Donnell lleva años revisando y revelando secretos. Primero fueron los WikiLeaks, la megafiltración de cables del Departamento de Estado que desató un huracán global. O’Donnel se enfocó en la conexión local, le dió contexto a los datos y publicó sus hallazgos en el libro ArgenLeaks.
Hizo un procesos similar con los Panamá Papers, en este caso, junto a su colega y compañero en Página 12 Tomás Lukin. El resultado es ArgenPapes, un libro que, como bien indica su subtítulo, deja al descubierto los secretos de la Argentina offshore.
Con el correr de las páginas desfilan los apellidos del poder local. Macri, Blaquier, Rocca, Magnetto, Lewis, López y López, entre otros, protagonizan lo que el periodista denomina como “el gran drama de la economía Argentina: la evasión y la fuga de capitales está en la base de los problemas políticos, fiscales y económicos que tiene el país” enfatiza O’Donnel, en esta entrevista con Revista Zoom.
En las últimas semanas se conocieron nuevos documentos extraídos de Mossack Fonseca, el estudio panameño que hasta el escándalo funcionó como una de las mayores usinas de sociedades. ¿Qué aportan estos hallazgos a lo que ya se conocía?
Mayores detalles de los mecanismos de opacidad, que involucran a abogados, contadores, empresas y empresarios. Por ejemplo, en el caso de Macri, se conoce un intento de modificar la fecha de un documento para justificar una operación. De todos modos, no creo que aporte mucho respecto lo que ya hay en la justicia, que es el detalle de esas operaciones.
De todos modos, sirve para confirmar que el sistema offshore funciona a base de trampas. No es un detalle menor, teniendo en cuenta que el Gobierno busca imponer el relato de que las oepratorias offshore son normales e inocuas. A propósito de eso, según tu trabajo de investigación, ¿para qué se usan las offshore?
Para varias cosas. La más importante es para evadir impuestos, eludir o como quieran llamarlo. También para ocultar cosas, porque los paraísos fiscales tienen dos características: una carga fiscal casi nula y altos niveles de opacidad. Y esa opacidad puede servir, por ejemplo, para encubrir patrimonio. En algunas empresas se usan para estafar a los socios minoristas, en otras para esconder ganancias y fingir pérdidas. Otro uso es esconder patrimonio al ex cónyuge en caso de divorcio. Según los estudios, el 60% de los que usan este sistema de opacidad son empresarios, el otro 30% son delincuentes y un 3% son funcionarios involucrados en temas de coimas o cosas así.
El mundial de fútbol suele ser utilizado, entre otras cosas, para trazar similitudes y diferencias entre los países que compiten. Cuándo Argentina jugó contra Islandia, por ejemplo, se mencionó como diferencia que en aquella isla debió renunciar un primer ministro por aparecer en los Panamá Papers mientras que en la Argentina la presencia de Macri casi no tuvo consecuencias. ¿A qué le atribuís esa diferencia?
Hay muchas cosas. Por un lado Islandia es un sistema parlamentarista, donde los liderazgos son más frágiles que en los presidencialismos. Por otro el de Islandia es una historia sencilla de contar y de entender: el tipo le vendió una sociedad a su esposa por un euro. Y después está el hecho de que Argentina es la campeona mundial de la evasión y la fuga de capitales, que es el verdadero problema.
El uso intensivo de offshore es un síntoma, la enfermedad es la fuga y la evasión.
Exacto. Porque acá pareciera que el problema solamente es que como se van los impuestos no hay plata para hacer escuelas, para hacer caminos, menos plata para hacer cosas. En una primera mirada es así, pero si lo mirás mejor hay mucho más que eso porque los flujos constantes de entrada y salida de plata tienen efectos en la macroeconomía, como lo estamos viendo en estas semanas. Y parte de esos efectos es que te condiciona la distribución de ingresos, te quita opciones de maniobra y quedás expuesto a la decisión que toman pequeños grupos de personas de poner o sacar dólares del mercado. Entonces hay menos dólares en la Argentina y el dólar sube, y entonces sube el precio del transporte, y por la suba del transporte sube el precio de los alimentos y tenés conflicto social. En el origen de todo eso está la fuga de dinero. Por eso digo que el problema de las offshore no es solamente la plata que se pierden en impuestos sino las restricciones externas que te vuelven vulnerable a las políticas económicas que te imponen desde afuera.
Por la descripción que hacés, se supone que el gobierno debiera tener como prioridad evitar la fuga de divisas. Sin embargo, en el Ejecutivo argentino buena parte del gabinete tiene sus patrimonios personales en el extranjero. Es más, a la cabeza de la lista están el ministro de Hacienda y el presidente del Banco Central, que son, se supone, quienes más debieran preocuparse por evitar la fuga. ¿Cómo se explica esa contradicción?
La fuga es un problema estructural que nunca fue debatido públicamente. Se habla más de la deuda externa, que en definitiva es una consecuencia, pero no se habla de la fuga de divisas como la causa. Y eso tiene que ver con posiciones ideológicas. Respecto de los funcionarios que la tienen afuera hay un tema político, hay un tema económico y hay un tema moral.
Una de las justificaciones habituales del oficialismo es que tener la plata afuera o utilizar sociedades offshore no es ilegal.
Por eso menciono lo moral. Hace medio siglo en EE.UU. tener esclavos era legal y la ley decía que los afroamericanos eran cosas. Pero lo legal si querés es una moda, determina lo que una sociedad en determinado punto está dispuesto a tolerar de las reglas que imponen los que tienen más poder. Por eso lo legal va cambiando, pero lo que no va cambiando es la estructura moral. Someter a personas a la esclavitud siempre fue un acto inmoral. Entonces si el 99,9 por ciento de la sociedad tiene que pagar impuestos y el 0,001 no paga por ser súper rico y tener acceso a los beneficios de las offshore, es un acto inmoral, por más que sea legal. Por otro lado, como dije antes, están los efectos condicionantes sobre el funcionamiento de la economía de un país.
Otra explicación habitual es que el país cobra muchos impuestos y eso resta competitividad.
Mirá he conocido empresario multimillonario que pagan impuestos, que le parece bien pagar impuestos y que no por eso deja de ser multimillonario. Es una excusa eso de que si no lo hacés la competencia te mata. Tiene mucho que ver con decisiones morales personales, quién sos, qué decidís, si tenés cierta conciencia de país… Tampoco voy a ser ingenuo como aquel ministro que habló con el corazón y le contestaron con el bolsillo. Es cierto que hay una lógica capitalista que empuja a fugar plata, pero no todo el mundo los hace.
¿Qué cambios provocaron o creés que provocarán lo Panamá Papers?
Varios. El Parlamento Británico votó levantar el secreto bancario. Andorra hizo lo mismo. Suiza, lo hizo antes. En principio eso va a favorecer a los paraísos fiscales en Hong Kong y en Estados Unidos, pero al mismo tiempo crece la presión para limitarlos. Acá en la Argentina no lo hemos visto, pero otros países del mundo tener una offshore y ocultar bienes tienen consecuencias para los políticos. Por ahí no tanto todavía para los empresarios, pero también les va a llegar. Se ha recuperado un montón de plata a partir de los crímenes que quedan al descubierto en los Panamá Papers. En el caso de Argentina ya sabemos cómo funciona la justicia respecto a los funcionarios mientras están en el poder. Pero las causas están activas, y no me sorprendería para nada que en un futuro, con un gobierno distinto, algunos funcionarios macristas tengan problemas importantes en la justicia.